El desarrollo de varios métodos matemáticos que tienen la ventaja de procesar datos más complejos, le representó al Dr. Oldemar Rodríguez Rojas la obtención del Premio Nacional de Tecnología «Clodomiro Picado Twight 2001», que otorgan anualmente los Ministerios de Ciencia y Tecnología y de Cultura, Juventud y Deportes.
Para el Jurado, su trabajo «Clasificación y modelos lineales en análisis de datos simbólicos» y el software «PIMAD-Symbolique», representan un ejemplo de cómo pueden enriquecerse y nutrirse entre sí diversos dominios del saber, en este caso las matemáticas aplicadas, la estadística y la computación, para crear desarrollos tecnológicos innovadores como instrumentos para el avance de muchas otras disciplinas.
Los métodos presentados tienen uso potencial en diversas áreas del conocimiento, facilitando el análisis de grandes bases de datos con múltiples atributos, como por ejemplo: análisis epidemiológicos, agronómicos, urbanos, de causalidad de accidentes, y aplicaciones en la toma de decisiones de negocios.
A su vez, se destacó su capacidad para crear componentes de software que podrían integrarse verticalmente con productos de empresas nacionales y darles, con ello, ventajas competitivas importantes. Estos softwares permiten la aplicación de varios métodos de análisis multivariado de datos.
Las investigaciones premiadas fueron parte del trabajo su de tesis de doctorado en la Universidad de París IX, Francia, presentado en el año 2000.
Un reconocido profesor en este campo, el Dr. Edwin Diday, quien fue su tutor, le propuso la idea de extender el análisis de datos a la estadística simbólica.
Entonces, Rodríguez generalizó tres métodos muy conocidos, como son el análisis en componentes principales, la clasificación piramidal, y el escalamiento multidimensional.
Rodríguez explicó que estas técnicas se usan sobretodo para resumir información cuando los bases de datos son demasiado grandes, de manera que sean manejables.
Igualmente es posible procesar imágenes de satélite, datos geográficos o aplicaciones a otras ciencias.
De acuerdo con el científico, estas técnicas actualmente se emplean en una nueva rama de la computación que se llama la «minería de datos», porque se pueden extraer los datos más relevantes para la toma de decisiones en una empresa.
A su juicio, no cabe duda que estas técnicas van a dar un gran aporte a la ciencia, porque van a permitir procesar datos que antes no se podían. «Con la clasificación piramidal, por ejemplo, se puede analizar una base de datos que son secuencias de ADN y que para los biólogos es muy importante clasificar. De repente y tal vez en un futuro estas técnicas les permitan a los científicos encontrar soluciones a problemas que antes no podían resolver», justificó Rodríguez.
El software que también desarrolló «PIMAD-Simbolique» y que quiere decir Programa Integrado de Métodos en Análisis de Datos Simbólicos, pasó a formar parte de un proyecto denominado SODAS (Symbolic Object Data Analysis System), el cual desarrolla un grupo de alrededor de 17 universidades europeas. Las técnicas ya se están aplicando, por ejemplo en bases de datos de bancos holandeses e ingleses.
El proyecto SODAS, de la Comunidad Económica Europea, junto a la Universidad de Costa Rica, le financiaron sus estudios de doctorado.
Rodríguez considera que el desarrollo nacional en el campo de la computación es muy importante y mencionó que ya hay empresas de software que están creciendo y produciendo.
No obstante, piensa que ahora lo importante es depurar completamente estos programas y tenerlos listos para hacer un producto comercial. En este momento, trabaja en la etapa de verificación de algunos errores y de mejorar detalles técnicos. «Eso sería interesante, porque demostraría que la misma matemática podría hacer algo útil directamente a la sociedad y no solo cosas abstractas que en el momento por lo menos no tienen aplicación directa», aseguró.
Aunque en un inicio guió su aprendizaje hacia la matemática pura, considera que por sí sola es muy árida, y por eso se definió por las matemáticas aplicadas para llevarlas a la realidad, ya que en Costa Rica hay empresas que cada vez más necesitan de ellas para resolver problemas concretos.
Según Rodríguez, este premio lo ayudó a divulgar el trabajo que ha venido realizando, pues es muy importante que el mundo se entere de las cosas que se hacen en nuestro país. «Para el Centro de Investigación en Matemática Pura y Aplicada (CIMPA), donde laboro, es también muy valioso darse a conocer, y que la gente sepa que la investigación da frutos», expresó.
Por otra parte, reconoció que la UCR les brinda el apoyo suficiente para investigar constantemente, pues en la Institución hay condiciones para hacer investigación de relevancia mundial. Igualmente, destacó la colaboración de la Oficina de Asuntos Internacionales para estudiar en el extranjero.
OTRO GANADOR
El Premio Nacional Clodomiro Picado Twight 2001 en el área de Ciencia, lo obtuvo el Dr. Rafael Edgardo Carazo Salas, de 30 años, quien prácticamente ha desarrollado su trabajo académico e investigativo fuera de nuestras fronteras.
Obtuvo su Bachillerato Universitario con Honores en Física, de la Universidad Concordia de Canada, en 1995. Hizo un Posgrado en Matemática Aplicada y Física Teórica, de la Universidad de Cambridge, Inglaterra, en 1996, y un Posgrado en Física de la Materia Condensada, Especialidad: Física y Biología, en la Universidad de Paris VII, Francia, en 1997. El año pasado se doctoró en la Universidad París VII, Francia y en el Laboratorio Europeo de Biología Molecular, de Heidelberg, Alemania.
El galardón lo obtuvo por su trabajo de investigación «Efecto-cromatina mitótico: el papel de la cromatina durante la formación del huso mitótico», divulgado por medio de publicaciones de carácter internacional que reúnen sobresalientes condiciones de originalidad, excelencia y profundidad científica.
Los resultados de su trabajo proveen información más exacta sobre el modo en el cual las células construyen su maquinaria de división, lo que constituye un aporte trascendental a la biología y a las ciencias básicas en general.
Para los especialistas, este conocimiento podría mejorar la comprensión de la causa de muchas enfermedades, por lo que abre el camino a nuevas aplicaciones médicas.
¿QUIÉN ES?
Oldemar Rodríguez Rojas, de 37 años, trabaja para la UCR desde 1986, cuando fue asistente de investigación y empezó a impartir lecciones.
Tiene un Doctorado en Informática de la Universidad de Paris IX, Francia, en el año 2000. También posee el grado de Magister Scientae en Computación, del Instituto Tecnológico de Costa Rica, en 1994.
En la Universidad de Costa Rica obtuvo su Bachillerato y Licenciatura en Matemática Pura en 1988 y en 1991, respectivamente.
En la actualidad es director del Programa de Maestría en Matemática e investigador del Centro de Investigación en Matemática Pura y Aplicada (CIMPA), de la UCR, y además es profesor de la Escuela de Informática, en la Universidad Nacional desde 1995.
Es autor de numerosos artículos en publicaciones científicas nacionales e internacionales.