* Personas relacionadas a las empresas del proyecto del acueducto en Sardinal, participaron financieramente en la campaña electoral del actual presidente.
Más de ¢8 millones fueron donados a la campaña presidencial de Óscar Arias por parte de tres empresarios ligados al fideicomiso para construir y administrar el acueducto de Sardinal, lo cual vuelve a encender la discusión sobre los posibles intereses que hay en esta obra por realizarse en Guanacaste.
Ello se pudo constatar en los registros del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) en la lista de las donantes al Partido Liberación Nacional (PLN), luego de que se hiciera pública la semana pasada la lista de empresas y sus representantes que participan en el proyecto.
Se trata de André Garnier Kruse, presidente de Inversión Ocotal P.I.O., S. A, quien donó ¢ 4.894.400 en noviembre del 2005; Agustín Penón Orlich, representante de Guanacaste Seco, S. A, quien a la vez aportó ¢2.462.250 en diciembre de ese mismo año, y Alberto Sauter, quien figura como representante de Coco Water S. A. y que donó ¢971.987. En total suman ¢8.328.637.
Cabe destacar que Penón Orlich figura en la junta directiva de la Promotora de Comercio Exterior (PROCOMER), según lo destaca el sitio web de ese organismo.
Al respecto, José Antonio Muñoz, presidente del Fideicomiso, señaló que «más allá de las empresas y personas señaladas, originalmente formaban parte del fideicomiso 22 empresas y en este momento se integran más».
Muñoz añadió que la iniciativa empresarial que preside «ha colaborado significativamente» con el financiamiento de una obra pública, que «incidirá positivamente en los usuarios individuales de AyA y los desarrollos turísticos, se trata de una modalidad de alianza público-privada en pro del desarrollo del país».
La campaña de Oscar Arias recibió más de ocho millones de colones de contribuciones por parte de tres empresarios del fideicomiso para el acueducto de Sardinal en Guanacaste . (Foto: archiv |
Cabe recordar que en la edición del 4 de octubre del año pasado, UNIVERSIDAD reveló las cuantiosas contribuciones que el hoy presidente Arias recibió para su campaña electoral por parte de inversionistas extranjeros con intereses específicos.
Por ejemplo, el estadounidense Harry Strachan donó ¢4.935.300. El empresario es fundador de Mesoamérica Investments, empresa destacada por sus fuertes inversiones en telecomunicaciones.
El proyecto en Sardinal impulsado por las 22 empresas pretende construir un acueducto valorado en $8 millones (¢4.160 millones a ¢520 el dólar), que llevaría 167 litros de agua por segundo a proyectos turísticos ubicados en El Coco y Ocotal desde el acuífero Sardinal, donde se abrieron cuatro pozos que se añaden a tres más en el acuífero de El Coco.
El hecho de que tal cantidad de agua sea distribuida a través de un acueducto privado generó gran molestia e inconformidad entre la población local, que se organizó en marchas y protestas para detener esta iniciativa y a quienes el Ministro de la Presidencia, Rodrigo Arias, calificó como de «extrema izquierda» (Ver UNIVERSIDAD del 4 de junio).
Daniel Soley, Defensor Adjunto de los Habitantes, manifestó que en principio «suena bien» el hecho de que empresarios privados aporten un acueducto al Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), institución que no está en condiciones financieras de construirlo, pero criticó el hecho de que no se cuenta con los estudios sobre el balance hídrico en la zona que permitan evaluar la idoneidad del proyecto.
Soley fue más allá y subrayó: «Ellos mismos determinan que se les garantiza una gran porción del agua, es como decir el agua es nuestra y luego quien la necesite tendrá que pedirle al dueño de la cancha y de la bola que lo deje jugar; los inversionistas determinarán el costo de las pajas y se podría generar una especulación gigantesca».
«NO ES DE EXTRAÑAR»
Las reacciones sobre el hecho de las donaciones de tres empresarios del fideicomiso a la campaña electoral del PLN, no se hicieron esperar, sobre todo luego de que se diera en un principio la negativa de revelar los nombres de los participantes en esta iniciativa.
UNIVERSIDAD logró corroborar, según los datos facilitados por los propios empresarios en conferencia de prensa la semana pasada, que al menos el nombre de Carolina Del Valle se repite en ocho ocasiones como representante de varias sociedades anónimas en las que aparece en cinco ocasiones además John Francis Mullins, como presidente de las sociedades anónimas. (Ver recuadro «Alegres coincidencias»)
Para el diputado José Merino del Frente Amplio, la contribución de tres fideicomisarios al partido oficialista en las elecciones pasadas, revela que «evidentemente hay un tráfico de influencias entre los sectores políticos y empresariales, que duermen en la misma cama».
