La motivación de la población adolescente hacia el estudio es el compartir con el grupo de iguales, según lo destaca el mencionado libro. (Foto: archivo ODI, solo con fines ilustrativos)
La problemática que enfrenta la población adolescente del país requiere de intervenciones tempranas por parte de las instituciones encargadas, con un abordaje integral que facilite las condiciones y oportunidades para su desarrollo, según lo señala una publicación titulada “Sistematización del taller diagnóstico intersectorial de la situación adolescente en Costa Rica”.
Este documento fue elaborado por Jessica Mac Donald, con el apoyo del Programa Interdisciplinario de Estudios y Acción Social de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia (PRIDENA), de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Costa Rica (UCR), de la Asociación Costarricense de Adolescencia y Juventud (ASCAJU) y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS).
En la publicación, se integra toda la información analizada en el taller “Diagnóstico intersectorial de la situación adolescente en Costa Rica”, que se efectuó en la UCR en junio del 2011.
Entre sus conclusiones, destaca la necesidad de romper paradigmas e incidir en los determinantes de las situaciones que afectan a la población adolescente, de manera conjunta con los actores.
Asimismo, reconoce que las investigaciones que incluyen este sector de la población tienen diferentes debilidades; por ejemplo, no se han establecido prioridades, se utilizan diferentes grupos de edad que no facilita la comparación de datos, no hay continuidad en los estudios y no se retoman mediciones anteriores para evaluar tendencias y la evolución de los problemas.
SITUACIÓN DE LA ADOLESCENCIA
Según los datos aportados por esta publicación, un 15.7% de la población del país tiene entre 12 y 19 años (725 971), un 48% son mujeres y un 52%, hombres.
Una quinta parte de esa población no asiste a ningún centro educativo, persiste la desmotivación para el estudio —tanto en hombres como en mujeres— y dos de los detonantes para el abandono del colegio son la pobreza y el desempleo.
Si bien el documento reconoce que el sistema educativo trabaja para aumentar la retención estudiantil en la secundaria diurna, señala que la calidad de la educación primaria es determinante del éxito en la secundaria en la zona rural; la asignación de subsidios no tiene la intensidad ni la focalización para combatir la deserción en colegios de bajo desempeño; las pocas capacidades de los docentes en la aplicación de estrategias pedagógicas pertinentes para la población adolescente, y la necesidad de ampliar la cobertura de la educación técnica.
Por otra parte, un 13% de la población entre los 12 y los 19 años está trabajando —en servicios domésticos o en tareas informales— y un 20.8%, con edades entre los 13 y los 19 años, tiene sobrepeso y obesidad, sin distingos de la zona en que habiten.
Según la Encuesta Global de Salud Escolar del 2009, una cuarta parte de la población adolescente mantiene relaciones sexuales y los estudios revelan una tendencia a la iniciación sexual temprana en la población escolarizada.
De igual manera, más de una cuarta parte de los hombres y más de una tercera parte de las mujeres —con edades entre los 15 y 17 años— tienen pareja; un 23.8% de ellas está casada o en unión libre y un 3.1% de los hombres de esa edad vive en unión libre.
En la relación con el consumo de drogas en este sector, la publicación revela una tendencia a incrementarse entre la población estudiantil; incluso hay algunos colegios en los que se han detectado problemas de delincuencia juvenil, ligada a la venta y trasiego de drogas.
El licor es la droga lícita más buscada por al menos el 50% de la población de secundaria estudiada por el Instituto sobre el Alcoholismo y la Farmacodependencia en el 2009 (que incluyó estudiantes de sétimo, noveno y undécimo) y la marihuana, la droga ilícita más usada.
En cuanto a violencia, indica que menos del 15% de los jóvenes vive situaciones de violencia en su hogar y cuando esta ocurre, predomina la violencia psicológica. Casi una tercera parte de los hombres adolescentes ha participado en peleas en el colegio.
Mientras tanto, el inicio temprano en las nuevas tecnologías de la comunicación y de la información aumenta la competencia técnica a la población adolescente: empero genera riesgos y disminuye su capacidad de autocuidado y del cuidado de otros. Sin distingo de género, reconocen que emplean el celular y la Internet con fines sociales y de entretenimiento.
