En 1985, la compañía bananera United Fruit Co. donó a la UCR un conjunto de edificios donde hoy se ubica el Recinto de Golfito. La estructura, construida hace más 60 años, fue declarada Patrimonio Cultural, por lo que su remodelación o modificación está restringida y resultaría muy costosa.
La presencia de la Universidad de Costa Rica (UCR) en el Pacífico sur debe responder a un abordaje integral para graduar profesionales que incidan en el desarrollo de la región más “allá de lo estrictamente docente”, afirmó el Vicerrector de Acción Social, Roberto Salom, durante una visita al Recinto de Golfito el 4 de octubre.
La actividad formó parte de uno de tres talleres participativos que incluye el Proyecto Golfito, una propuesta en la que trabaja una comisión especial creada hace mes y medio, cuyo objetivo es valorar la presencia de la UCR en la zona, tomando en cuenta la infraestructura, la calidad de la educación pública y las necesidades de la región Pacífico Sur.
“La Universidad debe pensar su futuro y formar sus profesionales; una universidad que solo haga docencia es solo una universidad de tiza y pizarra, un enseñadero, simplemente transmisión de conocimientos, pero sin impacto social”, manifestó Salom, durante la presentación del proyecto a estudiantes y profesores del recinto.
Por su parte, un grupo de profesores aprovecharon el encuentro para reunirse con el Vicerrector y retomar algunas de las inquietudes expuestas durante la toma de las instalaciones ocurrida el 18 de setiembre, por parte de un grupo de estudiantes y educadores (véase el artículo “A propósito de la toma de los edificios en Golfito”, en las páginas de Opinión de esta edición).
En un documento, los estudiantes pidieron a las autoridades universitarias comprometerse a brindarles mejoras en la infraestructura en la biblioteca y las residencias estudiantiles, mejora de la oferta académica del recinto, la asignación de un profesional en psicología y otro en trabajo social, la creación de instalaciones deportivas, la transformación de recinto a sede regional, entre otros aspectos.
DE RECINTO A SEDE REGIONAL
Tras llegar a un acuerdo firmado el 20 de setiembre −en el que las autoridades del Recinto garantizaron la apertura de la carrera de bachillerato de Inglés para el 2014−, los docentes mantienen una serie de demandas, entre ellas la de transformarse en Sede Regional.
“La modalidad de Recinto es muy confusa, es un apéndice de la Rectoría, a diferencia de otras sedes que tienen autonomía; es hora de que la UCR tenga una sede adecuada a las necesidades de Golfito”, enfatizó David Morera, profesor de sociología e integrante de la comisión “Lucha por la construcción de la Sede en el Pacífico Sur”.
“Ningún profesor se puede poner en propiedad mientras esto no sea sede”, señaló el profesor Luis Carlos Núñez, de la carrera de Turismo.
“Tenemos una población de 183 estudiantes con un gran número de becados y la Unidad de Vida Estudiantil es una de las que tiene mayores dificultades de recursos. Además, no ser sede nos deja en precariedad laboral. Solo 9 administrativos están en propiedad; ni siquiera la directora lo está”, lamentó Morera.
Para Salom, la idea de convertirse en sede debe fundamentarse en una visión integral, donde la Universidad desarrolle de manera conjunta la docencia, la investigación y la acción social.
“Querer ser sede es una aspiración legítima, pero ya veremos dónde”; cuando “camine con sus propios pies y piense con su propia cabeza; sin embargo, la decisión última dependerá del Consejo Universitario”, advirtió Salom.
Datos del diagnóstico del Proyecto Golfito y afirmaciones de los mismos docentes, apuntan que al menos un 80 % de los estudiantes que llevan clases en el Recinto no viven en Golfito, sino que vienen de cantones como Corredores o Coto Brus.
Gerardo Cortés, coordinador de la comisión institucional que lleva a cabo el Proyecto, considera importante tomar en cuenta que la presencia de la UCR debe estar fundamentada en criterios sobre las necesidades reales de la región.
“Una buena parte de los estudiantes vienen de San Vito, una localidad que tiene mejores índices de escolaridad; en Golfito, existen varias universidades privadas y otra pública casi con la misma oferta académica”, reflexionó Cortés.
ACCIÓN SOCIAL E INVESTIGACIÓN
“Una región debe asegurarse que los profesionales que gradúe se queden en el lugar y contribuyan con su desarrollo”, afirmó Salom, mientras advertía de la importancia que la Universidad de Costa Rica fortalezca su presencia en las distintas partes del país a través de la ecuación: docencia, investigación y acción social.
Datos del Proyecto Golfito indican que esta región −integrada por los cantones de Buenos Aires, Corredores, Coto Brus, Golfito y Osa− cuenta con un 39 % de población indígena y al menos un 30 % de su territorio es área natural protegida.
Por eso, Salom aseguró que la oferta académica que la UCR ofrezca, debe responder a esas características y necesidades.
Según datos del Programa Institucional Osa-Golfo Dulce (PiOsa) de la UCR, la participación de docentes del Recinto de Golfito en proyectos de investigación −en el 2013− es apenas del 8 %, mientras que en la elaboración de proyectos de acción social es del 22 %. “Sí hay un gran desafío en términos de acción social”, admitió el profesor Morera.
Carreras que se ofrecen:
Enfermería
Informática empresarial
Turismo Ecológico
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