Candidato a la rectoría afirma que el éxito de la próxima administración depende del resultado de la negociación de los fondos para las universidades.
Una mayor flexibilidad en la administración de las universidades, combatir la interinidad y reformar el currículo en la Universidad Nacional (UNA), es parte de la propuesta del economista Leiner Vargas, como aspirante a la rectoría de esa casa de estudios.
Vargas disputará la rectoría de la UNA el próximo 4 de junio ante otras tres tendencias que se han propuesto dirigir la institución durante los próximos cinco años.
¿Qué tema será prioridad de llegar a la rectoría de la UNA?
– El gran reto de esta universidad, y de todo el sistema universitario público es profundizar en la calidad, en el contenido de lo que hace, en la pertinencia hacia lo sociedad.
El primer tema es la necesidad de actualizar nuestros estatuto, hacerlo dinámico para enfrentar los desafíos con una estructura más flexible, que rinda cuentas de cara a la sociedad y más democrática.
Nuestro movimiento es consciente de que para construir una universidad a futuro necesitamos conversar, conciliar y ser capaces de articularnos todos sobre un modelo que ya de por sí nos está imponiendo trabas.
¿Qué valoración hace de la administración de Olman Segura como rector?
– La anterior gestión ha tenido claroscuros, y él tendrá que responder en el futuro sobre aspectos en donde me parece que comprometió a la institución.
Hay cosas buenas y programas exitosos, como el programa “UNA campus sostenible”, como los programas de desarrollo tecnológico. Yo mismo contribuí a ellos cuando fui vicerrector, en la modernización de la infraestructura y la distribución tanto en el campus central, como en las sedes.
La gran deuda de la administración es la parte académica.
¿Cuál es su propuesta respecto a la regionalización de la UNA?
– La institución tiene tres grandes nichos de sedes, en el norte tenemos dos campus, otros dos en Liberia y en Nicoya, y en el sur las sedes de Pérez Zeledón y Coto.
Estamos en los lugares correctos, pero la estrategia académica en estos lugares dista de ser la correcta. Debemos ser capaces de rediseñar la oferta académica de las regiones, que los programas de estudio no sean copias de las carreras en la sede central, necesitamos más investigación comprometida con el desarrollo regional y más extensión universitaria.
No queremos más centralismo, sino una universidad que haga pie al nombre que lleva, que es una universidad nacional, no centrada en Heredia.
Creemos que es absolutamente necesario un medio de comunicación digital para la UNA, televisión digital y una radio digital, y eso debe de estar asociado con un compromiso de difusión de conocimiento.
¿Eso significa que va a rescatar el proyecto de ley para que se otorguen frecuencias de televisión y radio a la UNA y al Instituto Tecnológico?
– Así es, y vamos a cambiar el periódico “Campus”, para convertirlo en un semanario que no cuente la historia de lo que hace el rector, sino lo que hace la universidad.
Aspiramos a que esta universidad se involucre con los problemas nacionales. Si hay que estar del lado de alguien, que sea del que tiene soluciones y en eso vamos a ser muy claros, no se trata de comerse el uno o al otro bando, sino legarle conocimiento a la sociedad.
¿Qué propone a la comunidad estudiantil?
– Les estamos ofreciendo una palabra que es respeto. Esperamos que la próxima administración logre pasar en el congreso y la Asamblea Universitaria un acuerdo para que el voto universal de los estudiantes en las asambleas universitarias.
Queremos una cultura de rendición de cuentas de cara al estudiante para fomentar también una sociedad en donde no se le trate como botín político que se compra con un viaje al exterior o con una computadora.
La institucilón tiene que tener moral y debe pasar a las aulas y escuchar a los estudiantes.
Vamos a luchar también el tema de las fotocopias, pues creemos que las personas tienen derecho a acceder a sus publicaciones para estudiar.
¿Qué piensa de la negociación del FEES?
– El FEES es un tema complejo, hemos advertido que la negociación debió darse antes del periodo electoral, y antes de la campaña misma. La rectoría no ha sido suficientemente firme para enfrentarse al Gobierno en momentos claves.
¿Eso se debe a la cercanía del rector con el partido de gobierno?
– Ahora sería fácil culparlo a él, aunque todos tuvieron parte en esa culpa: uno se dedicó a hacer su campaña electoral, otro a buscar un ministerio. Se puede jugar con una camiseta, pero no con dos.
En el caso de la UCR, tiene una situación una situación financiera más difícil, que la pone en desventaja frente a las otras instituciones.
Cada quien tiene su cuota de culpa, hasta el rector anterior de la UNED, quien no fue lo suficientemente claro ni firme en sus posiciones.
La UNA está preparada para afrontar la situación financiera, con un crecimiento a la base del piso superior al 6%. Podemos generar una condición sana financiera y hacer universidad para los próximos 5 años.
El éxito de la próxima administración depende de una sana negociación del FEES.
