Al celebrar este año sus 30 años de trabajo docente, de investigación y de acción social, la Facultad de Ciencias Sociales hace un recuento de su actividad actual, cuyos programas y proyectos son como los granos de una mazorca, con identidad propia, pero como partes de un todo.
Cada una de sus siete escuelas ofrece bachillerato, licenciatura y maestría en su campo específico, algunas de ellas con varios énfasis, pero también tienen otros programas académicos compartidos. En total se trata de diez bachilleratos, doce licenciaturas y nueve maestrías.En todos estos programas participan 238 docentes en grado (bachillerato y licenciatura), 99 en posgrado (maestría) y 67 en los tres institutos de investigación de la Facultad, quienes a su vez son docentes. El total de personal académico es de 287 personas, según información de la Vicerrectoría de Docencia, correspondiente al primer ciclo del año pasado. De estas 117 estaban en propiedad y 170 eran interinas. Por su parte, el personal administrativo suma 113 personas.
FORMACION PROFESIONAL
El principal reto de todas estas unidades académicas es formar profesionales desde una perspectiva humanista, científica y técnica, para que enfrenten, como uno de los mayores desafíos y responsabilidades, la construcción de un país de mayores oportunidades, desarrollo y bienestar.
Cumplir con esta tarea, para escuelas como la de Historia, Ciencias Políticas, o Ciencias de la Comunicación Colectiva, por ejemplo, significa mantenerse atentas a los cambios tecnológicos e internacionales y su incidencia en nuestro país.
En los programas de grado hay empadronados este año 3.866 personas, de las cuales 561 corresponden al primer ingreso de 2004, según información de la Oficina de Registro e Información.
Las personas graduadas de esta Facultad, que en el último año suman 235, se han incorporado a diversas actividades del quehacer nacional en cargos de relevancia como presidencias y direcciones de cámaras empresariales, colegios profesionales e instituciones públicas. Incluso como integrantes del cuerpo deliberativo de la Asamblea Legislativa, ministros y ministras e integrantes del cuerpo diplomático -en el caso de la Escuela de Ciencias Políticas- lo que permite la proyección de las ciencias sociales en el quehacer nacional.
Mientras tanto las personas graduadas en historia, por ejemplo, propician la renovación de la historiografía, mediante el aporte de gran cantidad de publicaciones y nuevas metodologías.
NUEVO CONOCIMIENTO
En cuanto a la investigación, en las escuelas se desarrollan un total de 115 proyectos. El mayor aporte es de los tres institutos de investigación, los cuales realizan 49 proyectos de investigación y doce programas de investigación.
Entre estos últimos están los seis del Instituto de Investigaciones Psicológicas (IIP): familia y cambio social; Programa Permanente de la Prueba de Aptitud Académica (PAA); neurociencias; psicología social de la diversidad cultural; psicología social de la comunicación de masas; socialización y cultura.
Por su parte, el Centro de Investigaciones Históricas de América Central (CIHAC) impulsa cuatro programas: Estudio sobre diáspora africana; Historia económica y social; Etnohistoria y colonialismo; y Estado, nación e identidad en América Central.
El Instituto de Investigaciones Sociales tiene el «Programa de cultura, instituciones y subjetividades» y el «Programa de desarrollo rural y de política, estado y actores políticos».
Paralelamente, en acción social se ejecutan 73 proyectos, entre los cuales hay de investigación, extensión cultural, extensión docente y trabajos comunales (TCU).
Estos institutos desarrollan tres publicaciones periódicas, donde divulgan avances de investigaciones y publican artículos sobre varias temáticas. Ellas son la revista «Actualidades en Psicología», «Actualidades en Psicología» y la Revista Historia.
Todo lo anterior es parte del bagaje que la Facultad de Ciencias Sociales entrega actualmente a la sociedad costarricense.