El “retiro” o encuentro privado que iban a sostener los presidentes y delegados que asistieron a la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) fue suspendido ante la insistencia de Nicaragua de mantener al independentista puertorriqueño Rubén Berríos al frente de su delegación.
El retiro es un espacio que se utiliza en este tipo de cumbres para que los presidentes puedan en privado profundizar sus intercambios, pero la delegación nicaragüense insistió en mantener a Berríos como parte de su delegación y hacerlo participar de este espacio.
Según afirmó el presidente Luis Guillermo Solís en conferencia de prensa, varios países expresaron su molestia por el hecho de que Nicaragua pretendiera incluir a una persona externa a este encuentro lo que al final obligó a la suspensión del mismo.
“Hicimos todo lo posible apelando a otras delegaciones que no tolerarían un retiro en esos términos, pero ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con Nicaragua, tuve que tomar la decisión de dar por terminado el retiro, para no tener un incidente con peores males”, afirmó Solís.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, se manifestó de acuerdo con la posición de Solís, pues pese a que apoya el proceso independentista en Puerto Rico, considera que la inclusión de Berríos es una violación a los procedimientos de CELAC y sienta un mal precedente.
“Se ha sentado un precedente nefasto, no podría Estados Unidos en la Cumbre de las Américas ceder el espacio a Inglaterra para hablar de las Malvinas. Con los procedimientos equivocados, se marca un precedente negativo”, comentó Correa.
Tras los incidentes y tensos intercambios que tuvo en esta cumbre con la delegación de Nicaragua y su presidente, Solís aseguró que la relación con Nicaragua “sigue igual” pues las relaciones entre países “no se rescatan ni se resuelven en el marco de pequeñas discrepancias”.