Grupo Llamado urgente advierte que no hay regulación adecuada para la colocación de torres de telefonía celular y teme riesgos para la salud de las personas.
El grupo de especialistas “Llamado Urgente por el País” emitió un pronunciamiento en el cual llama la atención sobre los procedimientos con los cuales la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (SETENA) está otorgando permisos para las nuevas torres de telecomunicaciones.
De acuerdo con el grupo, SETENA ha aplicado una vía rápida para otorgar las viabilidades ambientales a las torres de telecomunicaciones, en lugar de solicitar una adecuada evaluación ambiental antes de permitir la colocación de cada nueva estructura.
Los expertos afirman que en Costa Rica se puede colocar una torre de este tipo prácticamente en cualquier lugar, pues no hay reglamento o regulación alguna; y señalan la falta de preocupación de las autoridades por determinar con claridad si estas antenas tienen efectos nocivos en la salud de las personas que viven en sus alrededores.
EVALUACIÓN A LA LIGERA
El experto en evaluación ambiental, e integrante de Llamado Urgente, Allan Astorga, explicó a UNIVERSIDAD que para el trámite de la viabilidad ambiental de una torre de telecomunicaciones, SETENA aplica solamente el formulario D2.
En su criterio, el D2 es el instrumento de evaluación más ligero que tiene la SETENA, al que para el caso de estas antenas, se le añadieron una serie de requisitos adicionales, que el instrumento no contempla.
Astorga, quien ocupó el cargo de Secretario General de la SETENA, indicó que la aplicación del D2 a este tipo de construcción contraviene el propio reglamento de SETENA, el cual obliga a aplicar un instrumento de evaluación más completo: el D1.
Entre los requisitos que adicionó al formulario D2 se encuentra un “plan de divulgación”, que para los expertos, es un engaño, pues no tiene ninguna incidencia en el proceso de la viabilidad ambiental.
“La viabilidad ambiental la están otorgando en 10 días, sin consultar a la gente que tendrá la antena cerca, o a la municipalidad del lugar. El plan de divulgación queda en el papel, porque no dice en ningún lado que se deban presentar los resultados antes de que se otorgue la viabilidad”, afirmó Astorga.
En su criterio, estas torres pueden tener impactos en el paisaje, podrían poner en riesgo las construcciones cercanas si no se colocan en el lugar adecuado, e incluso se tienen dudas sobre sus consecuencias en la salud de las personas que habitan cerca.
“La Organización Mundial de la Salud tiene una opinión muy política porque no ha querido entrarle a profundidad a este tema; pero sí recomienda que para la ubicación de las antenas se consulte antes con las autoridades locales y el público. No que se consulte después de que ya se les dio el permiso”, afirmó Astorga.
El profesor universitario señaló además que los documentos en los que se da por aprobada la vialidad ambiental son firmados únicamente por la secretaria general, Sonia Espinosa, y no tienen la forma de una resolución emitida por la Comisión Plenaria, lo cual sería ilegal.
Astorga advirtió que por el tiempo en que se tarda en dar las viabilidades ambientales, está claro que SETENA tampoco está realizando inspecciones en las zonas de los proyectos.
SIN REGULACIÓN
Llamado Urgente criticó el hecho de que las autoridades del Ministerio del Ambiente, Energía y Telecomunicaciones (MINAET), así como la Superintendencia de Telecomunicaciones (SUTEL), se han concentrado en la parte técnica y económica de la apertura, sin considerar el ambiente ni la seguridad de la población.
De acuerdo con el Grupo, no existe una regulación que norme la ubicación y las condiciones en que se puede colocar dichas antenas, las cuales en muchos casos se ubican en los patios de las viviendas.
Allan Astorga reconoció que si bien no hay información concluyente sobre los efectos de las ondas que emiten estas torres, en la salud de las personas, en varios países la discusión está abierta y ya se han tomado medidas.
