«Estamos profundamente conmocionados», afirmó hoy en Melbourne el director Ejecutivo de la agencia de la ONUSIDA, Michel Sibidé. «La muerte de tantas personas comprometidas con la lucha contra el virus del sida es una gran pérdida para el movimiento», afirmó.
Por el momento no está claro cuantos de los 283 pasajeros del avión viajaban a la conferencia, aunque según medios y asociaciones podría llegar a un centenar.
Como reconocimiento a los fallecidos se ha decidido que la Conferencia Mundial se celebre como estaba previsto, informó la Sociedad Internacional sobre el Sida.
Entre los fallecidos se encuentra Joep Lange, uno de los más reputados investigadores sobre el sida.
«Todos los datos indican que estaba en el avión, junto a su compañera Jacqueline van Tongeren», afirmó un portavoz del Hospital Universitari de Ámsterdam, aunque la institución quiere aguardar a que Malaysia Airlines dé a conocer la lista de pasajeros. Mientras, algunos amigos de Lange informaron sobre su fallecimiento en Facebook.
Lange, nacido en Holanda en 1954, investigaba desde 1983 sobre el sida. Era conocido sobre todo por su papel al frente de proyectos relacionados con terapias con medicamentos y también investigó sobre como evitar la transmisión del virus del madres a hijos.
Publicó cientos de artículos en revistas científicas y entre 2002 y 2004 presidió la Sociedad Internacional sobre el Sida. Entre 1992 y 1995 dirigió también un programa de la Organización Mundial de la Salud para el desarrollo de medicamentos contra el sida.
«Si podemos llevar Coca-Cola y cerveza frías a las regiones remotas de África, no debería ser imposible hacer lo mismo con medicamentos», dijo Lange durante la Conferencia Mundial del Sida de 2002, en Barcelona.
Actualmente estaba al frente del departamento de Salud Global del Centro Médico de la Universidad de Ámsterdam.
Entre los fallecidos está también Glenn Thamas, uno de los portavoces de la Organización Mundial de la Salud (OMS), según informó hoy la organización.