Nuestro país es muy especial, un país pequeño, pacífico y sin ejército. Dios nos bendijo con un clima especial y una flora y fauna exuberante.
El territorio de Costa Rica es tan pequeño que comprende el 0.03% de la superficie del planeta y, pese a esto, se ubica entre los 20 países más ricos en biodiversidad de la Tierra, en lo que se refiere a densidad de especies.
Se cuenta con una gran extensión de mar patrimonial con gran riqueza de fauna marina. No obstante, ya dejamos de ser la “Suiza Centroamericana, término que estableció el gran humanista Mario Sancho, y que nos diferencia de otros países de Centroamérica en aspectos de desarrollo social y educación.Actualmente, Panamá nos supera en competividad y se da una mayor graduación de alumnos en secundaria. Nuestro país vive una gran crisis de valores, y el narcotráfico y el lavado de dinero han permeado a los costarricenses.
Los actores de corrupción en el sector público y privado son constantes. Se da una serie de problemáticas como la crisis de la Caja Costarricense del Seguro Social, y actualmente no está claro cuál es realmente la solidez financiera del régimen de pensiones de la CCSS, además de que hay corrientes en el nivel mundial respaldadas por organismos financieros internacionales que propician que los servicios de salud pública los administren entes privados.
No se ha enfrentado la restructuración del sector público que con más de 300 entidades y 900 programas, tiene un accionar poco ágil y no se logran los resultados adecuados para mejor el desarrollo del país.
Se debe definir sobre la situación salarial del sector público, y establecer una ley de empleo público que elimine las diferencias tan sustanciales en los salarios que se pagan en el sector público; actualmente hay más 1.300 funcionarios que tienen salarios que oscilan entre 3 millones y 30 millones.
Se debe limitar el monto de las pensiones de privilegio y mejorar las pensiones que no superan los 300.000 colones. Se debe dar una lucha frontal contra la evasión fiscal y las exoneraciones. Se ha de enfrentar con gran esfuerzo y dedicación la tríada de la pobreza, desempleo y desigualdad social.
Actualmente el nivel de pobreza es superior al 20 %, y con más de 1.100.000 pobres, muchos en pobreza extrema.
Durante los últimos 20 años no hemos podido disminuir la pobreza. Actualmente nuestro país ocupa los primeros lugares en desigualdad social y desempleo, lo cual no favorece la estabilidad social. El otro gran reto que debe enfrentar nuestro país es el déficit fiscal que alcanza un 5 % del PIB, y definir si hay una reforma tributaria progresiva y un mejor control del gasto público. Se deben fortalecer las pymes y las cooperativas y sector agrícola.
El nuevo gobierno que asuma en mayo, la tiene difícil, con una Asamblea Legislativa fragmentada, por lo que deberá dialogar y lograr consensos que lleven a Costa Rica por un rumbo que propicie el desarrollo social y el bienestar de la mayoría de los costarricenses.
Es fundamental que haya una mayor participación de los ciudadanos, es decir que los costarricenses puedan definir su propio destino.