Enfermedades en la piel, cáncer, mal de Parkinson y abortos espontáneos, son algunos de los padecimientos que se sospecha podrían provocar la exposición continua a las ondas electromagnéticas de estas antenas.
“En Chile se dio que con la llegada de varias empresas de telefonía, empezaron a poner torres por todos lados sin control, lo que provocó el enojo de la gente y actualmente están tramitando una ley para regular este tipo de construcciones”, afirmó Astorga.
De acuerdo con el experto, países como Australia han determinado que debe haber una distancia de 500 metros entre las antenas y las zonas residenciales, mientras que en algunos estados de los Estados Unidos, se ha preferido detener la colocación de torres hasta tanto no se tengan claro los efectos de sus emanaciones electromagnéticas.
“Aquí debería, por ejemplo, determinarse un perímetro de seguridad alrededor de las torres, que corresponda al menos a la altura de cada estructura. ¿Qué pasa si una de esas torres que está en un patio se cae? Podría destruir una o varias casas y lastimar a mucha gente”, advirtió Astorga.
UNIVERSIDAD envió consultas sobre este tema al MINAET y a la SUTEL respecto de los lineamientos que cada institución debería tener sobre las torres; sin embargo, al cierre de esta edición no se recibió respuesta.
La Ministra de Salud, María Luisa Ávila, reconoció que el país no tiene una norma al respecto, e indicó que consultaría en el ministerio si se está realizando algún estudio para determinar los efectos de las torres en la salud.
“Como la información que hay sobre los efectos de las torres es especulativa, no se puede reglamentar hasta que se tenga una panorama claro. Igual se habla de posibles efectos de los teléfonos celulares, que podrían causar cáncer en el cerebro; pero como no es información demostrada, no vamos a regular el uso de los teléfonos, por ejemplo”, afirmó Ávila.
Aseguró que lo que sí se hace es una inspección en la zona del proyecto para garantizar que la estructura no ponga en riesgo a la gente.
ACUERDO DE LA PLENARIA
La secretaria general de la SETENA, Sonia Espinosa, indicó que ella no puede otorgar por sí misma viabilidades ambientales y que su firma aparece en representación de la Comisión Plenaria de SETENA.
Espinosa prefirió no referirse a más detalles y solicitó a UNIVERSIDAD que se le remitieran los documentos y consultas, para referirse a ellas durante la presente semana.
Tres mil antenas en camino
Ante la cercanía de la apertura en el mercado de telecomunicaciones, ya suman cientos las solicitudes aprobadas por la SETENA, que solo de enero a finales de abril, alcanzan las 800.
Al 26 de abril pasado, SETENA había aprobado 808 construcciones de torres, las cuales en su mayoría pertenecen a la empresa Compañía Las Torres, a las que se suman las otorgadas a Costa Pacífico Torres Ltda, Altavista Towers y Costa Pacífico Operaciones; además del Instituto Costarricense de Electricidad.
Astorga y Llamado Urgente estiman que con la apertura del sector, cerca de 3000 torres nuevas se instalarán en el país, 2000 de ellas en la Gran Área Metropolitana, por ser el lugar de mayor concentración de población.
Añadió que en agosto del año anterior, SETENA estableció este procedimiento rápido para dar la viabilidad ambiental a las torres; y desde ese mes se da una explosión acelerada en la cantidad de solicitudes.
La base de formularios D2 para este tipo de torres muestra que en el 2005 fueron aprobadas solo 54 torres, en el 2006 fueron 22, para 2007 solo seis y en el 2008 se aprobaron 23.
En el 2009, antes de agosto se habían aprobado 55 torres, mientras que después del citado mes y hasta diciembre, se aprobaron 185 estructuras.
Ante esta avalancha de solicitudes aprobadas, el grupo de académicos llamó la atención a las comunidades y las municipalidades, para que revisen con sumo cuidado los permisos de construcción de estas antenas.