Cerca de la 1 a. m. del domingo 14 de diciembre, organizaciones que siguen las negociaciones pidieron más compromiso y justicia climática. Menos de dos
horas después se firmó el acuerdo. (Crédito: Adopt a Negotiator.) (Foto: Adopta Negotiator)
Conferencia en Perú del 2014 llegó a acuerdos tibios y pospuso decisiones claves.
Este año debe negociarse un nuevo tratado mundial sobre emisiones.
Tras alcanzar un tibio acuerdo en la cumbre climática celebrada en diciembre pasado, los países del mundo inician el 2015 contra el tiempo, mientras navegan una apretada agenda para negociar un nuevo tratado mundial sobre emisiones y desarrollo limpio que logre poner tope al calentamiento global.
La cumbre climática del 2014 (COP20), celebrada en Lima, Perú, cumplió con acuerdos mínimos y postergó las grandes decisiones al próximo diciembre, presionando un proceso de todas formas lento y frágil.De este modo, la promesa de alcanzar un tratado mundial a finales del 2015 dependerá de la capacidad de los negociadores de alcanzar en once meses los acuerdos que han esquivado durante años.
Desde la formación de la Convención Marco contra el Cambio Climático de Naciones Unidas (CMNUCC), hace 21 años, las naciones firmantes buscan cómo contener el efecto invernadero y el aumento de la temperatura en el planeta.
Un primer acuerdo, firmado en 1997, acordó restringir emisiones contaminantes, pero solo de los países industrializados. Aun así, potencias como Estados Unidos no suscribieron el acuerdo, aparentemente incómodo porque economías emergentes como China o India no estaban obligadas a cumplirlo.
En 2012, los países firmantes de la convención determinaron que el mejor mecanismo para lograr su objetivo era un documento legalmente vinculante para todas las naciones del mundo y que debía ser firmado en la reunión anual del 2015, que se celebrará en diciembre en París (COP21) .
Para evitar chascos de última hora –en la cita de 2009, en Copenhague, Dinamarca, la falta de consenso frustró un intento de llegar a un acuerdo–, una de las misiones de la cumbre climática de Lima era avanzar el borrador para este documento.
Al cierre de la reunión, se acordó un texto provisional de 38 páginas, pero la mayoría del documento quedó sin consenso. Este limitado progreso pone más presión sobre el avance en los primeros meses del 2015.
Ahora, los negociadores climáticos tienen menos de un año para limar las asperezas y encontrar los puntos en común para firmar un acuerdo en París. De no lograr limitar las emisiones de gases contaminantes, el calentamiento global transformará el planeta en una sitio inhóspito para el ser humano.
La jefa de la delegación tica, Giovanna Valverde, reconoce los retos para el 2015, pero asegura que los acuerdos alcanzados permiten avanzar al proceso.
“De los retos que siguen, definir el ex ante (la revisión previa de las contribuciones) y asegurarnos un compromiso mucho más tajante y concreto de los países desarrollados en financiamiento, para ver cómo llegamos a los $100.000 millones para el 2020. Esto puede ser uno de los puntos medulares”, señaló Valverde, funcionaria de Política Exterior de la Cancillería.
LIMA Y PARÍS
Más de 3.000 delegados llegaron a Lima para la conferencia anual de la CMNUCC, que estaba planeada para desarrollarse entre el 1 y 12 de diciembre. Finalmente, la reunión se extendió hasta la madrugada del domingo 14.
El acuerdo final de Lima contiene los elementos necesarios para que el proceso siga su camino. En la ruta hacia París 2015, cada país debe declarar públicamente qué reducción de emisiones se compromete a hacer. En Lima se acordó el formato que deben seguir estos compromisos.
“Lo más importante fue poder lograr un borrador de texto de negociación para poder avanzar hacia el acuerdo de país”, explicó Valverde.
Sin embargo, activistas de las principales organizaciones observadoras rechazaron el acuerdo y lo calificaron de «poco ambicioso», pues deja por fuera elementos importantes acerca de cómo se financiará la lucha contra el cambio climático y cuáles esfuerzos harán los países desarrollados para apoyar a los más pobres y vulnerables.
