El camino recorrido por Costa Rica en 1953, al universalizar el servicio de salud de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), es el quiere empezar a recorrer Estados Unidos, con el plan de reforma del sistema de salud impulsado por el presidente estadounidense Barack Obama, el cual fue aprobado por el Congreso de esa nación.
Diane Dewar –directora del Departamento de Políticas de Salud, Gerencia y Comportamiento de la Universidad de Albany, Nueva York– expuso el pasado 27 de julio, en la Escuela de Medicina de la Universidad de Costa Rica (UCR), la propuesta de salud en momentos en que la Caja experimenta la peor crisis financiera.
Esta reforma, impulsada por Obama desde su llegada al poder en el 2009, tiene como principal premisa “la equidad y el acceso igualitario”, o sea la universalización de la cobertura de los servicios de salud, según lo dijo Dewar.
REFORMA Y CONTRASTE
El principio básico en el cual se basa la reforma es similar al sistema de salud del país, la universalidad del acceso a los servicio, pero contrasta en otros aspectos, como lo son la reducción de los costos administrativos, una regulación más precisa del ejercicio de la profesión médica y una contribución más rigurosa.
“Costa Rica ya implementa la universalidad que queremos, pero nosotros estableceremos planes de contribución más estrictos”, señaló Deward.
Mayra Cartín Brenes, directora del postgrado en Salud Pública de la UCR, resaltó que si bien la universalidad ya es un logro del país, el sistema de salud costarricense puede aprender de la reforma promovida en Estados Unidos.
“Ellos plantean el copago, que es pagar una pequeña suma por cada servicio. Nosotros tenemos un servicio donde la gente no paga nada al solicitar consulta y medicamentos. Eso es un error. Hay que ver la universalidad desde el punto de vista del copago. Mucha gente abusa del sistema pidiendo consultas y medicamentos que no necesitan”, comentó.
Cartín también se refirió necesidad de cerrar portillos para acabar con los “privilegios” que mantienen algunos como los médicos.
“Que los médicos trabajen las horas que son, que no se paguen guardias ni horas extras, que se paguen los tres turnos. Hay que entender que hay una racionalidad económica, hay que quitar privilegios”, enfatizó refiriéndose a la actual crisis financiera que atraviesa la CCSS.
CAPITALISMO E INDIVIDUALISMO
Deward recordó como el sistema de salud de los Estados Unidos tiene sus orígenes en una visión capitalista e individualista de los siglos XX y XXI, la cual dejó de lado el concepto universal de la cobertura.
“No todos tenían acceso a los servicios de salud, solo quienes tenían el poder adquisitivo para hacerlo podían acudir a un médico, los servicios son muy costosos”, reseñó la doctora, a la vez que destacó que la situación relatada es vivida por millones de estadounidenses en la actualidad.
Deward indicó que la clase media de ese país es uno de los dos sectores de la población que puede tener acceso a los servicios de salud y seguros, pese a que depende de los altos costos impuestos por las grandes aseguradoras.
El otro gran grupo lo conforman las personas mayores de 65 años y los indigentes, que están apoyados por los sistemas “Medicare” y “Medicad”, los cuales son financiados por el Estado.
Pero, detalló que en medio de estos dos grandes grupos, hay cerca de 50 millones de personas que carecen de algún tipo de seguro médico. Algunas de ellas las conforman indocumentados, o bien ciudadanos estadounidenses que no cuentan con los ingresos necesarios para costearse un seguro y demás servicios de salud.
La reforma de Obama, que empezó en el 2010 y tendrá su parte operativa y de implementación en el 2014, planea cubrir a más de 32 millones de personas que ahora se encuentran sin ningún tipo de seguro médico.