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En la UCR actualmente hay veinte estudiantes de ocho pueblos indígenas del país.
La Universidad de Costa Rica (UCR) intenta abrir espacios de trabajo y conocimiento a comunidades indígenas para propiciar el acceso y permanencia de estudiantes de estas poblaciones en la vida universitaria.
Por medio de la oficina de Extensión Cultural, la Vicerrectoría de Investigación desarrolla el proyecto “Miradas Indígenas”, con la ayuda de los mismos estudiantes de esas comunidades que estudian en las universidades públicas del país. Este trabajo pretende facilitar la inserción de estudiantes indígenas y sensibilizar a la comunidad académica ante las particularidades culturales de esa población.
El proceso comenzó en el 2011 con el proyecto “Pueblos y territorios indígenas” en el que se llevó cabo el I Convivio Indígena Universitario. El convivio significó un proyecto pionero en la proceso de encuentro y análisis de la situación de esta población estudiantil.
El éxito de este convivio se concretó en la creación de la Federación Indígena de Estudiantes (FIE), que en la actualidad cuenta con unos 50 integrantes de distintas universidades estatales.
Según Yoni Arias, encargado del proyecto dentro de la oficina de Extensión Cultural, en 2013 la situación cambia, y se ignora la idea de “multiculturalismo neoliberal” para dar paso a la visión de un grupo de estudiantes que han sido parte y han sufrido las limitaciones para el ingreso a la Universidad.
Ya no se toma a los estudiantes como sujetos aislados, sino que se toma en cuenta que provienen de una comunidad con un bagaje histórico, con una serie de reclamos políticos. De esta manera, el estudiante asume un papel activo no solamente para ellos, sino para su comunidad y otros jóvenes que van a venir.
Para este año, se llevó a cabo un proyecto audiovisual, donde se plasman las visiones de diversos estudiantes, jóvenes, hombres y mujeres que de las diferentes comunidades indígenas, donde se puede demostrar las diferentes condiciones de las comunidades indígenas y como, en palabras de Arias, “no se puede homogenizar a estas comunidades, pues hay particularidades en temas como el idioma y situaciones políticas”.
Estos trabajos, según señala Yoni Arias, representan una serie de retos a nivel institucional, la manera en que se debe llegar a trabajar con las comunidades, cómo hablar con personas que han tenido problemas políticos y de racismo durante toda su vida, así como la situación de los estudiantes de secundaria que podrían haber sufrido matonismo durante su vida estudiantil. Los estudiantes que ya están dentro de la universidad representan en estos procesos un punto de avanzada importante para hablar con los colegiales como sus semejantes.
Para Arias, hay tres razones por las cuales los estudiantes han avanzado mediante este proyecto. Primero, hay una organización fijada por los mismos estudiantes indígenas, que se movilizan y buscan a otros estudiantes. Segundo, existe un proyecto estable de trabajo con los indígenas. Por último, se va a tener que poner en práctica un plan estudiantil que debe ser reconocido tanto a nivel institucional como estudiantil.
Los retos de este proyecto se concentran en la necesidad de una presencia y una creación de prácticas fijas por parte de las instituciones estatales para la ayuda y apoyo para la inserción de los estudiantes indígenas.
