Tres costarricenses notables

En 1856, el presidente Juan Mora Porras decretó que el ejército costarricense debía aumentar su número a 9.000 hombres, una cantidad impresionante si se

En 1856, el presidente Juan Mora Porras decretó que el ejército costarricense debía aumentar su número a 9.000 hombres, una cantidad impresionante si se considera que era casi una décima parte de los 100.000 habitantes que tenía el país en ese entonces.

¿Quién lideraba a esos soldados? Tres hombres fueron fundamentales y los tres eran parte de una misma familia: el presidente Juan Mora Porras, su hermano el general José Joaquín y el cuñado de estos dos, el general José María Cañas.

Los tres formaron parte del grupo que lideró los ejércitos costarricenses hacia Guanacaste y Nicaragua y luego, cuando el Presidente Mora fue derrocado en 1859, fueron al exilio a El Salvador. El mismo grupo intentó recuperar el poder mediante una invasión al país por Puntarenas, pero fallaron esto.


Juan Mora Porras:

El Presidente que eligió guerrear

La carretera por la que transitaron los ejércitos costarricenses hacia Guanacaste en 1856 pasaba frente a la enorme finca de Juan Rafael Mora Porras, una larga hacienda de caña de azúcar ubicada cerca de donde ahora está San Rafael de Ojo de Agua de Alajuela. Allí tenía un gran trapiche y vendía gran parte de su producción a la Fábrica Nacional de Licores (Fanal).

Mora Porras ejercía la Presidencia de la República en 1855 cuando la amenaza filibustera se hizo más evidente y un año después lideró los ejércitos hacia Guanacaste, pero también era uno de los capitalistas más influyentes de la joven capital costarricense.

Nacido en 1814, desde joven se dedicó al comercio y llegó a ser el más grande exportador de café, desde una hacienda llamada «Francfort». A mediados de marzo de 1856 dejó la capital para unirse a su hermano y al resto del ejército, que avanzaban hacia el norte de Guanacaste.

En la primera etapa de la guerra acompañó a las tropas personalmente y la derrota a los filibusteros lo llenó de gloria. Sin embargo, en 1859 un golpe militar lo derroca y debe exiliarse en El Salvador.

Convencido de que en Costa Rica tenía un fuerte apoyo entre la ciudadanía, regresó al país en 1860 y desembarcó en Puntarenas junto a otros amigos y partidarios. Finalmente, las tropas oficiales del momento vencieron a los «moristas» en una batalla en la Angostura de Puntarenas.

Mora Porras fue fusilado el 30 de setiembre de 1860 en Puntarenas, en el lugar donde ahora se encuentra el Parque Mora y Cañas.


Jose Joaquín Mora Porras, la mente militar

Dos años menor que el Presidente Mora, José Joaquín Mora Porras siguió una carrera militar que tuvo como punto máximo el cargo de Jefe Supremo de los ejércitos aliados de Centroamérica, pero además mantuvo lazos comerciales y agrícolas mediante los negocios familiares.

Durante la Campaña Nacional, su hermano lo nombró comandante general de las fuerzas armadas costarricenses y José Joaquín fue quien ideó la estrategia militar seguida durante ambas etapas de la guerra contra los filibusteros, tanto en el teatro de Guanacaste como la toma militar del río San Juan.

En la batalla de Santa Rosa tenía la ventaja de conocer la finca y la casona, pues había pertenecido a su suegro unos años antes de la guerra. Por eso, Mora Porras pudo idear la estrategia para asaltar la hacienda y después seguir la lucha hasta Rivas.

Como general del ejército costarricense, reformó el reglamento militar e introdujo nuevas tácticas de guerra desarrolladas en Europa a inicios del siglo XIX. En su tiempo como general de brigada, encargó a Manuel María Gutiérrez la composición del Himno Nacional y entre 1851 y 1854 promovió el equipamiento de las fuerzas armadas costarricenses, haciéndolas una de las más modernas de la región.

Cuando es derrocado su hermano, José Joaquín lo acompaña al destierro en El Salvador y luego también formó parte del grupo que tomó Puntarenas e intentó reconquistar el poder. Luego del fusilamiento de su hermano Juan Rafael en esa ciudad, el gobierno lo envía de vuelta al exilio en El Salvador, donde muere dos meses después.


José María Cañas, un salvadoreño con alma tica

La carretera que ahora comunica San José con Alajuela se llama General Cañas, a pesar de que este militar no tomó esa ruta durante la Campaña Nacional: estaba ya un paso adelante.

En noviembre de 1855, cuando era evidente que el grupo de filibusteros de William Walker tenían intenciones poco santas, el presidente Juan Mora Porras envió a José María Cañas a la ciudad de Liberia para que reforzara el departamento de Moracia (actual Guanacaste). Antes de esa asignación, Cañas había sido el jefe militar de Puntarenas desde 1850.

Nacido en El Salvador en 1809, la vida de Cañas en Costa Rica inició en 1840, cuando llegó al país junto a Francisco Morazán. Aquí contrajo nupcias con Guadalupe Mora, hermana de Juan y José Joaquín Mora Porras. Así, los tres hombres cruciales en las decisiones militares de la Campaña Nacional estuvieron unidos bajo una misma familia.

Sirvió como general durante la guerra contra los filibusteros y, luego de un conflicto con Nicaragua después de la Campaña, firmó tres tratados con esa nación para definir los límites entre ambos países. El último acuerdo, el Cañas-Jerez, se mantiene vigente hasta la fecha.

Cañas salió del país hacia su natal El Salvador al ser derrocado Juan Mora Porras en 1859 y luego tomó Puntarenas junto con los hermanos Mora en 1860. Fue fusilado el 2 de octubre de ese año, luego de que las fuerzas «moristas» cayeran frente a los oficialistas.



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