¡Qué bonito es leer artículos de gente que sabe! En el Semanario del 24 de noviembre del 2010, publicaron un artículo que leí embobada, ¡cómo sabe este señor! Es que claro ha estudiado, ahí dice… es Politólogo; me refiero al señor Alejandro Barrantes Requeno. Yo, que soy una simple ciudadana de a pie lo admiro, ¿cuánto más no lo harán otros políticos y gente como él?
Me maravilló lo que escribió sobre los ambientalistas. ¡De verdad que son majaderos! No, si según oí decir por ahí, hasta la misma Presidenta ya lo manifestó diciendo que a los ambientalistas hay que combatirlos y, ¡ella también sabe mucho…!El señor hace referencia a lo conveniente de la minería: para las computadoras, carreteras, vehículos, cables eléctricos, plástico. También mencionó el papel, la ropa y, por supuesto, sin faltar el desarrollo y avances de la época.
Supongo que es fiel defensor de la minería en Crucitas. No, si ¿qué importa destruir los bosques y que las lapas se mueran de hambre o que se pongan a dieta mientras los arbolitos por sembrar cosechan. Nada les cuesta esperar, de por sí, están muy cachetonas y hacen mucha bulla.
Además, un grupo enorme de molestos y molestas ecologistas de diferentes edades se fueron a pie hasta Crucitas para protestar. Digo yo: ¿no tienen callos, juanetes, hongos, ampollas, ciática; así como tengo yo, de todo eso? Pero lo que me produjo más vergüenza fueron los tugurios que armaron frente a la Casa Presidencial donde Laurita y gente muy fina los veían todos los días. ¡Con razón ella los castigó con el látigo de la indiferencia, como corresponde a una firme Presidenta democrática!
En cuanto al agua… ¿qué importa contaminarla con tal de tener oro? ¿Y las carreteras, y los vehículos? ¡Son necios! Hasta promueven el transporte público, autos pequeños y ojalá eléctricos. ¡Cuánta majadería! ¡Es que lleva razón este señor…! Que los grafitis, que los muros, la pintura. ¡Cuánta sabiduría! ¡Cómo sabe el señor ese!
Pero…,¿y si nos quedamos sin bosques?, sin oxígeno para respirar, agua, tierra fértil para sembrar y alimentarnos, sin animales que sobrevivan para que alimenten a los carnívoros; si las aguas contaminadas llegan hasta el mar y terminan matando todos los peces que ahí habitan…¿qué haremos?
Alegan que toda actividad humana va en contra del medio ambiente, dicen que por eso tenemos que ser comedidos; conservar los bosques para que haya animales, oxígeno y agua. Algunos hasta se atreven a decir que hay demasiada gente en el planeta, que debemos adquirir conciencia al respecto y planificar con responsabilidad la gente que se debe traer a este mundo. ¡Terroristas paquistaníes, etarras!
Nos mandan a lugares con desiertos a sacar minerales, como África, Chile y otros países con estas condiciones, para que no destruyan los bosques. Con el cuento de que nuestras minas son precisamente lo que quieren destruir; o sea, nuestra verde vegetación y animales; que no hay que cortar nada ni escarbar. Entonces surge la pregunta: ¿No es más fácil convertir los bosques en desiertos, y así, no tener que desplazarnos tanto? Y, además… ¿los dólares que necesitamos para el desarrollo y los avances de la época?
Nadie debe escuchar a los ignorantes indígenas, que dicen que “cuando no haya aves, agua, árboles, ni peces en el mar, el dinero no valdrá nada”. Deberían hacerse políticos e inversionistas y así aprenderían a pensar diferente; como el señor Barrantes Requeno, la señora Chinchilla, y así, como tantos y tantos otros y otras que saben bastante.
¡Ni qué decir de los hermanitos Arias! Quienes no solo defendieron la explotación en Crucitas, sino que Osquitar la declaró ¡de interés público y conveniencia nacional! Y, él sabe más que todos, hasta un gran premio se ganó por allá. No olviden que estamos en siglo XXI, que vamos por el glorioso camino del desarrollo. ¡Berrinchosos!
Tampoco incurran en el error de hablar de justicia distributiva ni de equidad social, como si fueran alumnos de Aristóteles y todo ese montón de vagos griegos que no hacían más que rascarse la panza y ver las estrellas. No señores, eso le corresponde a los que saben de verdad, esos que estudiaron en Oxford, Sorbona, Harvard, UCR, y todos los demás centros donde han encontrado profesores neoliberales que les alimenten sus tendencias naturales de mucho para poquitos.
Por favor ambientalistas dense a querer. Igualados, cavernícolas, bochincheros.