Un grupo de expertos en biología, microbiología y enfermedades infecciosas consideran que Costa Rica no está bajo seria amenaza de un brote del Virus del Nilo Occidental, el cual ha aparecido en varias ciudades de los Estados Unidos y Canadá durante las últimas semanas.
La enfermedad, sin embargo, sí le fue diagnosticada a un paciente costarricense, quien en apariencia contrajo el virus a finales del 2010 (Ver nota adjunta).
El foro sobre la situación actual del Virus del Nilo en Costa Rica reunió a especialistas en biología y salud el pasado jueves 20 de setiembre, en el miniauditorio de la Facultad de Microbiología.
A la actividad asistieron como panelistas las doctoras Adriana Troyo Rodríguez y Eugenia Corrales Aguilar, del Centro de Investigación en Enfermedades Tropicales de la Universidad de Costa Rica; el doctor Juan Villalobos Vindas, infectólogo del Hospital México; y el doctor Gilberth Barrantes Montero, profesor de la Escuela de Biología.
Aunque no se sabe con certeza cuántos casos del virus del Nilo se han reportado a nivel mundial, sí se conoce el año y sitio del primer caso diagnosticado: 1937 en Uganda.
Los principales síntomas que ocasiona son fiebre, dolores de cabeza, cuerpo y ojos, y en algunas ocasiones se produce un brote en la piel del tronco y extremidades. En los casos más severos, se desarrolla una enfermedad catalogada como neuroinvasiva, que puede causar meningitis, encefalitis y una parálisis parcial similar a la ocasionada por la poliomielitis.
Según se explicó en el foro, menos del 1 % de los pacientes desarrolla un cuadro de tipo neuroinvasivo y la tasa de mortalidad de este tipo de casos es de un 9 %.
Una de las particularidades del virus del Nilo es la dificultad para detectar su presencia en la sangre de los pacientes, pues se encuentran en poco número dentro del torrente sanguíneo de las personas afectadas. Se ha notado que la enfermedad se presenta más en hombres de zonas rurales de altas temperaturas, y que factores como la edad avanzada, el alcoholismo, la diabetes y otras enfermedades crónicas agravan los síntomas.
En Estados Unidos, el brote actual ha ocasionado alrededor de 3000 contagios y un aproximado de 130 muertes. Este virus se encuentra principalmente en aves y ciertas especies de mosquito la trasmiten a los humanos.
Estos dos últimos factores son los que podrían causar cierto riesgo a la población costarricense, porque el brote actual en Norteamérica está coincidiendo con la temporada de migración de aves hacia Centro y Suramérica, que se extiende de agosto hasta octubre.
Además, la especie de mosquito que podría más fácilmente transmitir el virus del Nilo a humanos, el Culex quinquefasciatus, es de tipo sinantrópico. Es decir, este insecto suele convivir con los seres humanos, está en zonas urbanas de Costa Rica y suele encontrarse en aguas estancadas y sucias.
Sin embargo, el biólogo Gilberth Barrantes aseguró que existen varios factores que podrían disminuir el peligro de que se produzcan cifras importantes de casos del virus del Nilo en Costa Rica: alrededor de la mitad de los pájaros que migran hacia el sur mueren y las aves que logran completar el viaje permanecen muy poco tiempo en el país.
Otros factores positivos a considerar son la poca humedad que está experimentando el bosque seco del país, lo cual disminuye la población de zancudos. Y, según recuerda el biólogo, no se han producido muertes masivas de aves en Costa Rica.
Doctor confirma caso de virus en el 2011
El doctor Juan Villalobos Vindas, infectólogo del Hospital México, describió en el foro el caso más reciente de un paciente diagnosticado con el virus del Nilo. El hombre de 48 años, vecino de Nicoya, habría contraído la enfermedad durante un viaje de pesca en el lago Corral de Piedra, en las cercanías del río Tempisque, a finales del 2010.
Durante los siguientes días, el paciente comenzó a experimentar los síntomas propios de la enfermedad: dolor de cabeza, cuerpo y ojos, y fiebre. A mediados de diciembre, le habían diagnosticado un dengue. Sin embargo su condición empeoró con un serio malestar estomacal y una pérdida de la capacidad para comunicarse y para levantarse de la cama.
En la actualidad, las vacunas contra el virus del Nilo están en etapas de estudio y diagnóstico. Para tratar la enfermedad se recomienda seguir las mismas indicaciones de reposo e ingesta de fluidos. Posteriormente, el afectado fue recuperando sus habilidades motoras y de comunicación.