Mil y una muertes
Sergio Ramírez
Novela
Alfaguara
323 pgs
Mil y una muertes es la más reciente novela publicada por el escritor nicaragüense Sergio Ramírez. Por la variedad de personajes históricos presentes en ella y por el recorrido que hace por la última parte del siglo XIX, es sin duda una novela erudita.
A la manera de su novela anterior Sombras nada más, el autor aparece como personaje que indaga en documentos con la ayuda o complicidad de algunos otros personajes para dar con la historia del protagonista. En este caso se trata del fotógrafo nicaragüense Castellón, quien, según la novela, tuvo la ocasión de fotografiar y codearse con algunas de las figuras del mundo cultural más prominentes en Francia, como Turguéniev, Chopin, George Sand, Flaubert y su mismo compatriota el poeta Rubén Darío vestido de monje cartujo.
La búsqueda lo lleva a recorrer diversos escenarios como París, Madrid, Mallorca y Varsovia, donde ocurrió una de las muertes del fotógrafo víctima de la barbarie nazi, tras haber tenido que fotografiar incluso el asesinato despiadado de su hija y yerno en un campo de concentración.
La vida y azares de Castellón se remontan a sus ancestros, pues es sobrino de un Rey Mosco y su padre fue Francisco Castellón, quien pactó con William Walker para intentar construir un canal interoceánico en Nicaragua, y pasó a la historia como traidor. La idea de este canal también lo llevó a Francia, donde conoció y ayudó a escapar de prisión a Napoleón III.
Esta novela es un gran ejercicio literario donde el autor ensaya posibilidades narrativas, hace guiños al lector en referencias a otros autores latinoamericanos y elabora una trama compleja con una rica galería de personajes.
Los diálogos del autor con sus fantasmas, como el nieto Rubén y el chofer Dominik, le fallan en ritmo y verosimilitud, sin embargo la novela se lee con curiosidad e interés y se disfruta como un texto bien escrito.