La ceremonia del traspaso de poder ha previsto todos los detalles pero el flamante presidente Luis Guillermo Solís anunció que romperá el protocolo para recibir el saludo de la gente que se congregará, en las afueras del Estadio Nacional, para celebrar el acto formal de investidura del nuevo jefe del Poder Ejecutivo y el inicio del cambio que le encomendaron en las urnas.
El nuevo Presidente de la República, el número 47, recibirá la banda presidencial de manos de la ex presidenta Laura Chinchilla y será juramentado a las doce mediodía en el Estadio Nacional, donde se realizará la ceremonia de cambio de mando, a la que asistirán 22 mil personas.
Las delegaciones oficiales de gobiernos amigos y organismos internacionales, que han arribado al país para acompañar a los costarricenses en el cambio de gobierno superan las 120, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores, una muestra de la simpatía que generado Solís a nivel internacional.
El primer mensaje durará 30 minutos y, sin adelantar su contenido, Solís dijo a la prensa que será «inspirador» y se centrará en la ruta y en las líneas generales de hacia dónde quiere conducir al país.
En sus primeras acciones, el Mandatario firmará un decreto para intervenir la red vial nacional, nombrará al director de la imprenta nacional -para que se puedan publicar los acuerdos de Estado- y junto con sus ministros y presidentes de instituciones autónomas, firmará un compromiso ético, con el pueblo y los invitados extranjeros que lo acompañarán, como testigos.
En los días previos a la toma de posesión, Solís reiteró que será fiel al mandato de las urnas para que su gobierno actúe con transparencia y de cara al pueblo y se aboque a generar procesos de diálogo y negociación en la Asamblea Legislativa.
Adelantó algunas líneas de su ruta cuando dijo que va a impulsar y aprobar iniciativas para reactivar la producción y el mercado internos, reorientar el crédito accesible a los productores nacionales, mejorar la infraestructura vial del país y la legislación en pro de los derechos humanos.
Los primeros desafíos que tendrá que enfrentar el nuevo Presidente le imponen encontrar la fórmula que le permita gobernar con fluidez ante una Asamblea Legislativa en la que la fracción oficialista no tiene mayoría, son 13 los diputados del Partido Acción Ciudadana y la mayoría simple es de 29 votos.
El otro reto es no defraudar a los electores que le han encomendado la difícil tarea de sanear la administración pública, que incluye remover funcionarios, revisar salarios y pensiones de privilegio, abrir procesos administrativos a ex funcionarios comprometidos con actos de corrupción y llevar hasta las últimas consecuencias los procesos judiciales o administrativos contra los responsables de la crisis institucional que afecta al país.
Las delegaciones extranjeras que asistirán al traspaso de poderes, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores, superan las 120 entre representaciones oficiales de gobierno, de organismos internacionales y de organizaciones de diversa índole, una muestra de la simpatía que ha generado a nivel mundial el nuevo mandatario costarricense.
En la ceremonia estarán presentes el Príncipe de Asturias Felipe de Borbón, y los mandatarios de El Salvador, Salvador Sánchez, de Panamá, Ricardo Martinelli, Guatemala, Otto Pérez, Ecuador, Rafael Corella, República Dominicana, Danilo Medina, Bolivia, Evo Morales, Honduras, Juan Orlando Hernández y el ex secretario general de la OEA Enrique Iglesias.
Otras delegaciones oficiales de alto nivel serán las de Argentina, Brasil, México, Venezuela, Colombia, Perú, Uruguay, la Unión Europea y otros países y organizaciones que enviaron delegaciones oficiales al traspaso de poder. 8 presidentes.
Además de los grupos artísticos y los más de 20 mil ciudadanos que asistirán, se espera la afluencia de público en las afueras del Estadio Nacional, por eso el nuevo presidente aseguró que no descarta romper el protocolo para caminar entre la gente y recibir el saludo de los costarricenses.