En su opinión, lo sucedido en Sardinal «testimonia» lo que sucede en las zonas marítima- terrestres «con el desarrollo descontrolado de megaproyectos turísticos, concentración de tierras y el uso que se le quiere dar a los recursos naturales de primera necesidad como el agua».
Merino indicó que queda claro que esos sectores «despojan a las comunidades de recursos para beneficiar a grupos poderosos, tanto de nacionales como extranjeros».
Una opinión divergente expresó el jefe de fracción del Movimiento Libertario, Ovidio Agüero, quien dijo: «No encuentro mayor problema con que la gente contribuya a una campaña, mientras sean dineros bien habidos».
Quien no tuvo reparos para criticar la situación fue José Rosales, diputado del Partido Acción Ciudadana (PAC) por la provincia de Guanacaste. Señaló que «hay una nebulosa muy grande» en el manejo que sobre el tema han hecho instancias gubernamentales desde el año pasado.
«Siempre he sentido que hay algo detrás que hace presión para que las cosas se les den; tampoco está clara la participación del grupo Mapache, pues el tanque de agua más grande que se está construyendo es para unos condominios de ese grupo», recordó.
El legislador manifestó su sentir de que en todo este asunto los intereses nacionales no están por encima de los particulares. «La presión para que se construya el acueducto es privada, se trata de 22 empresas con proyectos grandes en mente y no es de extrañar que sean contribuyentes en la campaña», apuntó.
Rosales lamentó que «es un proceso teñido de corrupción» y destacó «la forma sin argumentos» con que se intenta defender el proyecto, «o el hecho de que Rodrigo Arias dijera que la gente que protestaba era de la extrema izquierda».
Alegres coincidencias
Según la información divulgada a la prensa, son 20 las empresas que participan en el fideicomiso del acueducto, además de las mencionadas Inversión Ocotal P.I.O. S. A, Guanacaste Seco S. A, y Coco Water S. A.
Llama la atención que la abogada Carolina Del Valle figura como representante de ocho de ellas, a saber: Administradora Bello Horizonte SRL, Horus Diecinueve C Del Coco S. A., Inmobiliaria Yahxa, Ltda., Parque del Oro Treinta S. A, Jade Garden S. A., Doce Palmeras S. A., Yellow Crocodile S. A., y Village Point Properties, Ltda. Las últimas cinco son presididas por John Francis Mullins.
El abogado Hernán Cordero Maduro es representante de dos de ellas (Tiny Velvet Ants, Ltda. y Bush Sundrops Ltda..), mientras que la también abogada Rosa Irene Romero representa a Jaguar Del Río S.A., Mossy Rock S.A. y Horizonte Lounge S.A.
Las otras participantes son Pacífico Development Coco, Purple Palm Tree, Ltda., Desarrollos Vista Abeto Veintiuno, S. A., Vista Perfecta, S. A., Princesa del Sol Limitada, El Coco Properties S. A., y PAYCO, S. A.
Controversial visita
Según manifestó a UNIVERSIDAD Mary Bustos, secretaria del Comité Pro Defensa y Desarrollo del Distrito de Sardinal, antes de que se dieran las protestas de las comunidades, un vocero de las empresas fideicomisarias se apersonó en la comunidad y se identificó como «representante» de AyA.
Se trata de Edgar Mata, de la empresa de relaciones públicas Comunicación Corporativa Ketchum, la cual fue contratada para asesorar al Fideicomiso del Acueducto Sardinal, El Coco, Ocotal en materia de comunicación, desde mayo pasado, según explicó el mismo Mata.
De acuerdo con el relato de Bustos, Mata se presentó a las misas durante un fin de semana en la capilla local. Al concluir, se dirigió a la comunidad para hablar de los beneficios que según dijo acarrearía el nuevo acueducto.
Por su parte, Mata manifestó que durante todos los contactos que tuvo con la población, «siempre me presenté como representante del Fideicomiso para el Acueducto, del sector privado en el proyecto».
Agregó que a pesar de ello, muchas personas lo calificaban de «representante de Acueductos» y que, a pesar de que siempre intentó corregir esa afirmación, «puedo suponer que dado el poco conocimiento que existe acerca de la figura de fideicomiso, algunas personas pudieron pensar de que yo representaba a AyA».