“La COP20 en Perú no logró un acercamiento adecuado ni equilibrado que permitiera coordinar una acción climática global para suplir las necesidades de la ciencia y las comunidades”, dice un comunicado conjunto enviado en diciembre por Greenpeace, WWF, Oxfam, Amigos de la Tierra y Christian Aid.
Los activistas señalan que la apatía de todos los países del mundo convirtió a Lima en una cumbre menos exitosa de lo que pudo haber sido.
“Hubo una serie de intercambios entre países desarrollados y aquellos en vías desarrollo. El resultado es que el resto del texto se ha vuelto significativamente más débil en cuanto a las reglas para el próximo año y cómo lograr acción y ambición climática”, dijo a UNIVERSIDAD el coordinador de Cambio Climático de Care International, Sven Harmeling.
El documento aprobado se bautizó “Llamamiento de Lima para la Acción Climática” y establece que los países presentarán antes de octubre sus compromisos nacionales de reducción de las emisiones de gases, pero su texto está lleno de lenguaje poco comprometedor, con verbos como “urge” o “invita”.
URGENCIA
El primer intento de firmar un documento legalmente vinculante se materializó en 1997, cuando entró en vigencia el protocolo de Kyoto. Este acuerdo tenía una meta clara: limitar las emisiones de los países industrializados entre 2008 y 2012, con la esperanza de tener otro acuerdo después de que terminara.
Al fallar las negociaciones de Copenhague, en 2009, se extendió el protocolo en el papel hasta 2020, pero como pocos países lo han ratificado no ha entrado en vigor. Costa Rica es uno de los que no han dado su aval legislativo al segundo período.
Uno de los objetivos de la Convención es limitar el calentamiento global. Basados en estudios científicos, los países determinaron que la temperatura promedio del mundo no puede aumentar más de 2°C, el incremento identificado como límite para evitar cambios catastróficos en la Tierra.
Sin embargo, pese a las reuniones anuales, el avance ha sido escaso. Aunque la CMNUCC fue firmada en 1992, las emisiones de gases de efecto invernadero han seguido creciendo.
En 2014, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos determinó que la concentración de gases de efecto invernadero del 2013 era 34% superior a la de 1990. En el siglo XX, el planeta se calentó en promedio 0,8°C por el excesivo uso de carbón, gas y petróleo desde el inicio de la Revolución Industrial.
A inicios del 2015, la Asociación Meteorológica de Japón reveló que el 2014 ha sido el año más caliente desde que se tienen registros sobre la temperatura anual, en 1891.
¿Quién paga?
Bajada: Uno de los elementos más importantes del acuerdo que negocian los países es el financiero. Históricamente, los países desarrollados han aportado el grueso del dinero con que se combate el cambio climático en el mundo.
La lucha climática no es barata. Pasar de una economía basada en combustibles fósiles a una que utilice energías renovables, como la solar o la eólica, requiere inversiones importantes, algo que países en vías de desarrollo no siempre tienen a mano.
En 2010 los países desarrollados se comprometieron a crear el Fondo Verde del Clima, donde aportarían $100.000 millones antes del 2020 y, a partir de esa fecha, $100.000 por año.
Sin embargo, el flujo hacia el fondo ha sido bajo. Desde su creación, los ingresos han sido apenas superiores a los $10.000 millones, meta que se habían puesto los países para hacerlo operacional.
Lucha climática
Desde hace más de 20 años, los países del mundo se agrupan en la Convención Climática de la ONU y el proceso para luchar contra el cambio climático ha sido lento.
1990
La ONU empieza negociaciones para crear una convención de cambio climático
1994
La CMNUCC, firmada en 1992, entra en vigor con su primera reunión anual
1997
Firma del Protocolo de Kioto, que entrará en vigor al ser ratificado en 2005
2009
Fracasa intento de un nuevo protocolo mundial de emisiones en Copenhague
2012
Negociadores acuerdan iniciar proceso para firmar un acuerdo en el 2015
2015
Los países deben firmar un nuevo acuerdo mundial en la reunión de París
2020
El nuevo acuerdo de París debe entrar en vigencia