La incertidumbre acompaña la ubicación física del proyecto “Cine Universitario” (CineUCR), que tiene más de 20 años de funcionar en el auditorio Alberto Brenes Córdoba de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica (UCR).
CineUCR es un espacio gratuito para que estudiantes, docentes, administrativos y público en general asistan a funciones de cine no tradicional, ligadas a temas sociales, económicos, culturales y de entretenimiento.
El 28 de noviembre del 2014, el vicerrector de Acción Social, Roberto Salom, recibió una notificación donde se indicaba la suspensión del espacio del proyecto para el segundo semestre del presente año. Esto por la construcción del nuevo edificio de Derecho, programada para este 2015; además, dicha notificación indica que el auditorio Alberto Brenes únicamente se podría utilizar durante el primer semestre.
“La Facultad de Derecho no puede decirle al Cine Universitario (que) salga. Si hay una decisión procesada institucionalmente, donde se indica que el uso del auditorio se va a clausurar para todo el mundo, en tal caso Derecho nos comunica con la debida antelación para buscar otro lugar. Pero el Cine nunca va a clausurar. Si se tiene que trasladar, se traslada; pero si el auditorio sigue en funcionamiento, el Cine no se mueve”, afirmó el vicerrector Salom.
Asimismo, recordó que en una reunión, el 14 de noviembre del 2014, con la jefa administrativa de Derecho, Rosa Lía Guerreo, y la vicedecana Olga Marta Mena, se dijo que el auditorio iba a ser utilizado como bodega.
“Lo que ha habido es una comunicación de la Facultad de Derecho de que ellos pretenden, con la construcción, utilizar el auditorio como bodega en un determinado momento. Pero como se sabe, los auditorios no los administran las facultades, pues son de uso institucional”, alegó Salom.
MALA INTERPRETACIÓN
Alfredo Chirino, decano de la Facultad de Derecho, expresó que la Facultad está consciente de su posición administrativa y que el oficio respondía a una instrucción inicial para el 2015, cuya decisión no dependía de Derecho.
“Nosotros nunca hemos cuestionado el hecho de que el auditorio no es de uso exclusivo de la Facultad. Niego profundamente haber pedido el desalojo de alguien. Deseo dejar claro lo siguiente: primero, el cine es una iniciativa fundamental de la Universidad que vale la pena impulsar, apoyar y respaldar; lo segundo es que ha habido una mala interpretación. A nosotros nos dieron la instrucción inicial de que no podía haber actividad, ni académica ni ningún otro tipo, debido a los trabajos constructivos en este perímetro pues son riesgosos para los transeúntes. Por lo tanto, tampoco iba a haber actividades en el auditorio, pues aunque no lo van a botar, estará dentro de la zona de construcción”.
De igual forma, Chirino aclaró que la futura administración del auditorio no dependerá de la Facultad, debido a que el traslado al viejo edificio de Ciencias Sociales −durante la remodelación, entre el 2016 y 2017− les quitará la potestad de gestionar el recinto.
Omar Chavarría, encargado de proyectos de la Oficina Ejecutora de Planes de Inversiones (OEPI), sostiene que el auditorio puede seguir funcionando en completa normalidad y que el perímetro de trabajo no llega hasta el sitio.
“No veo por qué el auditorio deba dejar de funcionar. El auditorio no se va a tocar, puede seguir funcionando, puesto que las remodelaciones están enfocadas en el edificio de Derecho”, puntualizó.
La construcción del nuevo edificio de Derecho se desplazará para el 2016 y aún se está analizando la ubicación del Cine Universitario y si se involucrará o no al auditorio.
De lo que se está seguro, según Salom, es de las proyecciones fílmicas de ese programa, de su continuidad y permanencia, independientemente del lugar a donde se tenga que trasladar.
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