Panamá hizo lo que no lograron Uruguay, Italia, Inglaterra, Grecia, Holanda ni Paraguay. En el estadio Rommel Fernández en Ciudad de Panamá, la Selección Nacional de Costa Rica dejó ir un largo invicto de 13 partidos después de caer 2-1 frente a la selección local.
Solamente bastaron ocho minutos para que el equipo dirigido por Hernán Darío “Bolillo” Gómez desnudara las falencias de un experimento de Paulo César Wanchope, que buscó poner a un equipo muy diferente del que jugó frente a Paraguay.
Parte de este experimento incluyó alinear a Lemark Hernández y a Keiner Brown como defensas en vez de Oscar Duarte y Waylon Francis; a Esteban Alvarado en vez de Keylor Navas como portero, a David Guzmán en mediocampo en vez de Yeltsin Tejeda, y a Johan Venegas en vez de Alvaro Saborío en punta de ataque. Sin embargo, el lateral limonense fue uno de los puntos más bajos de la noche. Lució tan perdido en la cancha que ni siquiera le dejaron terminar el primer tiempo: de una vez lo sentaron para poner a Francisco Calvo a falta de medio minuto para terminar esa etapa.
También Alvarado y Brown cometieron serios errores de bulto, en especial durante una de las primeras partes más aciagas que se le recuerden a esta selección. Tanto así que mientras los nacionales se acercaron con tres remates desviados durante los primeros 15 minutos, Panamá ya había hecho trabajar a Alvarado en dos ocasiones. Y en el minuto 17, finalmente Blas Pérez recibió un pase dentro del área, para definir un remate raso con pierna izquierda que desató la alegría de la afición panameña con el primer gol del juego.
El acoso panameño continuó. El mejor ejemplo, fue una jugada de tres tiempos que se daría ocho minutos después. Primero Aníbal Godoy estrelló su remate en el poste, luego Alberto Quintero contrarremató, Esteban Alvarado tapó ese contrarremate, pero le sirvió la pelota a Luis Tejada, quien sí logró concretar y poner el segundo gol del partido.
Hasta la primera media hora, Costa Rica empezó a probar las manos del guardameta, Jaime Penedo, con remates de David Guzmán y Marco Ureña, pero tampoco fue que hubo mucha exigencia ni mucho menos, más bien ambos tiros lucieron débiles.
Ya en el segundo tiempo los panameños siguieron atacando el marco nacional durante los primeros 15 minutos, sin éxito. Sin embargo, al minuto 61 Wanchope hizo ingresar a Saborío en vez de Venegas y el gallo tapado funcionó, ya que apenas seis minutos después de su ingreso, “Sabo” aprovechó un penal contra Marco Ureña, y con remate raso y al palo derecho de Penedo puso el descuento.
Después de este momento, los costarricenses se volcaron con todo hacia el marco panameño con ánimo de empatar, sin éxito. Incluso, ya en tiempo de reposición, Deiver Vega, quien también ingresó de cambio, y Saborío, tuvieron sendos remates que el guardameta panameño tapó para asegurar la victoria canalera 2-1.
Hay que abonar que este es un partido amistoso, donde este tipo de experimentos son válidos, y que es mejor que la pérdida de invicto llegue ahora y no en plenos partidos oficiales, en especial eliminatorios al Mundial. Sin embargo se avisora que el trabajo de amalgamamiento de Wanchope de los nuevos valores con los que ya estaban requerirá su tiempo. Porque por ahora, Hernández, Brown y Alvarado quedaron debiendo, y mucho.