La presidenta Laura Chinchilla firmó este martes una directriz con la cual ordena a todos los ministerios reducir sus gastos contemplados en el Presupuesto Nacional 2011.
Según indicó el ministro de Hacienda, Fernando Herrero, el Gobierno pretende ahorrar cerca de ¢20.000 millones, como parte del Plan Nacional de Sostenibilidad Fiscal.
Herrero indicó que la directriz se aplicará a los recortes que menos incidan en la prestación de servicios o en la ejecución de programas sociales.
Los ministerios tendrán que tomar medidas como congelar plazas vacantes y no abrir nuevas plazas; tampoco podrán suscribir nuevos contratos de dedicación exclusiva, ni sustituir vehículos para uso de jerarcas que tengan menos de cinco años de haber salido al mercado.
El Gobierno autoriza a las entidades públicas para que vendan todos los activos que resulten ociosos, innecesarios o suntuarios, para utilizar el dinero recaudado en inversión para la misma institución.
En el caso de subpartidas como transporte en el exterior, viáticos, alimentos y bebidas, gastos de publicidad, gastos de representación, textiles y vestuarios, deberán reducirse en un 20%.
Otra de las medidas será el establecimiento de tarifas para la prestación de algunos servicios, procurando que los montos establecidos no limiten el acceso de las personas con menos ingresos.
Herrero aseguró que la medida aplica solo al gobierno central, pero se invita a las instituciones autónomas, empresas del Estado, universidades estatales y demás poderes de la República, a que establezcan sus propios planes.
El Ministro explicó que para este año la recaudación tributaria se estima en un 13.7% del Producto Interno Bruto, lo que obligará al Gobierno a endeudarse por un monto de ¢800.000 millones, lo que representa un 4% del PIB.
El jerarca de Hacienda urgió a los diputados para que se apruebe lo antes posible la reforma fiscal, pues aseguró que cada día que pasa sin la implementación de este plan, el país se endeuda en ¢1.370 millones.