Código Electoral permite propaganda de los partidos sin fijar un plazo determinado
Hasta ahora, la propaganda política proviene mayoritariamente del PLN, seguida por la del PUSC y alguna del partido Unión Para el Cambio.
Si una frase corta pudiera resumir cómo se siente gran parte de la población costarricense frente a la tempranera propaganda electoral que reciben de los diversos partidos políticos, sería: «hasta la coronilla».
Este malestar se ve avivado no solo porque las leyes electorales facilitan la propaganda política en cualquier momento -con el consecuente «bombardeo» mediático-, sino porque además impera entre las personas la desmotivación y la desilusión que sienten desde hace varios años por una dirigencia política que en muchos casos ha defraudado en todos los sentidos.
Expertos y ciudadanos consultados por UNIVERSIDAD, acerca de la propaganda electoral que se transmite por los medios de comunicación sin que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) haya convocado oficialmente a elecciones nacionales, criticaron con fuerza lo que consideraron una campaña tempranera y derrochadora de recursos económicos, y que por sus contenidos no convence a nadie.
En relación con esta temática opinaron los politólogos de la Universidad de Costa Rica, Juanny Guzmán, y Gerardo Hernández, así como seis ciudadanos entrevistados en las inmediaciones de la iglesia católica de San Pedro de Montes de Oca.
Ante los constantes mensajes políticos que los partidos difunden, muchos costarricenses se preguntan ¿y no hay una ley que fije un plazo para emitir propaganda?, ¿qué hace el TSE que no pone orden?
Pocos saben que el Tribunal Supremo no puede hacer nada al respecto, pues el Código Electoral estipula que no hay plazos para hacer campaña y esta decisión es respaldada por la Sala Constitucional (IV), según una resolución que dictó en 1997.
La imposibilidad legal de limitar la propaganda la confirmaron a este Semanario el coordinador de programas electorales del TSE, Héctor Fernández Masís; y el presidente de la comisión legislativa que analiza las reformas electorales, Luis Gerardo Villanueva.
Mientras tanto, el grito de los potenciales votantes o abstinentes clama para que se les deje de atiborrar con propaganda y para que a la difusión de esta se le establezca un plazo, que podría ser de dos a cuatro meses máximo (véase recuadro: «Piden reducir campaña»).
Otro lamento es que ante la libertad de los partidos para hacer propaganda en cualquier momento del año, las únicas beneficiadas son las agrupaciones tradicionales y de mayor tamaño, que al mismo tiempo son las que cuentan con más recursos financieros para pagar anuncios.
Este es el caso del Partido Liberación Nacional (PLN), cuyo candidato -Óscar Arias Sánchez- había gastado casi $130 millones hasta junio pasado (c.62,611 millones), según datos de la empresa de monitoreo Media Gurú, citados recientemente por el diario La Nación (11-07-05).
La campaña de este candidato ha generado gran malestar entre algunos sectores de la población, al sentir que han sido invadidos y afectados en su derecho a la privacidad, al recibir mensajes políticos por sus teléfonos celulares y mediante cartas.
SIN PLAZOS
En relación con la ausencia de plazos legales para que los partidos desarrollen sus campañas políticas, cabe recordar que en 1997 la Sala Constitucional declaró con lugar una acción que interpusieron Andrés Borrasé Sanou y Luis Amón Castro, de la Cámara de Diarios Nacionales, contra el artículo 85 del Código Electoral.
El artículo 85, entre otras cosas, regula a las empresas autorizadas para difundir propaganda electoral. En ese entonces, una modificación hecha a través de la ley 7653, establecía en el artículo 79 que solo se podía publicar anuncios políticos una vez que el TSE convocara oficialmente a elecciones; es decir, la propaganda tenía cabida durante tres meses únicamente, lo cual perjudicaba entonces los intereses de los partidos y de los medios comerciales de comunicación.
Con el voto No. 1750-97, la Sala Constitucional anuló esa reforma y dispuso que al artículo 79 del Código Electoral había que restituirle su anterior texto: «Los partidos políticos tienen derecho a hacer, en cualquier tiempo, toda clase de propaganda, inclusive electoral (…)».
De acuerdo con el coordinador de programas electorales -Héctor Fernández-, lo único que puede hacer el TSE es aplicar el reglamento de pago a los partidos políticos, el cual estipula que los partidos que tienen derecho a la contribución estatal por deuda política, solo pueden cobrar aquellos gastos en que incurren una vez que este tribunal convoca a elecciones, a partir del 1 de octubre anterior al proceso electoral.
