Cuando vemos la grave situación a que han llevado a la Caja Costarricense de Seguro Social, CCSS, identificamos claramente a los principales responsables. Un grupo de “poder” que, desde el gobierno, actúa alevosamente con el fin de que el orden y la transparencia no impere en una institución que maneja miles de millones de colones de todos y todas las costarricenses y que son “apetecidos” por inescrupulosos.
El inconstitucional accionar del Gobierno (PLN–PUSC), a través de los años, de no pagar las cuotas obrero patronales es una estafa contra el pueblo costarricense. La misma Constitución Política obliga al Gobierno a que la CCSS no sufra desfinanciamiento alguno. Pero ahí no se termina su responsabilidad.
Actúa doblemente negligente, cuando no actúa como corresponde contra empresarios que burlan el pago de cuotas a la Caja y además exime, mediante amnistías, que lo hagan.
Pero bueno, esas caras ya las conocemos, las vemos todos los días en los noticieros y hasta en algunos casos se ha hecho “algo” de justicia y los hemos visto esposados, juzgados y encarcelados (aunque sea casa por cárcel).Pero hay otros rostros que se ocultan en las “sombras” y que son igualmente responsables.
De acuerdo con la Ley constitutiva de la CCSS, la Junta Directiva de la institución es elegida cada cuatro años y la componen nueve personas: 3 representantes del Estado, 3 de los patronos y 3 de los trabajadores.
Es la autoridad máxima, responsable de definir las políticas y la toma de decisiones estratégicas en el ámbito institucional. El Presidente Ejecutivo es nombrado por el Consejo de Gobierno y preside la Junta Directiva.
Primero que nada debemos decir que la “elección” de los representantes de los trabajadores debe darse mediante Asambleas legalmente realizadas y documentadas. ¿Todos lo hacen?, ¿Lo hacen los patronos también?, ¿Se les exige y están documentadas esas Asambleas?
Sobre los 3 representantes del Estado y los 3 de los patronos no tenemos más que certezas, es lo mismo, se ponen de acuerdo y trabajan juntos, pero: ¿Qué hay de los representantes de los trabajadores? Veamos.
Los 3 puestos de los Representantes de los trabajadores y trabajadoras costarricenses se conforman por los sectores sindical, cooperativo y solidarista. ¿Qué sucede aquí?
Sucede que precisamente no entendemos, lo que podríamos llamar, el silencio cómplice de estos sectores ante la pésima administración que se ha venido dando con la Caja y de la cual ellos también son responsables pero que nadie, o casi nadie, conoce que están ahí, que tienen voz y voto EN TODAS las decisiones que se toman, pero más importante… supuestamente nos representan a todos y todas las trabajadoras.
Cómo bien decía Parmenio Medina Pérez, periodista asesinado por decir verdades, “malicia indígena”. ¿Será que también se ponen de acuerdo con quienes quieren quebrar a la Caja?, ¿Será que no conocen de tecnicismos y por ignorancia actúan “inocentemente”?, ¿Será que no conocen el “teje y maneje” de la seguridad social y pecan, otra vez, de “inocentes”?
En realidad surgen muchas dudas. Dudas que se acrecientan cuando la misma Presidenta de la República, Laura Chinchilla Miranda, se niega reconocer al representante sindical elegido por los sindicatos en Asamblea legalmente realizada y cuya documentación tiene en sus manos la Ministra de Trabajo, Sandra Piszk. Tal parece que puede ser “incómodo”.
Mario Devandas Brenes fue elegido por una amplísima mayoría de organizaciones sindicales de TODAS las Centrales y Confederaciones, así como de sindicatos independientes.
Muchas más dudas pueden surgir, sobre ese silencio del representante cooperativo, si vemos que las cooperativas de salud crecen y crecen, al igual que las clínicas privadas, descomunalmente, mientras la Caja se hunde.
Sobre el solidarismo tampoco tenemos muchas dudas, como el caso del Gobierno y patronos, me parece que forman una buena “yunta”.
Y es que como la Caja nos pertenece a todas y todos los costarricenses, uno tiene derecho a dudar y cuestionar las actitudes de quienes supuestamente nos representan y están ahí para defender nuestros derechos, y en este caso no es un derecho poca cosa…es el derecho a la salud, el derecho a la vida de millones de ciudadanos y ciudadanas.
Invito a cooperativistas, sindicalistas, solidaristas, ciudadanos y ciudadanas en general a que exijamos a nuestros “representantes” a que hablen, a que digan algo, a que expliquen su accionar, en fin ¡A QUE RINDAN CUENTAS!
