Enfermedades Tropicales y Clostridium difficile fueron centro de atención

El CIET y el LIBA ofrecieron una serie de conferencias para exponer sus más recientes investigaciones.

En conmemoración de los 35 años de la Facultad de Microbiología de la Universidad de Costa Rica (UCR), el pasado 27 y 28 de julio se llevó a cabo el III Simposio del Centro de Investigación en Enfermedades Tropicales (CIET) y el I Ciclo de Conferencias en Clostridium difficile, del Laboratorio de Investigación en Bacteriología Anaerobia (LIBA).

La actividad tuvo lugar en el auditorio de la mencionada Facultad y su objetivo fue mostrar avances y resultados de las investigaciones que el CIET y el LIBA vienen trabajando.

El CIET, por su parte, expuso diferentes enfermedades tropicales, por ejemplo: brucella y dengue; mientras que el LIBA se centró en la bacteria anaeróbica Clostridium difficile.

El especialista Rodrigo Mora Rodríguez describió la plataforma de análisis quimiosensibilidad tumoral, como base para la investigación en terapia personalizada del cáncer.

De igual manera, investigadores del CIET expusieron sobre la respuesta hormonal contra el virus del dengue, los avances en el conocimiento de las rickettsias en Costa Rica y el desarrollo de una vacuna fluorescente contra la brucelosis. Cerró esta primera etapa Fernando García Santamaría, con su conferencia “Pseudomonas aeruginosa: descifrando el genoma de una súper bacteria”.

Un día después, el turno fue del LIBA, con su amplia investigación sobre la bacteria Clostridium difficile, conocida en nuestro país por sus fuertes brotes en diferentes hospitales estatales en años pasados.

Sobre este tema, Evelyn Rodríguez Cavallini fue la encargada de brindar una caracterización general del microorganismo, cuya toxina origina enfermedades gastrointestinales que comprenden desde una diarrea relativamente benigna y de resolución espontánea hasta una colitis seudomembranosa grave, que pone en peligro la vida.

Clostridium difficile tiende a desarrollarse cuando se reciben antibióticos, debido a que los fármacos alteran la microflora entérica normal y provocan el crecimiento excesivo de estos microorganismos dentro del cuerpo o que el paciente sea más vulnerable a la adquisición de bacterias presentes en el ambiente.

Por su lado, Carlos Quesada Gómez describió las cepas que se han generado en Costa Rica de Clostridium difficile, definiéndolas como autóctonas.

Posteriormente, Manuel Villalobos Zúñiga, de la Unidad de Infectología del Hospital San Juan de Dios, ofreció un testimonio de los trabajos diarios que se llevan a cabo en la institución hospitalaria, para el control de la bacteria en los pacientes, pues las esporas de Clostridium difficile son difíciles de eliminar y pueden contaminar el ambiente durante muchos meses, a no ser que se apliquen medidas estrictas de limpieza y mantenimiento.

El cierre de la actividad le correspondió a dos médicas australianas, Priscilla Johanesen y Dena Lyras. Johanesen impartió una conferencia acerca de los elementos móviles en Clostridium difficile, en tanto que Lyras detalló la epidemiología de la bacteria y su resistencia a antibióticos.

 

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