Curso de Humanidades dejó satisfechos a los estudiantes de primer ingreso

El modelo universitario que contempla las Humanidades se estableció el 4 de marzo de 1957.

“Me pareció que el curso de Humanidades fue bastante interesante. Siento que se aprendieron bastantes cosas sobre temas que pueden usarse en una conversación cotidiana, e incluso nos brindó herramientas para argumentar en algunos temas”, comentó Sofía Meza Herrera, estudiante de Ciencias de la Comunicación Colectiva de la Universidad de Costa Rica (UCR).

UNIVERSIDAD hizo un sondeo entre distintos estudiantes que reciben cursos de la Escuela de Estudios Generales (EGG), los cuales se mostraron satisfechos con los contenidos y la estructuración del curso. En general, sienten que se cumplió con el objetivo pedagógico de integrar tres materias bajo una misma línea de pensamiento, que trasciende los tecnicismos de otras disciplinas.

La misión de la Escuela de Estudios Generales es brindar a sus estudiantes una formación humanística, que complemente los conocimientos propios de cada carrera. Para ello imparte Cursos Integrados de Humanidades, Seminarios de Realidad Nacional y se complementan con otras actividades que fomentan un desarrollo humano integral, tales como la actividad artística, la actividad deportiva y el repertorio.

¿Cómo funciona la EEG?

El curso integrado de Humanidades atiende a más de 2.500 estudiantes de primer ingreso cada semestre; se divide en cuatro materias: Filosofía y pensamiento, Historia de la cultura, Comunicación y lenguaje, y Guía académica, materia en la que se integran los tres (o cuatro, en el caso de la modalidad participativa) profesores y se enseña el proceso para desarrollar un trabajo de investigación, con el fin de generar conocimiento.

Más de 170 profesores trabajan para esta unidad académica en los distintos cursos. Al ser una estructura tan grande, ha optado por desarrollar distintas comisiones que cumplen con las necesidades de la Escuela y del estudiantado.

Los planes de estudios están formulados de forma tal que el docente puede optar por seguir líneas generales o aportar a la clase su propia perspectiva sobre el tema.

Siempre que se implementa un nuevo plan, se debe esperar un mínimo de tres años para determinar si fue o no exitoso y, con los resultados, valorar reformas pertinentes.

Un caso interesante es cuando convergen profesores de mayor experiencia y algunos nuevos –por lo general interinos–, “logran combinar lo mejor del pasado con lo mejor del presente”, dijo Hernán Mora, coordinador de la Comisión de Docencia de dicha Escuela.

Consultado en torno a si se evalúa a los profesores y la satisfacción del estudiantado, Mora explicó que hay personas que se quejan de la exigencia de los profesores, lo cual es un efecto colateral de la libertad de cátedra.

Fue enfático en que no suelen darse conflictos entre los estudiantes ni entre los estudiantes y los profesores. Como la mayoría

de cursos son impartidos por tres o cuatro profesores, entre ellos “crean un equipo demasiado sólido” para poder resolver las situaciones que se presentan, pero no es común que haya reclamos.

Al pedírsele criterio a la Asociación de Estudiantes de Estudios Generales (AEEG), esta decidió pronunciarse como grupo y no designó un vocero. En este sentido, informaron que han percibido comentarios negativos de parte de los estudiantes, no tanto sobre el contenido, sino respecto a la dinámica de las clases.

Si bien se han presentado quejas de los estudiantes hacia profesores, estas suelen publicarse en redes sociales y no han tramitado ninguna queja formal, consulta o proceso oficial.

Para Mora, la pasividad de algunos estudiantes podrían incidir en que no planteen quejas, en caso de sentirse insatisfechos por alguna razón.

Lo anterior coincide con lo dicho por la AEEG, la cual mencionó que percibe poca participación de estudiantes en las distintas actividades que organizan. Además, agregó que suele recibir pocas visitas en el cubículo que le sirve de sede, que es un espacio a disposición de cualquier estudiante que lleve un curso de Humanidades.

Respaldo

Por otro lado, Lorena Kikut, jefa de la Sección Técnica de Evaluación Académica del Centro de Evaluación Académica (CEA) de la UCR, no existe ninguna normativa que obligue a las distintas escuelas a evaluar a sus profesores, por lo que queda a decisión de cada unidad académica hacer las evaluaciones correspondientes.

Cabe mencionar que el CEA es el órgano al que le competen los procesos referentes a la acreditación de las carreras, los ajustes a los planes de estudios, la implementación de nuevas carreras y la evaluación de los docentes en la UCR.

“En el caso de que una escuela decida evaluar a sus profesores, el CEA puede brindar todo el apoyo necesario para realizar el proceso”, comentó Kikut al referirse al hecho de la que la Escuela de Estudios Generales carece de evaluaciones periódicas para sus docentes.

En el 2013, la Escuela llevó cabo una evaluación general, “ya que muchos profesores lo solicitaron”, recordó Hernán Mora. “Como era de esperar hubo algunas observaciones, pero en general salió bien calificada”, añadió.

Esta fue una experiencia piloto y, aunque haya asuntos por remediar, queda a criterio de cada profesor solicitar una evaluación para sí mismo, puntualizó.

Escuela de Estudios Generales de la UCR.

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