La Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) emitió este miércoles un comunicado en el que asegura que es “esperable” tener de 4 a 6 casos de la bacteria Clostridium Difficile cada mes en el Hospital Monseñor Sanabria de Puntarenas, pero evitó referirse al manejo del brote que se presentó este año.
El comunicado se hace luego de que UNIVERSIDAD revelara en su edición de esta semana que durante el 2014 se han presentado 51 casos de personas infectadas con esta bacteria en ese centro médico, de las cuales 22 fallecieron y aún falta determinar cuáles muertes fueron ocasionadas directamente por la bacteria.
En el comunicado, el doctor Roy Wong, de vigilancia epidemiológica de la CCSS, asegura que en condiciones normales, es esperable que puedan llegar a darse entre cuatro a seis casos de Clostridium en ese centro médico.
Sin embargo, el comunicado no se refiere a los “picos” de infección que se presentaron en los meses de febrero y marzo cuando se registraron ocho pacientes con la bacteria, ni de lo ocurrido en el mes de septiembre cuando se reportaron 12 casos.
Parte del personal médico y de aseo del Monseñor Sanabria se queja de no haber recibido información sobre este brote hasta hace un par de semanas, mientras que los pacientes y visitante del hospital tampoco fueron alertados nunca de la situación.
Wong aseguró que es esperable que todo hospital tenga clostridium y aseguró que es improbable tener cero casos al mes.
La CCSS asegura que al día de hoy solo hay un paciente infectado con Clostridium en el centro médico, quien se encuentra aislado y con visita restringida. El lunes anterior el director del hospital, Randall Álvarez, reportó a UNIVERSIDAD la presencia de dos personas aisladas y una que había sido dado de alta ese día. En total se registran 6 pacientes infectados durante el mes de noviembre.
En el comunicado, Álvarez hace un llamado a que se extremen las medidas de seguridad durante las visitas al hospital, y pide cumplir con el lavado de manos antes y después de las visitas, evitar el ingreso de alimentos escondidos y no subirse a las camas de los pacientes.
“La comunidad debe estar tranquila por los demás pacientes hospitalizados, pues el personal está muy preocupado y ocupado en el control de la infección, sin embargo necesitamos el apoyo de la comunidad para mejorar el control”, afirmó Álvarez.