Managua, 20 noviembre (DPA) – El consorcio chino HKND y el gobierno de
Nicaragua se declararon hoy preparados para iniciar a fines del mes
próximo la construcción de un canal interoceánico que unirá el Mar
Caribe y el Océano Pacífico, a un costo de $50.000 millones.
Así lo informaron autoridades de HKND y de la Comisión del Gran
Canal al presentar públicamente detalles del megaproyecto, incluyendo
estudios de ingeniería, de impacto ambiental, económico y social, en
una sesión maratónica estimada en más de diez horas de duración.
El subdirector general de construcción de HKND, Kwok Wai Pang,
anunció que el proyecto se iniciará con obras perimetrales, como
carreteras y puertos para recibir y movilizar maquinarias y equipos
que serán traídos a Nicaragua desde China y otros países.
Kwok dijo que la ruta escogida para la vía interoceánica fue
ligeramente modificada a fin de preservar los manglares en la zona
del Pacífico sur, razón por la cual el puerto Brito no se construirá
sobre las costas sino que será un “puerto interior”.
Por su parte, Zhu Xiaoya, representante del presidente de HKND,
Wang Jing, aseguró que la empresa china está “comprometida con los
principios de legalidad, transparencia y justicia” y que los estudios
se han realizado “de forma científica y rigurosa”.
Zhu desestimó las críticas de distintos sectores al proyecto, y
sostuvo que “el canal será un gran éxito” y “mejorará el nivel de
vida de millones de nicaragüenses”, además de que se construirá bajo
los más altos estándares profesionales y cumpliendo las normas
internacionales.
El presidente Daniel Ortega entregó en 2013 a Wang Jing una
concesión para construir y gestionar el megaproyecto hasta por un
período de 100 años, decisión criticada por diversos sectores del
país.
El secretario ejecutivo de la Comisión del Gran Canal, el
estadounidense Paul Oquist, dijo que la construcción arrancará el 22
de diciembre próximo, aunque luego el vocero del canal, Telémaco
Talavera, aclaró a periodistas que la fecha de inicio será el 24 del
mismo mes.
Oquist, también asesor de Ortega, afirmó que el gobierno “siempre
va a estar en control del avance del proyecto”, en aparente alusión a
las críticas de líderes ambientalistas que temen que el canal
provoque daños ecológicos irreversibles a Nicaragua.
Dijo que el canal costará de $40.000 a $50.000 millones y
generará 50.000 puestos de empleo en la etapa de construcción, además
de unos 200.000 empleos indirectos en áreas como infraestructura,
transporte, restaurantes y hoteles.
Agregó que se prevé contratar mano de obra local para construir un
poblado o asentamiento humano donde habitarán unas 140.000 personas
involucradas en la construcción del canal.
Entre otras novedades, se anunció que el megaproyecto incluye la
construcción del lago artificial Atlanta, en la región del Caribe
sur, y que un nuevo aeropuerto internacional se localizará en la
sureña provincia de Rivas.
Otros componentes serán zonas francas, centros turísticos y
fábricas diversas, así como un puerto marítimo en la zona surcaribeña
conocida como Punta Gorda.
El canal interoceánico será una zanja de 278 kilómetros de
longitud, de los cuales 105 cruzarán sobre el lago Cocibolca (sur),
partiendo a la mitad el territorio nicaragüense.
Thomas Koen, de la empresa bélgica SBE, informó que se construirán
dos esclusas de 525 metros de largo, 80 metros ancho y 25 metros
de profundidad, así como piletas de almacenamiento de agua del lago,
uno de los más extensos de América, de 8.000 kilómetros cuadrados.
El vocero Talavera aseguró que durante los trabajos de dragado del
Cocibolca no se utilizarán explosivos sino una técnica “amigable” de
extracción de sedimentos, y sostuvo que las poblaciones indígenas que
habitan en la reserva Indio Maíz (sur) no se verán afectadas.
“Vamos a proteger la reserva y a construir el canal con el menor
impacto ambiental y el mayor impacto social y económico. Este será un
canal ambiental”, subrayó.