El presidente del Ecuador, Rafael Correa. criticó los dogmas de la economía neoclásica, a la que llamó «teoclásica», defendió que las decisiones económicas estén supeditadas a las prioridades políticas y criticó el temor al cambio tanto de los más ricos como de algunos sectores populares, en la conferencia que dictó este 8 de mayo en la Universidad de Costa Rica.
“El economista que no toma en cuenta las cuestiones de poder es un completo inútil”, así, parafraseando al economista John Kenneth Galbraith, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, describió una de los principales retos de Latinoamérica, es decir: comprender el conflicto de poderes detrás de la economía.
Este es uno de los ejes e “hitos de la Revolución Ciudadana” planteados esta tarde por el presidente durante más de dos horas con estudiantes costarricenses y ecuatorianos, autoridades y docentes universitarias en el auditorio de la Facultad de Derecho, para comunicar los principales logros del modelo que ha alcanzado su país y, fundamentalmente, la postura económica y política que ha logrado poner en práctica.
«El desarrollo es fundamentalmente un problema político. El problema fundamental es quien manda en una sociedad: las élites o las grandes mayorías, las transnacionales o los seres humanos, el mercado o la sociedad. El más grande daño que se le ha hecho a la economía es quitarle su naturaleza de economía política», explicó Correa.
Para él, política y economía son palabras que no pueden separarse. En su opinión uno de los principales problemas de nuestra región ha sido olvidar los elementos políticos que conforman la economía, transformándolos en una estructura técnica, que prioriza una concepción “teoclásica”, término que utilizó para mofarse de la concepción neoclásica de la economía.
También resaltó la inversión social, especialmente en educación y salud, como uno de los principales motores del desarrollo social. «La pobreza no es fruto de la escasez de recursos, es fruto de la inequidad», dijo en su exposición que se prolongó de las 4:40 p.m. a las 6:40 p.m.
«¿Acaso a la inversión privada no le gusta tener buenas carreteras o buena educación? resaltó para justificar esta inversión pública. “El destino de los recursos sociales demuestra las relaciones de poder en una sociedad. Si antes en Ecuador mandaban los acreedores, los banqueros… Ahora manda el pueblo ecuatoriano».
Correa también trató dos temas polémicos, que han incendiado los argumentos de algunos de sus opositores. Defendió el uso de los recursos naturales de su país para generar riqueza y reclamó que algunos de los países más desarrollados no establezcan políticas para disminuir su impacto.
«No podemos ser mendigos sentados en costales de oro» destacó, al criticar que buena parte de los países no desarrollados sean los que ejecutan las acciones de cuido por los recursos naturales.
Defendió brevemente su posición en relación con los derechos de las comunidades sexualmente diversas. «Pueden ver que (en Ecuador) la inmensa mayoría de los grupos LGTBI están con nosotros», sentenció, pese a que el mandatario aún sostiene que se encuentra en contra de los matrimonios entre personas del mismo sexo.
La conferencia fue presenciada por estudiantes, autoridades universitarias, así como miembros de Poder Ejecutivo y Legislativo.
“A la actual fracción del Frente Amplio le hacen falta (incorporar) todavía parte de las posturas del Socialismo del Siglo XXI”, comentó Jorge Arguedas, diputado del Frente Amplio. Asimismo Alberto Salom, asesor del presidente Luis Guillermo Solís, expresó que las ideas de Correa coinciden en varios aspectos con pensamientos del actual presidente costarricense.
Manifestantes avivaron discurso
En las afueras del auditorio, una veintena de manifestantes de colectivos de diversidad sexual, ambientalistas y de izquierda coreaban consignas en contra de las opiniones de Correa opuestas al matrimonio homosexual, el aborto y la extracción de recursos naturales. “Arriba abajo, Correa al carajo”, “Fascista extractivista” y “Fuera Correa” fueron algunas de las frases que avivaron el discurso del presidente en varias ocasiones.
Especialmente al inicio, antes de saludar a las autoridades, Correa se burló de las consignas comentar que “extractivistas” serían las políticas de varios de los países con gobiernos progresistas o socialistas de la región, como Chile o Cuba. Incluso calificó en varias ocasiones a estos manifestantes como la “izquierda infantil”.
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