En materia de gastos de los partidos que no sean financiados por fondos públicos, afirmó que el TSE no tiene potestad para regularlos, y la única obligación de los partidos es la de reportar quiénes son los donantes y que estos no excedan los montos establecidos por ley: 45 veces el salario mínimo mensual.
Fernández Masís aseguró que la mayoría de legislaciones latinoamericanas limitan el tiempo para hacer propaganda electoral y este plazo varía entre dos y cuatro meses. Estima que en Costa Rica se podría plantear una campaña de dos meses.
Esta delimitación -agregó- tiene el fin no solo de reducir las campañas, sino también de darle un sentido de igualdad a los partidos, en cuanto a la información que quieren entregarle a los ciudadanos. Lo ideal es que planteen propuestas y no que simplemente conviertan las campañas en una aplicación de técnicas de mercadeo para promocionar la imagen del candidato, puntualizó.
El funcionario del TSE comentó que la definición de un plazo es una decisión política que correspondería a la Asamblea Legislativa tomarla, siempre y cuando se decida revisar el mencionado acuerdo de la Sala IV.
Por otra parte, Fernández Masís reconoció que es lógico que los partidos que tienen mayores recursos son los que hacen más propaganda y obtienen mejores réditos electorales. Sin embargo, dijo que «lo que no favorece a la democracia es que no existan espacios de discusión para que todos los partidos puedan dar a conocer a todos los electores cuáles son sus propuestas, su marco ideológico y sus eventuales soluciones a los problemas nacionales, para que el elector libremente pueda escoger la mejor de las opciones».
Dentro de las reformas al Código Electoral que propone el TSE, está crear un fondo para financiarle espacios en los medios de comunicación, a todos los partidos por igual; los dineros serían un porcentaje adelantado de la deuda política, detalló.
Por otra parte, para el presidente de la comisión de reformas electorales y financiamiento político, y miembro del PLN, Luis Gerardo Villanueva Monge, no hay una campaña tempranera, ya que los dos partidos mayoritarios: PLN y Unidad Social Cristiana (PUSC), ni siquiera tuvieron precampaña interna, y si esto hubiera ocurrido la propaganda habría tenido más intensidad.
El legislador admitió que sí podría haber un cansancio de los costarricenses, si se parte de que hay una desmotivación originada en la situación política, económica y social del país.
En su opinión, no es conveniente fijar plazos a la propaganda y así fue ratificado por la Sala Constitucional, razón por la cual la comisión que preside no ha pensado en algún tipo de restricción futura en tal sentido.
MAYOR CALIDAD
Independientemente de si la Sala IV llevó razón al impedir que se limitara la propaganda, los politólogos del Instituto de Investigaciones Sociales de la UCR, Gerardo Hernández y Juanny Guzmán, coincidieron que más allá de fijar un plazo, lo importante es que las campañas electorales sean de calidad.
Guzmán enfatizó en que «más que establecer un período de campaña política, es necesario mejorar la calidad y los medios que utilizan los candidatos para informar sobre los proyectos al electorado».
Asimismo, advirtió que es necesario establecer un período de campaña electoral que propicie una mayor igualdad entre los candidatos, ya que a mayor tiempo de propaganda política es mayor el contexto de desigualdad entre los partidos.
Considera primordial buscar una ampliación democrática a través del debate y que los partidos no sólo se limiten al tipo de campañas publicitarias que están presentando en los medios masivos.
Guzmán llamó al TSE a tener más presencia, con instrucciones que regulen espacios plurales como mesas redondas, y otros medios que sirvan para el debate de ideas. «No se pretende que el TSE obligue a los partidos a tomar medidas en este aspecto, pero sí falta un paso más por parte de esta instancia, que contribuya a la relación entre calidad y tiempo de los espacios destinados para la campaña política».
Sobre las características de la contienda electoral que ya iniciaron el PLN y el PUSC, comentó que estos se apoyan en medios fuertes como la televisión, para obtener mayor visibilidad ante el electorado, y si bien hay buena calidad en materia de imagen o utilización de recursos, no ocurre lo mismo en los contenidos.
«Los políticos muestran una imagen de personalidades reconocidas, como si la coyuntura del 2004 nunca hubiera existido. También se van por el discurso fácil de los ofrecimientos y le dan al país las soluciones hechas; no plantean una búsqueda de proyectos conjuntos con la sociedad u otro tipo de propuestas más democráticas. Es una campaña política que hace una lectura miope de los acontecimientos que envolvió a los políticos en el 2004».
Es por lo anterior, que entre los ciudadanos se mantiene un alto escepticismo, incluso entre los que piensan votar, manifestó.
