En Caña Fístula tienen su propio sistema de acueductos a pesar de que Jean Michel Souc insiste en que le brindan agua a esa comunidad. (Foto: Katya Alvarado)
En el país operan alrededor de 1500 acueductos comunales. Abastecen a más de un millón de personas, que representan el 27% de la población total. Pero muchos de estos sistemas surgen exclusivamente con el fin de brindar líquido a desarrollos inmobiliarios.
Las Asadas privadas coexisten con los acueductos comunales, así lo reconoce el representante de este sector ante la Junta Directiva de AyA, Rolando Marín.
Marín preside la Unión Nacional de Acueductos Comunales (Unac), y asegura que no hay un dato exacto de la cantidad de sistemas de abastecimiento de agua potable que nacieron con el fin exclusivo de beneficiar desarrollos inmobiliarios.
“Si se hace un estudio en las zonas periurbanas uno se va a encontrar que la mayoría de urbanizaciones tienen sus propias Asadas”, consideró Marín.
Él representa a los acueductos locales ante AyA, por lo que Marín estuvo presente en la sesión de la Junta que avaló el funcionamiento de la Asada de Altos de Pinilla y Cebadilla. Acueducto que se constituyó para el uso de un inversionista en Santa Cruz de Guanacaste.
“En el país no tenemos la figura de acueducto privado, por lo que habría que detallar la denuncia y además conocer el criterio técnico que permitió el permiso”, expresó Marín.
Marín opinó que en las sesiones de Junta se revisan muchos convenios de delegación de Asadas, por lo tanto no se puede ahondar sobre el proceso de obtención de permisos.
“Las sesiones de Junta son muy cortas y debemos ver muchos permisos, no podemos entrar en detalle por lo que nos fiamos en el criterio técnico que nos permite dar el aval”, manifestó Marín.
El presidente de Unac reconoce la necesidad de corregir dicha anomalía. “Hay que fortalecer a las Asadas”, mencionó Marín, quien agregó que se debe controlar el otorgamiento de los permisos para la constitución de los acueductos.
Incluso en la provincia de Guanacaste es un secreto a voces la existencia de Asadas que son administradas por inversionistas.
Miguel Obando, representante de la Asada de Huacas, en Santa Cruz, reconoce que anteriormente las denuncias sobre estos temas no han sido tomadas en serio.