La fachada principal de la Facultad de Ciencias Agroalimentarias se engalana con esta significativa obra. (Foto: Laura Rodríguez)
“Tierra, agua y semilla” es el nombre del mural cerámico inaugurado en la Facultad de Ciencias Agroalimentarias de la Universidad de Costa Rica (UCR), obra de la artista Ivette Guier Serrano y un equipo conformado por la ceramista Iria Salas, el grabador Orlando Guier, el escultor Claudio Vidor, el asistente Fabián Masís, la dibujante Jimena Sánchez y el instalador Juan Carlos Tencio.
Según lo explicó la ceramista Ivette Guier, la obra de 10 metros de ancho por 8.3 metros de alto —compuesta por cinco mil piezas cerámicas trabajadas y horneadas una a una— “evoca el paisaje campesino de un pasado olvidado, que valora la tierra arada, que cubre la semilla y amarra la planta; el agua que recoge el río y baña los campos; y los frutos que se recogen para generar vida”.
El mural fue construido a partir de ladrillos de construcción de barro crudo en estado plástico, que fueron modelados y pintados con un esmalte a base de un desecho industrial costarricense antes de ser secados y cocidos en un horno de gas. Dicho mural fue instalado luego de un proceso de 4 años que incluyó tanto la investigación técnica desde el punto de vista visual y estructural, como los acabados, el color y las calidades de los esmaltes.
Para Guier, el paisaje parte de un realismo que se despeja sutilmente con la segmentación de las escenas que narran diferentes momentos del desarrollo de la actividad agrícola, donde se exagera las formas de las semillas por su importancia en la naturaleza y donde figuran el campesino, el indígena, el cogedor de café y los animales, que a su juicio se han enlazado para sellar nuestra idiosincrasia a lo largo de la historia.
Durante la develación del mural, la artista agradeció a las anteriores autoridades de la Universidad por haberle confiado el proyecto, y a su equipo que durante un año completo trabajó en armonía creativa con ella y sin el cual no hubiera sido posible una obra de esas dimensiones.
Por su parte, Henning Jensen Pennington, rector de la Institución, recalcó que desde hace muchos años la UCR encontró en el arte mural el valor simbólico que tiene una marca en el cuerpo, que funciona como un recordatorio de los retos permanentes de una Universidad, que es parte de un cuerpo social mucho más amplio
“La Facultad de Ciencias Agroalimentarias encontró en el mural la mejor manera de comunicar al país y a la comunidad universitaria, la responsabilidad que todos y todas tenemos de mantener la tierra y cuidar sus productos, el reto de crear sostenibilidad y la deuda del presente con el futuro”, afirmó.
Luis Felipe Arauz Cavallini, decano de Ciencias Agroalimentarias, indicó que la obra recuerda que aunque ciertamente nuestra sociedad ha cambiado, el agro sigue siendo un componente importante en nuestra economía, el bienestar social y la cultura, tanto así que el agro genera el 12% del empleo nacional, cuatro veces más que el 3% que producen, por ejemplo, las zonas francas.
Por esa razón, destacó que hay que diferenciar los términos crecimiento y desarrollo, claramente representada en las plantas del mural, porque no necesariamente el crecimiento económico equivale al desarrollo de un pueblo, que solo se da si este se traduce en mayores niveles de bienestar para toda la población.
“Seguimos creyendo que crecimiento económico y desarrollo son sinónimos y apostamos diariamente al crecimiento económico como un fin en sí mismo, cuando la idea de crecimiento económico ilimitado impone enormes demandas sobre los recursos limitados del mundo”, expresó.
La artista dedicó este trabajo a su profesora Cecilia Fonseca Boraschi, quien durante muchos años luchó por introducir la cerámica como parte del plan de estudios y convertirla en una especialidad en la Escuela de Artes Plásticas de la UCR.