Estudiantes del Laboratorio de Química fueron protagonistas de los videos elaborados por la máster Sonia de la Cruz. En la foto Joel Jiménez (al fondo) y Jairo Vargas, Nicole Creed Morera y Kimberly Adden Pinnock (de izquierda a derecha) de la Sede del Caribe. (Foto: cortesía de Sonia de la Cruz.)
Las escuelas de Química y Comunicación de seis sedes de la Universidad de Costa Rica (UCR), coordinadas por la profesora de Comunicación Colectiva Sonia de la Cruz, elaboraron una serie de videos que servirán de apoyo para el Laboratorio de Química General I, el cual cursan hasta 2.000 estudiantes por semestre.
“Esta serie de videos les permite tanto a docentes como a asistentes ilustrar diversas técnicas de laboratorio que son muy difíciles de describir en un salón de clase sin
el equipo involucrado, en especial porque en la mayoría de las ocasiones el grupo de estudiantes a quienes se les explica la técnica no conoce el equipo”, escribió la profesora Heilen Arce, coordinadora del curso, en un comentario acerca del proyecto.
Este es uno de los primeros cursos que reciben estudiantes de las áreas de Ciencias Básicas, Ciencias de la Salud, Ciencias Agroalimentarias e Ingeniería, al ingresar a la Universidad,
muchos de los cuáles no tuvieron en el colegio una formación en química.
El proyecto es un ejemplo de trabajo conjunto entre dos disciplinas, y fue realizado con el apoyo de la Vicerrectoría de Docencia. Según De la Cruz, en total se elaboraron 16 videos que abarcan temáticas desde seguridad hasta aspectos teóricos específicos de los contenidos del curso.
PRODUCCIONES ADAPTADAS A LA UCR
La iniciativa nació de la preocupación de que los profesores no tenían materiales para utilizar con sus estudiantes. En el pasado, lo que hacían era descargar videos extranjeros; pero a pesar de que podían funcionar, eran ajenos a los alumnos. “No es lo mismo que tener productos adaptados a nuestra realidad”, aseguró De la Cruz.
La comunicadora explicó que se realizaron grupos focales con estudiantes, asistentes y profesores del laboratorio, de manera que el producto final naciera de la colaboración de estos grupos.
De estas sesiones se desprendieron conclusiones como la alta repitencia y, por lo tanto, demanda que tiene el curso, el gran porcentaje de cristalería que se pierde y la falta de material didáctico para las clases.
También era un objetivo del proyecto lograr unificar los contenidos que se imparten en todas las clases, en todas las sedes de la Universidad.
El equipo de producción se trasladó a seis de las sedes universitarias donde se imparte el laboratorio. Iban a las clases a hablar con los estudiantes sobre lo que querían y elegían a aquellos que deseaban a participar en la grabación como protagonistas o como extras.
“En este momento, los estudiantes son muy audiovisuales, se aburren con solo el profesor hablando. En la Escuela de Comunicación hicimos un censo para ver cómo aprenden y se informan los estudiantes y vimos que leen rapidísimo el video”, resaltó De la Cruz.
Arce describió la importancia de estos materiales porque además de explicar conceptos difíciles de ilustrar de otra manera y deja claros algunos procedimientos que, de ser realizados de manera incorrecta, “pueden poner en riesgo la salud del estudiantado”.
Los 16 videos fueron producidos en tres versiones: en HD, para computadoras modernas, otra en SD (el tamaño más usado en video y televisión) y una tercera para
dispositivos móviles.
De la Cruz rescató que la locución, así como otras partes del proceso, se realizaron gracias a la colaboración ad honorem de estudiantes tanto de Comunicación como del laboratorio.
La comunicadora espera que sus productos afecten positivamente el curso y explica que solamente falta definir cómo y cuándo van a ser distribuidos a los nuevos estudiantes. La profesora tiene nuevos proyectos con la Escuela de Química en camino; esto demuestra el éxito de este primer acercamiento.