En el umbral del posneoliberalismo

¿En el umbral del posneoliberalismo? Izquierda y gobierno en América Latina.Carlos Figueroa Ibarra.F&G Editores-FLACSO, 2010.EnsayoLibrería UniversitariaLa reunión fue convocada por Friedrich Hayek, quien escribiera

¿En el umbral del posneoliberalismo? Izquierda y gobierno en América Latina.

Carlos Figueroa Ibarra.

F&G Editores-FLACSO, 2010.

Ensayo

Librería Universitaria

Inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial se reunieron en Suiza, en una pequeña estación de Mont Pélerin, Milton Friedman, Karl Popper, Walter Lippman, Michael Polanyi, Lionel Robins, Ludwing Von Mises, Walter Eukpen y Salvador de Madariaga, todos adversarios firmes del Estado Benefactor europeo y del New Deal norteamericano (literalmente en castellano: «Nuevo trato».

La reunión fue convocada por Friedrich Hayek, quien escribiera en 1944 un texto denominado Camino de Servidumbre, en el que ataca cualquier limitación de los mecanismos del mercado por parte del Estado, denunciada como una amenaza letal a la libertad, no solamente económica sino también política.

Allí se fundó la Sociedad de Mont Pélerin, su meta era combatir el Keynesianismo y el solidarismo reinantes. Acababa de nacer uno de los movimientos anticomunistas más testarudos y totalitarios: el neoliberalismo.

En Estados Unidos, esta política se aderezó con una carrera armamentista global sin precedentes, de allí las intervenciones militares, golpes de estado y guerras sangrientas. Esta actitud bélica comprometió gastos militares enormes, que a la larga crearon un déficit público con costos sociales sin presedentes, fenómeno que afectó no sólo a Estados Unidos, sino a todo el mundo.

En América Latina, este modelo económico comenzaría  su nefasta cabalgata en el Chile de Pinochet: desregulación, desempleo masivo, represión sindical, redistribución de la renta en favor de los ricos y la privatización de los bienes públicos.

En Centroamérica, el neoliberalismo terminó abruptamente con las revoluciones de los años setentas, ochentas y noventas, en medio de cruentos enfrentamientos entre los ejércitos y las guerrillas, juicios sumarios, desapariciones forzadas y crímenes de lesa humanidad. La utopía igualitaria de nuevo estaba en crisis, un “Nuevo Orden Económico Internacional” estaría dispuesto a borrarla del mapa, disfrazado de Posmodernidad y Globalización. Francis Fukuyama, ideólogo del imperialismo, dilapidó cualquier otra expresión social alterna al capitalismo en aquellos momentos de gloria de la burguesía y lo expresó con aquella sesgada frase: el  “fin de la historia”.

Ciertamente la derecha creyó que con el triunfo del capitalismo la historia había llegado a su fin.

El desenlace ha sido nefasto para la mayoría de países subdesarrollados y del primer mundo. La obediencia burricia de los gobernantes no tiene parangón en la historia.  Otros países como Venezuela, Bolivia, Ecuador, Uruguay y Argentina, años atrás sumidos en la desgracia, han desatado férreas murallas para frenar semejante salvajismo.

Carlos Figueroa Ibarra sostiene en su libro que durante los últimos 30 años hemos vivido una época de vertiginosas catástrofes de paradigmas que en algún momento se postularon como destinos de la humanidad. El neoliberalismo, por ejemplo, prometió una bonanza económica expresada en altas tasas de productividad y hoy puede decirse que el crecimiento del PIB en América Latina se mide en tasas menos que mediocres.

Explica el autor, que el neoliberalismo prometió estabilidad política y la realidad nos indica que aproximadamente 16 presidentes en el continente han sido derrocados por las rebeliones populares que han provocado las políticas económicas neoliberales. También prometió democracia y los resultados no son halagadores, la corrupción descuella por todo lo ancho y largo de América Latina. Además de la represión, la pobreza aumenta día a día, así como las carencias sociales y la falta de oportunidades laborales.

Figueroa Ibarra aclara que, ante tales embestidas,  han surgido  en el sur del continente, en donde se ve con mayor claridad el fenómeno del posneoliberalismo, gobiernos que han sido la continuidad de movimientos políticos y sociales construidos en referencia crítica al neoliberalismo.

“Podemos decir con cautela que acaso estemos ante la posibilidad de un horizonte posneoliberal. O para decirlo con otras palabras: tal vez estemos en el umbral del posneoliberalismo. Lo que se construya después del neoliberalismo todavía no aparece claro y acaso es inevitable que así suceda. Las nuevas sociedades se construyen en el camino que se hace para construirlas”.

El texto en su generalidad atraviesa por varios temas importantes para entender la crisis económica, política, social y cultural que vive el mundo,  particularmente América Latina, producto de la voracidad y brutalidad con que los muchachos de Mont Pélerin, diseñaron el totalitarismo neoliberal, un pequeño mundo de dinero solamente para los ricos y un mundo enorme y eterno para matar de hambre a la mayoría de la población mundial.

 

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