Iniciativa se implementa en el país desde 2013

“Producción más limpia” ayuda a pymes a crecer verdes

Empresas nacionales se beneficiaron del programa conjunto del Instituto Tecnológico de Costa Rica y el Centro Nacional de Producción Más Limpia.

Minimizar residuos y emisiones dañinas para el ambiente, además de reducir los costos de producción, son parte de los objetivos de una iniciativa dirigida a empresas, que se empezó a implementar recientemente en el país.

“Caminos hacia la producción más limpia en las Américas: educando a los futuros profesionales” es el nombre del programa en el que unieron esfuerzos el Centro Nacional de Producción Más Limpia (CNP+L) y el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), con el fin de capacitar a estudiantes de diversas carreras para que luego apliquen los conocimientos en pymes.

El programa se lleva a cabo en varios países latinoamericanos, e inició como propuesta conjunta entre el Instituto Tecnológico de Illinois y el de Nueva York –ambos de Estados Unidos–, con fondos del Departamento de Estado de ese país, quienes contactaron al ITCR.

Por su parte, el Centro Global para el Medio Ambiente (WEC, en inglés) contactó a los CNP+L en los diferentes países, para que los técnicos de los centros ayudaran en el contacto con las empresas y en la parte metodológica.

Akira Hidalgo, coordinadora técnica del CNP+L en Costa Rica, comentó que “el proyecto nace con la idea de apoyar a las universidades a incluir el tema de producción más limpia dentro de su currícula”, además de apoyar a estudiantes en el desarrollo de la metodología y “procurar ir aplicándola en las empresas”.

Según Hidalgo, el programa se enfocó en pymes porque los recursos económicos de estas son más limitados; además, se buscaron las que tenían mayores oportunidades de mejora.

Floria Roa, directora del programa en el ITCR, aseguró que el proyecto pretende incluir el componente de producción más limpia dentro de los programas de las carreras, mediante un curso o mediante experiencias prácticas.

En el programa participaron estudiantes de las escuelas de Ingeniería Ambiental, Ingeniería en Producción Industrial, Agronegocios y Administración de Empresas.

Para Roa, la producción más limpia no es algo que sea exclusivo de una profesión o de un campo específico, sino que es multidisciplinario. Asimismo, mostró su preocupación por el desconocimiento que hay en el país sobre la producción más limpia.

“La pyme de Costa Rica conoce poco y, además, piensa que la producción más limpia la va a meter en un zapato que le va a generar gastos y en realidad no, le genera beneficios económicos”, afirmó.

Tanto Hidalgo como Roa fueron enfáticas en que cualquier empresa puede aplicar la metodología de la producción más limpia y que es un proceso de continua mejora.

¿Cómo funciona?

Luego de elegir las empresas y reunirse con sus representantes, los estudiantes analizan el consumo energético e hídrico, de qué manera aprovechan ese consumo, así como el impacto ambiental que generan.

Durante todo el semestre se realizan visitas periódicas y, finalmente, se elabora un informe que indica las oportunidades de mejora y recomienda las medidas por implementar.

En el informe, también se plantean el potencial económico, técnico y ambiental de esas opciones, así como los recursos necesarios para la inversión, los costos a futuro, entre otros. La idea es que la empresa aplique las medidas, se mantenga dentro del proceso de mejora y se evalúe con frecuencia.

A pesar de que en setiembre cerró la primera etapa del proyecto, al menos con el Departamento de Estado de los Estados Unidos, actualmente se está en la fase de redacción de informes finales.

Aun así, en el ITCR hay disposición para implementar este tipo de proyectos permanentemente, como una opción de práctica profesional que se pueda realizar multidisciplinariamente. Sin embargo, el futuro del programa es aún incierto.

Experiencias

Trece pymes –la mayoría del Gran Área Metropolitana (GAM)– han participado en el programa. Una de ellas es Producol, dedicada al reciclaje y procesamiento de varios tipos de plástico con el que simulan madera en muebles como sillas y mesas.

Según Jaime López, su propietario, entraron en el programa a finales del año pasado y ha sido una buena experiencia, ya que implementaron todas las recomendaciones hechas por los estudiantes, lo que llevó a beneficios importantes.

Un ejemplo de cambio está relacionado con el alumbrado dentro de la empresa, pues se cambió por lámparas de bajo costo. “Anteriormente, los horarios de horas extra eran hasta las seis de la tarde”, dice López, “pero ahora, con la nueva iluminación, los horarios han podido extenderse”.

Además, pudieron reducir 25% de la factura de consumo eléctrico.

López mencionó que están comprometidos con la producción más limpia y que seguirán en el proceso.

Por otra parte, Luis Alfredo Gómez, estudiante de Ingeniería en Producción Industrial, resaltó el aprendizaje que le dejó participar en el proyecto: “Siempre los proyectos en empresas, independientemente del tema, ayudan a aprender a aplicar las herramientas de ingeniería en la práctica”.

Gómez agregó que uno de los principales retos fue que en las pymes “es común no llevar un control realista de los consumos de material”, lo que dificultó la aplicación más eficiente de las herramientas.

Aun así, Gómez considera que la producción más limpia es una iniciativa muy importante que, en su opinión, genera dos grandes beneficios: la reducción en la contaminación y en el consumo de recursos naturales, y la reducción de costos para las empresas.

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