“Creo que se debe establecer un sistema de contratación que permita el control de calidad del trabajo que realizan los funcionarios, que se midan las metas y logros alcanzados”.
Jorge Murillo, director del órgano, considera que es necesario garantizar sostenibilidad financiera de la Universidad.
En noviembre pasado, el rector de la Universidad de Costa Rica, Henning Jensen, lanzó un campanazo de alerta sobre un posible déficit presupuestario este año si no se toman las medidas necesarias en cuanto a la política de salarios, empleo e inversión.
Ante este anuncio, el análisis y discusión de cuáles son las vías adecuadas para evitar la crisis económica no se han hecho esperar, y el Consejo Universitario es uno de los principales órganos que tiene en sus manos la toma de acciones.Dada esta situación, UNIVERSIDAD conversó con el director del Consejo Universitario, Jorge Murillo, quien fue enfático en que más que buscar la reducción de los –mal llamados pluses salariales, lo que buscan es realizar un análisis de fondo de toda la estructura salarial que funciona en la Institución, la cual podría ser poco sostenible en un corto período.
Desde su punto de vista, ya es hora de establecer verdaderas categorías salariales y no un salario base para todos los puestos, al cual se le agregan año tras año y de forma automática, porcentajes de escalafón, anualidades y otros componentes que, además, no tienen ninguna relación con el desempeño que realizan los funcionarios.
De cara a una posible crisis presupuestaria en la Universidad de Costa Rica, anunciada por la Rectoría, ¿cuáles son las acciones que tomará el Consejo Universitario?
–Nosotros hemos solicitado los estudios que existen para determinar si en realidad la Universidad está de cara a un déficit presupuestario, pues no podemos afirmar que así sea hasta que tengamos todos los estudios y análisis pertinentes.
El Consejo va a entrar a un proceso de análisis de toda la estructura salarial de la UCR. Solicitamos distintos documentos y estudios que diversas fuentes han realizado y, a partir de febrero, el Consejo entrará a estudiar el tema de la situación presupuestaria, de manera global, para verlo desde una visión más macro e institucional, buscando el mejor equilibrio para la entidad.
En un informe de 2013 de la Contraloría Universitaria, se determinó que el pago por anualidades consumía el 30,5% del gasto en salarios en el sector docente y 31,54% en el sector administrativo. ¿Analizará el Consejo Universitario rebajar el porcentaje de las anualidades que se paga a los funcionarios, que alcanza el 5,5%, para reducir el impacto en el presupuesto?
–Existe una preocupación específica por el incremento que se dio hace unos años de las anualidades, las cuales pasaron del 3% al 5,5%. Hay quienes aseguran que este podría ser un disparador del déficit presupuestario dentro de unos cinco o diez años.
Para decir que el 5,5% de anualidades va a significar un debacle en las finanzas de la UCR, yo tengo que tener bases sólidas, no puedo afirmarlo porque me parece o se me ocurrió. El que realmente tiene estudios y que, según nos ha informado, tienen estas resoluciones es el Rector, nos lo ha mostrado en el plenario. Ante las afirmaciones que se reproducen, lo que queremos es analizar los escenarios, ver los informes que tenemos de varias fuentes y sobre esa base visualizar las medidas que deben tomarse.
Pero no podemos decir que son estrictamente las anualidades las que están causando esta situación, aquí el tema es analizar toda la estructura salarial.
¿Le corresponde al Consejo Universitario determinar el incremento o reducción de las anualidades?
–Hay posiciones encontradas y algunos aseguran que no le compete al Consejo definir el aumento o reducción de este componente salarial.
Ahora bien, como el aumento de las anualidades fue una decisión de Consejo Universitario, pues le corresponde al órgano decidir cualquier cambio al respecto.
¿Existen posibilidades de que se baje el porcentaje de las anualidades?
–En estos momentos, no tenemos una propuesta concreta, sino que solicitamos a la Contraloría un estudio sobre el régimen salarial en su conjunto, con todos los aspectos que competen al salario de los empleados de la Universidad y allí determinaremos el peso que tienen las anualidades en el presupuesto. Por el momento, no hay una posición definida al respecto.
Desde su punto de vista, ¿cuáles aspectos de la estructura salarial deben analizarse a fondo para garantizar la sostenibilidad financiera?
–El problema con la estructura salarial es que el salario base es igual para todos y a partir de él se le agregan diversos porcentajes, de acuerdo con la categoría profesional de cada funcionario, los cuales son considerados como pluses, que en la práctica no lo son, sino que responden a condiciones que se ha ganado el trabajador.
Desde mi punto de vista, hay distorsiones; debería existir un salario base por categoría profesional y no un salario base único, de manera que los porcentajes que se deban agregar sean más puntuales.
¿Cuáles considera que serían las acciones más factibles para evitar una crisis financiera?
–Yo planteo que se cambie la estructura salarial, con reconocimiento de méritos profesionales y académicos; deben eliminarse los aumentos automáticos como los escalafones. Por ejemplo, a los docentes se les paga por producción académica, pero debido a la estructura salarial, aunque no cumpla con ese requisito, el incremento lo recibe de forma automática. Ahora, esto no es una posición del órgano colegiado, sino mi opinión.
Creo que se producen desbalances porque no se reconocen todos los méritos.
También creo que se debe establecer un sistema de contratación que permita el control de calidad del trabajo que realizan los funcionarios, que se midan las metas y logros alcanzados, puede ser a través de una evaluación de desempeño; que el reconocimiento vaya de la mano con el desempeño y el grado de producción para pagar los “pluses” universitarios.
¿En estos momentos, la normativa vigente permite que se condicione la aplicación de pluses?
–No, en estos momentos no es así. Yo me puedo sacar un 10 o un 5 en la evaluación de desempeño y esto no afecta en nada a mi salario. Claro está que se trata de un cambio que requiere de mucha discusión y análisis porque toca el salario de la gente.
¿Debe mejorar la UCR sus políticas de austeridad y transparencia, de cara a una posible crisis financiera?
–Definitivamente, como institución pública, está en la obligación de mejorar sus principios de austeridad y transparencia, y usar los recursos de una mejor manera. Se debe realizar un análisis interno para establecer medidas concretas que permitan la reducción del gasto, pero este no tiene que estar amarrado a presiones externas, sino que debe salir desde adentro.
Datos:
- Entre 2010 y 2013, los salarios base nominales han crecido en un 7,6%.
- Al finalizar el 2015, la Institución debería tomar ¢227 millones de recursos acumulados para rellenar el déficit en sus finanzas.
- En 2013, las anualidades consumían 30,5% del gasto en salarios de docentes y 31,54% de administrativos.
