Bajo la premisa “Contribuir a la solución del problema de envenenamientos por animales ponzoñosos en Costa Rica y otros países, así como al desarrollo científico-tecnológico nacional, mediante un esfuerzo grupal”, el Instituto Clodomiro Picado (ICP) de la Universidad de Costa Rica (UCR) responde a los tres pilares institucionales: investigación, docencia y acción social, desde su fundación en los años 60.
El ICP recibe su nombre de Clodomiro Picado Twight, uno de los más prominentes científicos nacionales. En su honor, el Instituto imparte docencia en pregrado y posgrado, principalmente a los estudiantes de Microbiología, facultad en la que se inscribe, aunque también comparte intereses con las escuelas de Biología y Medicina.
Además, produce antivenenos terapéuticos que se distribuyen en todo el país, así como en varios países de Centroamérica, Suramérica y África, como Nigeria y Papúa Nueva Guinea.
Su sección industrial cuenta con la colección de serpientes vivas más importantes de América Latina en su serpentario. Asimismo, tiene una caballeriza para el manejo de los equinos que ayudan a la investigación y producción de sueros.
“Contribuimos a la productividad académica de la UCR con publicaciones científicas, y participamos activamente en labores de docencia y extensión social”, comentó Alberto Alape, director del ICP.
Aportes a la sociedad
“Hay una sección de acción social encargada de dar charlas a las comunidades vulnerables, en la que participamos una gran cantidad de funcionarios. Sí hay muchos mitos que tratan de abordarse ante las consultas de las personas que atienden las charlas”, detalló Alape.
Él mismo explicó cómo también se busca a los líderes de las comunidades para coordinar una visita de personal del ICP, cuando se solicita una charla educativa.
“Se imparten charlas de capacitación al personal médico en los hospitales y Ebáis de las zonas donde hay una alta incidencia de accidentes ofídicos (mordeduras de serpiente)”, puntualizó el Director respecto a la vinculación entre el ICP y los profesionales en Salud del país.
En el Instituto se estudian y caracterizan las toxinas aisladas de los venenos de serpiente, cómo generan enfermedades y cuál es su tratamiento. También se interesan en toxinas de escorpiones, abejas, bacterias y peces, sin dejar de lado la biología y ecología de las serpientes, su principal animal de estudio.
Alberto Alape, director:
Sueros del ICP han salvado muchas vidas
Los sueros antiofídicos producidos por el Instituto Clodomiro Picado (ICP) de la UCR han contribuido durante décadas a salvar muchas vidas humanas y a disminuir las secuelas que podrían dejar los envenenamientos, afirmó su director, Alberto Alape Girón.
Alape se formó como microbiólogo en la UCR, en 1988. Realizó una maestría y un doctorado en Suecia, que concluyó en 1992, año en que empezó a desempeñarse como catedrático del Departamento de Bioquímica en la Facultad de Medicina.
¿Qué servicios brinda el ICP y hacia quién se dirigen esos servicios?
−Tenemos un laboratorio de proteómica (el estudio a gran escala de la función y estructura de las proteínas), donde se realizan análisis de mezclas de proteínas a investigadores de la UCR y otras universidades; a empresas nacionales y extranjeras. Producimos los antivenenos terapéuticos que se utilizan para tratar los envenenamientos por mordedura de serpiente en varios países. Capacitamos al personal médico nacional y de otros países en el tratamiento de los pacientes que sufren envenenamientos por mordeduras de serpientes.
¿En qué se invierte el dinero que gana el ICP?
−El ICP no tiene fines de lucro. El dinero por la venta de antivenenos se usa para el mantenimiento de la infraestructura y el equipo de la planta farmacéutica para la producción de antivenenos, la compra y mantenimiento de equipos de investigación y compra de reactivos y materiales para algunos proyectos de investigación.
¿Cuál es la reputación que tienen los productos del ICP en el extranjero?
−Muy buena, pues ayudan a solventar un problema de salud pública desatendido por las compañías farmacéuticas internacionales.
¿Qué diferencia marcó en esos territorios la distribución de los productos del ICP?
−Han contribuido durante los últimos años a salvar muchas vidas humanas y a disminuir las secuelas que podrían haber dejado los envenenamientos.
¿Se relaciona el ICP con otros centros de investigación de la Universidad?
−Tenemos varias investigaciones colaborativas con investigadores de otros centros, institutos, como el Centro de Investigaciones en Estructuras Microscópicas (Ciemic), el Centro de Investigaciones en Enfermedades Tropicales (CIET), el Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) y las escuelas y facultades de Farmacia, Microbiología, Biología, Química y Medicina. Además, se prestan servicios de análisis proteómico a todos los investigadores de la UCR que lo requieran.
¿Cuál es el perfil profesional de alguien que trabaja en el ICP?
−Ante todo, mucho compromiso con la Universidad y con la excelencia académica, y buena disposición para trabajar en equipo.
Clodomiro Picado, pionero de la salud en Costa Rica
Aunque en tiempos remotos –en India y la Antigua Grecia– se utilizaban distintos mohos para tratar las infecciones, no existía una base científica que explicara por qué ese tratamiento era eficaz.
En 1870, el inglés John Scott notó que no se producían bacterias en los cultivos cubiertos con mohos. En los años siguientes, se siguió investigando al respecto, aunque sin conclusiones claras.
En 1923, Clodomiro Picado Twight, científico costarricense formado en el Instituto Pasteur en Francia, publicó sobre los efectos antibióticos del hongo Penicillium, aunque se considera como su descubridor al inglés Alexander Fleming, cuyos resultados de investigación salieron a la luz cinco años después que los de Picado.
Picado Twight nació el 17 de abril de 1887, en Nicaragua, pues su padre trabajaba allí. Estudió Farmacia en la Universidad Nacional y posteriormente fue becado para estudiar en el extranjero, donde obtuvo títulos en Zoología y Botánica. Fue Doctor en Ciencias de la Universidad de París, miembro del Instituto Pasteur y el Instituto de Medicina Colonial, ambos en París.
Fue docente en el Colegio San Luis Gonzaga (Cartago), en el Colegio Superior de Señoritas y en el Liceo de Costa Rica. Desempeñó el cargo de director del Laboratorio de Análisis Clínicos del Hospital San Juan de Dios, tiempo en el que fundó la revista Anales del Hospital de San José.
Además, dirigió el Instituto de Higiene de San José, recibió el reconocimiento de Benemérito de la Patria y un doctorado Honoris Causa de la UCR en 1942, dos años antes de fallecer.
Su trabajo impulsó el proyecto de ley No. 13, que obliga al Estado a velar por la seguridad de los costarricenses en caso de mordida de un ofidio (serpiente). En relación con este tema, en los años 60 se creó el Instituto Clodomiro Picado, como resultado de esfuerzos estatales, gubernamentales y el apoyo de la embajada de Estados Unidos. En 1972, pasó a ser parte de la UCR, adscrito a la Facultad de Microbiología.
Si se desea saber más sobre la vida de Clodomiro Picado, el Sistema de Bibliotecas y Documentación de la UCR cuenta con al menos 11 títulos biográficos y también sus obras completas.
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