Los aires navideños y la llegada del aguinaldo no consiguieron levantar la confianza de los consumidores costarricenses, que se ha mostrado a la baja desde febrero de este año.
El estudio Índice de Confianza del Consumidor (ICC) bajó 6.4 puntos desde febrero, ubicándose en 47.8 (en una escala de cero a 100), según lo reveló la XXVIII Encuesta de Confianza del Consumidor, elaborada por la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica.
En febrero el ICC llegó a su máximo nivel desde el año 2002, influenciado entre otras cosas por el arranque del nuevo gobierno de Laura Chinchilla; sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que ese optimismo se viniera abajo.
Johnny Madrigal, investigador encargado de la encuesta, dijo en aquel momento que el índice había llegado a niveles difíciles de superar, a menos que las decisiones del Gobierno fueran muy buenas, lo cual no ocurrió y el grupo de pesimistas creció de 11.2% en febrero, a 18.3% en noviembre, mientras que el grupo de consumidores optimistas disminuyó de 34.9% en febrero, a 25% el mes pasado.
En este sentido, Edgar Gutiérrez, director de la Escuela de Estadística, consideró que los costarricenses todavía no han aceptado que hay un nuevo equipo de trabajo en el Gobierno, el cual no ha logrado acrecentar la confianza, sino que ha generado una gran incertidumbre.
Según han observado los investigadores, desde el 2005 lo más frecuente era encontrar que la confianza de los consumidores se fortalecía entre agosto y noviembre, entre otras cosas por la llegada del mes de diciembre (aguinaldo, vacaciones, Navidad y las fiestas de fin de año).
No obstante, hay una percepción de circunstancias extraordinarias no comparables con años anteriores. Una de las posibles causas que mencionan, podría ser el temporal que azotó el país en el mes de octubre.
DESCONFIANZA
Para Gutiérrez, lo anterior pudo generar desconfianza en el sentido que quedó al descubierto una Administración que solo esta “apagando incendios”.
“La gente siente desconfianza cuando ve un país que se despedazó, que invirtió millones de dólares en una carretera que no funciona, un país que no puede construir una ciudadela en Cinchona pese a tener los recursos; eso no inspira confianza, sino que revela la gran incapacidad de negociación, de resolver y de tomar decisiones”, aseveró Gutiérrez.
Para él, la administración Chinchilla ha dejado de lado las cosas realmente importantes para el país y falta una agenda de consenso de mediano plazo, que sea trasladada a la opinión ciudadana.
“Desde el punto de vista objetivo, la situación no esta tan mal, la crisis no golpeó como en otros país, el desempleo se mantiene en un dígito. Pero, por otro lado, la percepción ciudadana no va correlacionada con esa situación objetiva”, añadió.
Por ejemplo, en el campo de la política social, existe una tendencia a concebir los problemas sociales más negativamente. Respecto al desempleo, el 58.7% espera un incremento en los próximos 12 meses, y en cuanto a la pobreza, el 59.8% cree que aumentará. En febrero esas magnitudes eran significativamente menores (35.6% y 42.1%, respectivamente).
La baja en el ICC también se trajo abajo el Índice de Expectativas Económicas (IEE). Las esperanzas por una economía más próspera cayó de 62.2 en febrero a 53 en noviembre (descenso de 9.2 puntos). En cambio, el Índice de Condiciones Económicas Actuales (ICEA) es apenas menor al de nueve meses atrás (disminuyó 2 puntos) y se ubicó en 40%.
Para los investigadores, estos resultados revelan que la confianza está decreciendo, principalmente porque se piensa de manera poco positiva sobre el futuro económico del país.
La valoración del momento para la compra de casa y carro, presentaba una tendencia positiva que se mantiene sin cambios con respecto a la encuesta anterior. El 26.7% piensa que es un buen momento para comprar casa y 16.4% creen que es un buen momento para comprar carro.