Diversos funcionarios administrativos levantaron la voz de protesta y acusan a la Unidad de Zonas Verdes de “matar” varios peces del estanque ubicado en las inmediaciones de la Junta de Ahorro y Préstamo de la Universidad de Costa Rica (UCR), durante la última limpieza a finales de febrero pasado.
En dicha labor de limpieza, la cual se realiza anualmente, se trasladaron los peces (22 carpas doradas, 4 tilapias y cientos de olominas) al estanque secundario, ubicado a un costado de la cancha de fútbol. El traslado era necesario para vaciar la pileta por completo y así limpiarla.
No obstante, luego del proceso de traslado, murieron varios de los peces: 7 carpas doradas, 1 tilapia y varias decenas de olominas.
Funcionarios administrativos de la UCR que observaron el proceso de traslado el día de la limpieza acusan a la Unidad de Zonas Verdes de “negligencia” a la hora de efectuar la labor.
“Aunque no estuve presente, varias personas que presenciaron lo que pasó me contaron que los funcionarios de la unidad actuaron negligentemente a la hora de manipular los peces. Los echaron en una tina con agua de tubo, también los tomaron con sus manos, provocando que se les resbalaran, cayeran y se golpearan con las piedras”, relató Diana Vindas -secretaria de la UCR- en una carta enviada a la Oficina de Servicios Generales y de la cual UNIVERSIDAD tiene una copia.Por su parte, Luis Soto, funcionario de la Oficina de Administración Financiera, estuvo presente en el momento del incidente y afirmó que “el equipo actuó con negligencia absoluta al manipular los peces, colocándolos en una tina de agua”. También contó que él y otras personas que se acercaron en el momento intentaron dialogar con los funcionarios, pero estos respondieron “de manera hostil”.
“ES EL MISMO PROCEDIMIENTO DE SIEMPRE”
Consultado ante las estas acusaciones, Pablo Zúñiga, jefe de la Unidad de Zonas verdes, defendió la labor de sus compañeros el día del incidente. “El procedimiento realizado es el mismo que se realiza todos los años: se colocan los peces en una tanqueta (contendedor de líquido de aproximadamente 350 litros) con agua potable para la oxigenación y luego se trasladan al estanque de abajo”.
Además, se defendió de las acusaciones de maltrato animal y el asesinato de los peces. “Entiendo el malestar de la gente, a toda la comunidad universitaria le tengo respeto, pero no me gusta que digan que la unidad de zonas verdes está matando peces. Nunca en la vida esta unidad de zonas va a querer cortar un árbol o matar un pez porque le da la gana”, aclaró.
Sobre las acusaciones concretas de negligencia en el traslado de los peces durante la limpieza, Zúñiga reiteró que “la metodología para estos procesos a la hora de limpiar el estanque es la misma. Igualmente ya envió un informe sobre lo sucedido a la Oficina de Asuntos Generales de la UCR. En ocasiones anteriores ya hemos consultado con el Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (CIMAR) y ellos nos han asesorado. En efecto utilizamos la tanqueta y agua de tubo. No sé qué fue lo que pudo haber sucedido esta vez para que murieran peces”, expresó.
Para la bióloga de la UCR y especialista en ecología marina, Helena Molina, la muerte de los animales “se puede deber a distintas razones, como lo son tensión térmica, tensión psicológica, tensión fisiológica, estrés múltiple entre diversas causas”. Al no tener los cadáveres de los peces, es difícil determinar una causa clara. “Si cuando murieron los hubieran traído acá a la Escuela de Biología, hubiera sido más fácil llegar a la causa”.
Además, Molina no descarta la buena intención de los funcionarios de la Unidad de Zonas Verdes, pero sí resaltó “que debió darse una mejor coordinación con otras unidades especialistas de la Universidad, y que podrían haber asesorado en el procedimiento”.
Molina asimismo aprovechó para hacer un llamado a toda la comunidad universitaria sobre “la falta de cultura ambiental. Sobre la importancia de cuidar el estanque de peces, de proyectar esa imagen ecologista que la Universidad tanto defiende, hay que obrar con el ejemplo y de tener una cultura de preservar el campus”.
En un par de semanas, entre 15 y 20 carpas doradas donadas por el Parque de Diversiones llegarán a la UCR, en lugar de las que murieron, y serán colocadas en el estanque. “En el futuro nos vamos a asesorar más y esperamos que incidentes lamentables como este no vuelvan a pasar”, comentó Zúñiga.