La Asamblea Legislativa aprobó en segundo debate el préstamo por $ 200 millones para las universidades estatales. (Foto: archivo)
El proyecto de préstamo por $ 200 millones que otorga el Banco de Reconstrucción y Fomento (parte del Banco Mundial) para proyectos de mejora institucional en las universidades estatales, fue aprobado el pasado 4 de junio en la Asamblea Legislativa.
Dicho préstamo forma parte de lo negociado en el convenio del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES) en el 2012, y distribuye los $ 200 millones en cuatro partes iguales entre las universidades que integran el Consejo Nacional de Rectores (CONARE).
Previo a la aprobación del proyecto en segundo debate, los consejos universitarios de la UCR y la UNED habían manifestado su molestia por la inclusión de un artículo 7, que establece como obligatorio que las universidades envíen a la Asamblea Legislativa los informes de resultados de los proyectos ejecutados con el préstamo.
El diputado del Frente Amplio, José María Villalta, presentó una moción para que se eliminara este artículo del proyecto tal y como lo solicitaron los consejos, pero esta fue rechazada por los diputados.
Posteriormente Villalta se retiró del plenario y el proyecto recibió los votos de los 46 diputados que quedaron, por lo que ahora solo debe esperar la firma y publicación del Poder Ejecutivo, para que la ley entre en vigencia.
El presidente de la FEUCR, Camilo Saldarriaga, externó la molestia que existe por parte del movimiento estudiantil con los rectores, ya que se aprobó este proyecto a pesar de las advertencias hechas por dos de los consejos universitarios.
Los rectores aseguraron que el artículo 7 no violenta la autonomía universitaria como lo argumentan los consejos, pues los diputados tienen la potestad por ley de solicitar una información que es pública, y devolver el proyecto a comisión para modificarlo significaba su “entierro” en esa administración.
Saldarriaga criticó al rector Henning Jensen, pues asegura que este inicialmente apoyó la posición del Consejo de eliminar el artículo, pero luego emitió su propio pronunciamiento, en el que indicaba que no era viable ni necesario eliminar el cuestionado artículo.