Tres abogadas elaboraron una novedosa versión de la Constitución Política.
Elena Fallas, Marina Ramírez y Llihanny Linkimer redactaron una versión novedosa de la Constitución Política.
La última versión de la Constitución Política de Costa Rica, anotada, concordada y con jurisprudencia constitucional fue publicada en mayo.
La investigación realizada para redactar dicho texto dejó en evidencia carencias en la administración de la justicia.
Así lo aseguraron sus autoras Elena Fallas, Marina Ramírez y Llihanny Linkimer, quienes revisaron las actas de la Sala Constitucional desde 1999 y hasta el 2004, las clasificaron y sistematizaron, para finalmente extraer la jurisprudencia que se incluye en ellas.
El texto reúne las más recientes resoluciones de la Sala, las anotaciones de las actas de la Asamblea Nacional Constituyente en que se discutió la creación de cada artículo y las leyes y convenios relacionados.
Se incluyó como anexo un recuento histórico que data la forma en que fue estipulado cada artículo de la Carta Magna en 1949 y las reformas hechas a cada uno.
De acuerdo con Ramírez, esta nueva versión servirá para saber cuál derecho se violenta en determinada situación, qué ha dicho la Sala IV al respecto y qué expectativas hay con una acción presentada, para así aprovechar mejor los recursos de la justicia.
La abogada aclaró que deben tenerse en cuenta que las resoluciones anteriores de la Sala no son vinculantes, pues ésta puede cambiar su criterio y por eso es necesario tener en cuenta que la jurisprudencia incluida es producto de los antecedentes y no un precedente para marcar el accionar de este órgano.
DEMASIADO PODER
Respecto a la investigación de fondo, las investigadoras señalaron que después de analizar las resoluciones, resulta evidente que la Sala IV ha dejado poco a poco de emitir nueva jurisprudencia, ya que «en muchos casos sencillamente se copian decisiones anteriores y se cambian sólo los nombres de los afectados».
También indicaron que algunas de las recientes acciones se salen del rango de acción que le otorga su posición en el Estado. «A la Sala le ha encantado ser la más popular y por eso se ha involucrado en asuntos que no le corresponden,» consideró Elena Fallas.
Un ejemplo de esto es que tiene el poder de detener una acción llevada a cabo por uno de los tres poderes, aunque no debe indicar cómo se debe hacer; pero según reveló la investigación, hasta ha indicado a la Asamblea Legislativa la forma correcta de redactar un texto.
Linkimer declaró que lo más peligroso de esto es que la popularidad de dicha Sala le ha dado tanta fuerza que podría considerarse el Primer Poder de la República.
«Lo que la Sala dice es santa palabra y eso atenta contra la democracia, es demasiado poder en manos de siete personas que no se eligen por votación popular,» afirmó Fallas.