Esteban Ramírez, premiado en el Festival de Trieste.
Esta pequeña joya la disfruté en el Festival de La Habana, donde fue premiada y su protagonista Federico Luppi, mereció el reconocimiento a su carrera. Ahora llega a la Garbo y me complace recomendarla. Basada en la novela El renacimiento, de Lorenzo Aristarain, fue realizada por su hermano Adolfo, el reconocido director argentino de Martín Hache.
Es maravillosa por su sencillez; por lo cálida y entrañable. Cuenta de un profesor de 60 años, de sueños revolucionarioss, al que la crisis provocada por el frenesí privatizador y los gobiernos corruptos -suena familiar, cierto?- dejan sin empleo. Como a tantos otros, la incertidumbre, las humillaciones y la amenaza de la miseria lo acorralan. Así, se ve obligado a trasladarse al campo a iniciar una nueva vida junto a su amada esposa. Ella es interpretada por la española Mercedes Sampietro en una de las mejores caracterizaciones femeninas que haya visto. El filme se hace uno con su gente buena y sus emociones cotidianas. No hay grandilocuencia, mas sí una intensidad existencial bellísima. Obra minimalista, realizada con esmero, se detiene en los pequeños detalles de la vida. La asocio con los hermosos artículos que Hilda Chen Apuy nos viene regalando, tan simples, tan profundos, con un respeto y una elegancia que solo otorgan la experiencia y la bondad forjadas como sabiduría. La extraordinaria paradoja es que sin el impacto de los efectos especiales, sin ganchos aterradores, sin las dosis de violencia típicas y el erotismo mecánico de rigor, este paisaje agridulce sobre la gente arrinconada por la injusticia me hizo temblar de emoción. Agrego que además es un provechoso cuento moral. Me recuerda los de la Nueva Ola Francesa (a Eric Rohmer en especial), pero como cine latinoamericano, éste me gusta más.
CARIBE PREMIADO EN ITALIA
Esteban Ramírez mereció el Premio al Mejor Director en el Festival de Cine Latinoamericano de Trieste por el largometraje nacional que se estrena el 5 de noviembre. El único antecedente que conocemos son los premios a Password en el Festival Latino de San Francisco -donde por cierto lo recibí como Productor Asociado y a nombre de Ingo Niehaus y los hermanos Heidenreich- como «Lo Mejor del Festival» -compartido- y a Manuel Obregón por la banda sonora en Cremona. Me refiero a largometrajes ficción, las ligas mayores del cine, ya que los cortos, documentales y anuncios son otra categoría y en esa ya el país acumula varios logros. Sin duda, el de Caribe es el premio más importante del cine costarricense por el nivel de ese festival, que junto al de Huelva (donde también competirá Caribe) es el principal evento europeo de cine latinoamericano.
En mi artículo de Forja en la edición anterior, aparecieron errores que aclaro: Perugorría se escribe con doble erre. Rodolfo Montes de Oca es el Productor Asociado y Carmen Salguera la Maquillista. Por falta de espacio no destaqué el meritorio trabajo en fotografía de Fernando Montero y de asistentes como F. Sobrado y E. Ramírez, y del grupo de ingeniería y producción, con compañeros como el propio Barriga, Peter Avilés y Manfred Rojas, que cumplieron con el rodaje en el plazo previsto de solo cinco semanas y, además, satisfactoriamente. Peter ha continuado, junto al suscrito, y claro, la familia Ramírez, en el proceso posterior al rodaje. Menos visibles y glamorosos, estos aspectos son fundamentales. Víctor Ramírez, el Productor Ejecutivo, me comentó la tensión casi insoportable de saber que incluso un pequeño accidente podía dar al traste con el trabajo y los escasos recursos disponibles. Mas el éxito parece ser el destino de Caribe, vitrina costarricense para el mundo.