El Club de Fútbol Universidad de Costa Rica logró su regreso a la Primera División tras empatar a 1 en el estadio Municipal de Pérez Zeledón ante el As Puma Generaleña en el partido de vuelta de la gran final de la Liga de Ascenso 2012-2013.
De esta manera los académicos hicieron valer el 2-1 obtenido en el primer juego de la serie y la ganaron con un global anecdótico de 3 goles por 2. Y decimos anecdótico porque los universitarios hicieron 4 de los 6 puntos en disputa de esta serie finalísima, contra solo uno de los sureños, así que esto fue suficiente para obtener el ascenso por parte de los universitarios.
Ante un estadio Municipal de Pérez Zeledón totalmente abarrotado principalmente de sureños, y donde hubo de todo, hasta conatos de bronca en las gradas, los universitarios salieron a dejar el corazón en la cancha desde el inicio del compromiso. Tanto así que en los primeros 10 minutos tuvieron dos llegadas claras: una de ellas donde Leonardo Madrigal estuvo cerca del gol pero falló en el último tiro, y posteriormente, una buena jugada entre Johnathan Sibaja que habilitó a Brandon Poltronieri, y este solo tuvo que definir ante el guardameta Néstor Mena para inaugurar el marcador del partido al 10° minuto de partido, y poner el 3-1 en la serie por goles.
El equipo local empezó a empujar en aras de conseguir el empate en el juego y posteriormente en la serie tras ese gol, y luego de poner a trabajar horas extras al portero académico Neighel Drummond y demás compañeros defensas, vieron al final del primer tiempo su recompensa cuando Pablo Granados logró enviar un balón con pierna derecha que se metió dentro del paral de mano izquierda de Drummond, y así los generaleños empataron el compromiso.
Para la segunda etapa la escuadra universitaria se vio falta de piernas para intentar ataques, sus jugadores rápidamente se cansaron, no lograban recuperar los balones con facilidad, y esto los hizo víctimas de las arremetidas constantes de los generaleños; en especial Aarón Navarro, Luis González, Diego Quesada y Anthony Calvo, quienes le generaron más problemas a la parte baja académica. No obstante, la falta de calma a la hora de la puntada final hizo que las jugadas sureñas no pasaran de simples ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡uuuuuyyyyyyyyyyys!!!!!!!!!!!!!!!!!! por parte de su feligresía.
El agotamiento de algunos de sus jugadores forzó a José Antonio Giacone a mover fichas desde el minuto 64. En ese tiempo mandó a sentar a Andrés Núñez y a Brandon Poltronieri, para meter en su lugar a Joel Hall y a Gustavo Peña en aras de conseguir piernas frescas en el ataque.
El entrenador sureño Edgar Carvajal, previendo los tiempos extra, empezó a mover sus fichas más tarde, en el último cuarto de hora, cuando sentó a Rónald Salas para poner a David Solano al minuto 75, a Anthony Calvo a cambio de Leiby Umaña al 82, y a Diego Quesada para poner a Jean Carlo Carvajal al minuto 88. Sin embargo, Giacone al minuto 86 amarró el resultado sacando a uno de sus hombres en ofensiva más esforzados como Johnatan Sibaja y poniendo a Mauricio Mora.
Así, a falta de piernas, la inteligencia, la experiencia, las ganas y el llamado “factor h” de las hormonas masculinas llevaron a los universitarios a aguantar un segundo tiempo de 52 minutos (con 5 de reposición que acabaron siendo 7).
La U aprobó el examen final ante los generaleños, se graduó en la Liga de Ascenso y ahora subió a la Primera División tras una espera de solamente dos años.