La profesora de la Universidad de Costa Rica, Ana Guzmán, está fuera de peligro, luego de ser herida de bala el 28 de febrero durante un intento de asalto a un camión remesero en los cajeros automáticos ubicados en la Junta Administradora del Fondo de Ahorro y Préstamo (JAFAP), en el campus Rodrigo Facio.
La Escuela de Orientación y Educación Especial, donde Guzmán imparte clases, confirmó este viernes que los médicos que tratan a la profesora en el hospital Calderón Guardia descartaron daños en órganos vitales. Según la directora de la Escuela, Irma Arguedas, familiares de Guzman informaron que ella tiene una costilla fracturada y no ha sido sometida a cirugía para extraer el proyectil.
«Ella está mejor, las costillas la protegieron. No ha habido cirugía pero debe seguir hospitalizada», dijo Arguedas. Guzmán ha sido profesora de Orientación durante seis años y se preparaba para impartir un curso de evaluación en el ciclo lectivo que iniciará el 11 de marzo.
El jueves, cuatro delincuentes en dos motocicletas intentaron asaltar a tres guardias de un camión remesero que recargaban cajeros automáticos. Los vigilantes se enfrentaron a balazos con los asaltantes, que huyeron sin el botín, y en el intercambio de disparos Guzmán resultó herida cuando caminaba cerca del lugar del atraco.
El gerente de la JAFAP, Mario Arroyo, comentó que en el momento de la agresión había nueve personas dentro de los cajeros y otras seis haciendo fila. En los cabinas de los cajeros quedaron varios impactos de bala. Los sospechosos del ataque no han sido detenidos.
El vicerrector de Administración de la UCR, Carlos Araya, adelantó que el incidente evidenció la facilidad de acceso y huida que hace vulnerable el área donde se encuentran los cajeros automáticos de la JAFAP. Cerca del lugar de los hechos hay una casetilla de vigilancia que estaba desocupada en el momento del atraco. De acuerdo con Araya, la UCR ha hecho una importante inversión en seguridad, equipos y capacitación del servicio de vigilancia pero, en su opinión, lo ocurrido “es un hecho fortuito que nos debe llevar a la reflexión”, al reconocer la necesidad de implementar medidas adicionales, como la vigilancia permanente en la zona de los cajeros automáticos.
Arroyo, comentó que el 25 de febrero había tenido una reunión con el Departamento de Seguridad y Tránsito de la UCR para mejorar las medidas de seguridad en ese sitio, y lo ocurrido los obligará a acelerar los cambios.
La Oficina de Divulgación de la UCR enfatizó que en cuanto ocurrieron los hechos, los oficiales de seguridad de la Universidad llamaron a la Fuerza Pública y al Organismo de Investigación Judicial, a cuyos agentes se les permitió el acceso por la calle Villalobos, al suroeste del campus.