Mientras tanto, Gerardo Hernández precisó que el término de campaña política es algo más amplio, que incluye reuniones de dirigentes y actividades destinadas a la organización de los partidos.
Por eso, es de la tesis de que «no debería haber restricción de tiempo en la campaña, cuando se trata de debate público entre los partidos. El problema es la calidad o el tipo de difusión al que están recurriendo los candidatos. Son espacios que carecen de aspectos informativos. Están realizando una campaña pobre en términos de ideas y debate».
Al igual que su colega Guzmán, invitó al TSE no a regular los contenidos de los espacios propagandísticos, sino a hacer esfuerzos por generar una política que oriente una campaña de mayor calidad.
Al analizar la campaña que desarrollan actualmente los partidos, cuestionó que estos no logren salir de lo tradicional; «siguen apelando a elementos como la emoción y la esperanza».
Estas agrupaciones -añadió- en muchos casos utilizan estrategias de mercadotecnia y no es casualidad que los candidatos se vendan como vender un champú o un detergente. «Se nos socializa para votar vía propaganda y hay una parte del electorado que se deja influir por este aspecto», lamentó.
Piden reducir campaña
El portillo abierto para que los partidos políticos comiencen la campaña política en cualquier momento provoca disgusto entre los ciudadanos de diferentes sectores, según pudo comprobar UNIVERSIDAD a través de un sondeo.
La percepción generalizada entre los costarricenses ante la fuerte campaña iniciada con antelación por candidatos como Oscar Arias o Ricardo Toledo es de malestar y desencanto por la gran cantidad de recursos que se destinan para este fin. A los ciudadanos se les consultó cuál era su opinión sobre la campaña que han iniciado los candidatos políticos meses antes de que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) convoque a las elecciones nacionales para el 2006. También se les preguntó si consideraban necesario establecer un período de campaña oportuno y su percepción sobre los controles en los gastos de campaña. A continuación una síntesis de las opiniones.
Bernardo Ramírez, profesor de matemática.
La propaganda política que he visto no es una campaña limpia. Están ofreciendo cosas que no pueden cumplir. Ellos comienzan la campaña antes para ganar adeptos. Es necesario reducir el período de campaña porque el país no está en disposición de llenar esos espacios propagandísticos. De alguna forma esos son gastos para el país, no una inversión ni nada parecido. También me parece atrevida la forma en que realizan campaña a través de los mensajes a los celulares o los correos electrónicos ya que están invadiendo la privacidad del ciudadano.
Carmen Solís, administrativa.
Están realizando una campaña sucia. Sé que tenemos que votar pero para mí en las campañas de los grandes partidos se están ofreciendo cosas que no se pueden cumplir. Siempre he sido liberacionista pero ahora francamente no sé por quién votar. Ellos realizan campaña desde ahora por la desesperación de ver toda la corrupción que ha embarrado a estos partidos. Están haciendo propaganda con mucha más anticipación de lo normal. Esto no es justo para los otros candidatos que no disponen de tantos recursos económicos.
Edilberto Albertazi, empleado en gasolinera.
Aquí estamos muy desinflados con los candidatos que hay. Con sólo ver la campaña no dan ganas de enterarse de nada. Soy de las personas que piensan que siempre hay que votar por alguien, pero esos candidatos no son de confianza. Los políticos están desesperados por llegar a ese puesto. Definitivamente es necesario acortar el período de campaña para que gasten menos dinero. Este país está muy pobre para gastar plata en campañas.
Sharon Delgado, estudiante Universitaria.
Ni siquiera le pongo atención a la campaña política . Todo es parte de cómo se hace política en Costa Rica. Ellos hacen lo que les da la gana. No hay una regulación. Oscar Arias comenzó la campaña desde hace meses. Tengo una percepción negativa del ambiente político. El período de campaña política debería ser más corto y significativo, centrarse más en proyectos y menos en acusaciones entre los candidatos.
Alvaro Salazar, electricista.
Volveré a votar el día que pongan a una mujer . Sería la única que puede sacar este país adelante. Tengo muchos años de trabajar en política pero todo se ha vuelto un fracaso. Todos los años hay que preguntarse de dónde toman la plata para las campañas políticas .
Ronald Valverde, contador.
El hecho de que los dos partidos mayoritarios no tuvieran convenciones internas es un síntoma de algo que no está bien. El problema de corrupción con los expresidentes ha debilitado estos partidos. Ellos comienzan la campaña con antelación por el desencanto en la población con los partidos mayoritarios. Lo que prometen es lo mismo de siempre. Es necesario acortar los periodos de campaña porque estos sólo benefician a los partidos con mayores recursos.