Luego de un 2015 engalanado con 20 proyectos de acción social desarrollados por estudiantes, donde resaltaron todas las iniciativas, dio inicio un nuevo año de participación de proyectos estudiantiles; esta vez, con presencia en todas las sedes y recintos de la Universidad.
Para 2016, se aprobaron 22 proyectos de 30 presentados ante la Vicerrectoría de Acción Social. Cada año, desde el 2010, durante el segundo semestre del año se convoca a los estudiantes para que inscriban sus propuestas. Lo primero es la idea, luego viene un proceso de capacitaciones, acompañamiento personalizado y recomendaciones, tanto de estudiantes que ya han desarrollado acción social, como de docentes, asesores y asesoras.
“Se fue construyendo un proceso. Inicialmente se llevó a cabo un taller de formulación de proyectos para que las y los estudiantes aprendieran cómo se construye una propuesta de acción social, ya que para algunos y algunas, dependiendo de su unidad académica de procedencia, es la primera vez que viven esta experiencia”, detalló Mariana Buzó, coordinadora de Iniciativas Estudiantiles de la Vicerrectoría de Acción Social.
En este proceso, que inició en agosto, la Vicerrectoría de Acción Social brinda apoyo a los estudiantes en la formulación y gestión, así como en la realización de actividades y manejo de los recursos del proyecto.
En Iniciativas Estudiantiles, los universitarios no concursan por un puesto o por un espacio, y no se habla de “selección”; se trata de dar toda la oportunidad para que ellos y ellas puedan desarrollar sus propios proyectos. Un comité asesor es el que da el visto bueno de los proyectos a partir de la presencia de elementos propios y pertinentes de la acción social.
Más allá de las aulas
Los y las estudiantes que participan en este tipo de proyectos no sólo desarrollan habilidades relacionadas con la experiencia de hacer acción social a partir de la carrera que estudian, sino que también construyen capacidades en el trabajo en equipo, en las gestiones grupales, en el trabajo con comunidades, el manejo de la diversidad en las comunidades que visitan y el aprendizaje de estar frente a la gente y facilitar un espacio de diálogo y aprendizaje mutuos fuera del contexto universitario.
“Se trata de darle un lugar a los estudiantes en el proyecto de acción social de la Universidad. Estas iniciativas estudiantiles son proyectos formulados por estudiantes a cambio de nada más que la propia experiencia que ganan con la relación que establecen con las comunidades”, acotó Roberto Salom, vicerrector de Acción Social.
Salom, además, rescató el hecho de que Iniciativas Estudiantiles de Acción Social es un departamento que satisface una demanda que los mismos estudiantes solicitaron, no fue una idea de la Vicerrectoría, sino de los mismos estudiantes.
Es un desafío que toman 70 estudiantes de diversas carreras, así como de diversas sedes y recintos. Se trata de llevar la acción social de la Universidad, por medio de los estudiantes, a lugares donde nunca se habían tenido proyectos, y este año ya se logró tener una participación total.
“Formar parte de este grupo de iniciativas es un lugar donde creas esa ambición por querer eliminar una división entre lo que es el recinto de Paraíso y la Universidad; así sembrar una semilla por medio del arte y la cultura que permita unificar a la comunidad con la sede de la UCR en Paraíso. Hay mucha gente en Paraíso a la que le encanta el arte, que desarrolla arte, y nosotros queremos generar un espacio”, explicó Sofía Brenes Loaiza, estudiante de Dirección de Empresas en el Recinto de Paraíso. Brenes pertenece al equipo de trabajo del proyecto “Paraíso Cultiva Arte” por desarrollarse en la comunidad de Paraíso.
Para José Camareno Valerín, estudiante de Dirección de Empresas y miembro del mismo proyecto, la U está muy limitada a los espacios meramente académicos: estudiar y sacar los respectivos cursos. En la sede de Paraíso, no hay talleres o espacios donde se puedan desarrollar actividades de expresión artística, así que por medio de este proyecto se busca abrirlos.
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