A partir de 1995 las concentraciones de platino aumentan significativamente en los suelos de autopistas, debido a que en las décadas de los 80 y 90 es cuando en Europa empieza a implementarse el uso de los convertidores catalíticos.
Desarrollar un método electroanalítico para cuantificar platino y rodio presentes en ambientes naturales, con el fin de determinar si los están afectando, es el objetivo de un estudio que se lleva cabo en el Laboratorio de Trazas del Centro de Electroquímica y Energía Química (CELEQ), de la Universidad de Costa Rica.
Los elementos del grupo del platino, que incluyen también al rutenio, rodio, paladio, osmio, e iridio, tienen como principal característica desde el punto de vista de contaminación ambiental y de la salud humana, que son fuertes sensibilizadores, o sea que en contacto con la piel normalmente producen reacciones alérgicas de mayor o menor intensidad.
Se encuentran en muy pequeñas cantidades en el medio ambiente, en los alimentos y en los seres vivos. De ahí la importancia de establecer sus niveles naturales, antes de encontrar una relación epidemiológica con cualquier enfermedad.
USOS
Según manifestó el Dr. Carlos León Rojas, coordinador del estudio, sus principales usos están en los convertidores catalíticos con que están equipados los vehículos, la medicina, la industria química principalmente en lo que es la catálisis y fabricación de productos, electrónica, vidrio, joyería, petroquímica, etc.
Recientemente se emplean en una serie de drogas para el tratamiento antitumoral. No obstante, los pacientes que los consumen excretan una cierta cantidad de lo que se les inyecta o se les suministra, lo que va a parar al agua de desecho de los hospitales.
Resulta que en aguas de desecho de estos sitios se han hallado concentraciones que oscilan entre 38 y 210 nanogramos por litro, lo que aunque parece muy poco puede llegar hasta los tres mil nanogramos por litro en determinados hospitales especializados en tratamientos contra el cáncer.
Aún así, la principal preocupación es el uso que se les da en los convertidores catalíticos de los carros para disminuir el nivel de los gases vertidos a la atmósfera, como son los de efecto invernadero, entre ellos el monóxido de carbono, los hidrocarburos no quemados y los óxidos de nitrógeno.
Un convertidor catalítico normal contiene un 0,8% de platino y cantidades similares de paladio, así como de rodio. A pesar de que son metales inertes, los denominados nobles, también se vierten a la atmósfera y en el caso del platino se ha estimado que de cada vehículo que contiene un convertidor catalítico, salen a la atmósfera hasta 123 nanogramos por cada metro cúbico de gases expulsados, lo que podría representar entre nueve y 124 nanogramos por cada kilómetro recorrido.
En el caso de los suelos, los análisis destacan que las concentraciones de platino son relativamente bajas -en el orden de los 0,09 microgramos por cada kilogramo- pero si se analiza el suelo cercano a una autopista, aumenta un poco.
Las aguas de estas carreteras también muestran concentraciones altas, porque recogen los líquidos de las alcantarillas.
El Dr. León indicó que en nuestro país el nivel de contaminación no ha llegado a ser tan alto. Sin embargo, se requieren métodos muy sensibles para efectuar los análisis ambientales.
Por el momento se cuenta con un método de una sensibilidad extrema para determinar platino y rodio en muestras ambientales a niveles naturales, y lo que sigue es ver los parámetros de desempeño, límites de detección, cuantificación, etc.
El profesional informó que no solo se analizan aguas, sino suelos, pastos, etc., o cualquier tipo de sustancias, pero hay que optimizar las muestras y establecer los niveles para detectar situaciones problemáticas y poder resolverlas.
