A los cien de su independencia Francia la celebró con una gran exposición internacional y además construyó la Torre Eiffel. Desde luego países así sueñan de verdad y no generan pesadillas como el estadio nacional nuevo. Para satisfacer los caprichos del entonces gobierno, más inaugurar con algo tangible los tantos años de régimen neoliberal, los nuevos mandarines construyeron esa abominación en la Sabana.
Ya llega a casi 100 millones de dólares el costo de dicha anormalidad. La cultura y su civilización pop/spam tienen su día. Algunos vestidos de sport y todos ungidos de inopia, las masas convencidas de que la nueva economía ha triunfado, se deslizaron hacia la Sabana para esa inauguración. Un hecho más de populismo y de demagogia. No hay manera de que el público costarricense no se deje engañar por políticos hábiles y manipuladores.
En realidad eventos como estos se remontan a la antigua Roma, donde el decir en usanza era que el público romano lo que quería era pan y circo, no avances sociales. Gladiadores y bollos de pan. No sé cuántos incautos más han de morir en ese Coliseo, más parece que todo Costa Rica ha de incurrir en esa sentencia. ¡“Morituri te salutan”! Es con profunda tristeza que se observa cómo se pelearon por la oportunidad de obtener un boleto para dicha inauguración.
De nuevo, la cultura de la nada y la civilización de lo irrelevante. El pop/spam nacional, hábilmente manipulado, logró su día de triunfo. Ya que aprendieron a no leer libros y menos aun comentarlos, les dieron un “show” increíble. Una pesadilla, no un sueño. El populismo enseñado y aprendido, necesita gastar esos dineros y no dedicarlos a lo necesario, tal y como la educación superior. ¿Para qué, si existen planteos baratos de educación superior, tal y como la privada? Todo es barato. Todo es vulgar. Todo es como esas comidas rápidas (los fast foods) que atentan contra cualquier tradición gastronómica. En fin, hasta la embajada americana que también manipula a los gobiernos, tiene un concepto pésimo de ellos y del país. Al menos de acuerdo con el valiente WikiLeaks. Como una ropa americana usada, la educación superior puede quedar desfinanciada, pues no constituye más que un tipo de lujo. Pero el estadio nacional que compra votos a través del populismo, tiene prioridad. Un país en vías de un fraccionamiento y de una estrepitosa caída hacia un vacío.
Se ha logrado convencer a una parte del público de que la economía neoliberal ha mejorado sus vidas. Es un ciento por ciento del país. Son parte de las hordas que siguen a los nuevos mandarines de la economía neoliberal. Son los hipnotizados por las apariencias de fiestas, conciertos de lo absurdo y estadios de fútbol. Mas si noto en la televisión, cómo se endiosó el recuerdo del viejo estadio. Me recuerda de las campañas de Liberación Nacional, donde van candidatos a besar a los ancianos, pero no les devuelven el dinero que les quitan en impuestos a sus pensiones. De hecho cometen un crimen, pues al imponer dichos impuestos, recortan la vida del anciano que no puede comprar las medicinas adecuadas para sus dolencias, en la farmacia privada. Digo que en la privada, pues el Seguro Social no tiene una farmacopea adecuada para las enfermedades de la tercera o cuarta edad.
Siempre y cuando se maltraten niños y viejos, las filas de los mentalmente ausentes, irán felices a eventos tales como la inauguración del estadio nacional nuevo. Esto por cuanto no es muy aparente ese maltrato. En toda civilización que depende solamente de las apariencias, es muy fácil ser un manipulador. Sencillamente se hace la sastrería de imágenes adecuadas y no se refuerza el conversar o criticar de temas escabrosos o delicados. Cosa de ignorar el hecho. Cuestión de mantener ese trance hipnótico tanto consumista como indiferente.
Así pues, tenemos un estadio nuevo a un gigantesco costo de mantenimiento. Todo ello para alimentar el sentimiento victorioso de una falsedad socioeconómica. De nuevo el cultivo a través de la mentira, de una mentalidad psicológica que no es humanamente funcional, pero sí altamente manipulativa. Desde luego debemos pensar cómo estará el futuro de nuestra nación, si el modelo empresarial y político ha de depender del engaño y del fomento de una sociedad pop/spam. Frívola, mentirosa y llena de falsedades, más sobre todas las cosas, superficial y populista. Se ha efectuado un lavado de cerebro nacional y con ello se ha creado la leyenda llena de falacias del triunfo, cuando en el resto del mundo se escuchan opiniones de lamento de encontrar una Costa Rica tan vulgar y en medio de tanta decadencia. ¡Ese sí es un partido que se perdió! Mas ¿qué les importa, si tienen esa monstruosidad en la Sabana? ¡Vaya derroche tan cínico!