Ecodesarrollo Papagayo ha dado en concesión más de 1.000 hectáreas alrededor de Bahía Culebra y del Golfo de Papagayo.
Nuevamente el proyecto turístico Ecodesarrollo Papagayo, con un largo historial de cuestionamientos por destrucción ecológica, arqueológica y violación de leyes, es centro de la polémica; esta vez porque un grupo de ciudadanos alega se le impide el acceso público para acampar en playas de la zona.
El proyecto turístico en las costas del Golfo de Papagayo, Guanacaste, nació en 1978. Diez años después se presentó el Plan Maestro de la zona, pues los terrenos son propiedad del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), que los da en concesión a particulares. Este es el modelo que ha generado problemas que se arrastran hasta hoy.Ya en 1993 la Defensoría de los Habitantes denunció anomalías en los permisos de construcción del proyecto y la destrucción de los bosques naturales que quedaban en el área. Durante el gobierno de Rafael Ángel Calderón Fournier el fiscal ecológico del Ministerio Público acusó a 12 exdirectivos del ICT de delitos relacionados con la gestión del proyecto.
Así que este es parte del legado de los Gobiernos de Calderón Fournier, de José María Figueres y de Migel Ángel Rodríguez, quien en su momento incluso promovió la idea de que en el proyecto sólo se usarían carros eléctricos para no contaminar. Esto no sucedió, pero era una forma de promover una cara «sostenible» para el proyecto turístico.
De esta forma el dinero que generan los hoteles ubicados en esta parte de la península se basa en un tipo de desarrollo acordado con los inversionistas privados, por lo que ahora afloran los problemas que dejó este legado. La forma de aprovechar y de utilizar las playas, por ejemplo, se relaciona con el tipo de concesión que dio el ICT.
SE PROHIBE ACAMPAR
De acuerdo con la Ley No. 6043, la zona marítima terrestre comprende una franja de 200 metros de ancho a todo lo largo de los litorales Caribe y Pacífico. «Los primeros 50 metros no pueden ser objeto de ocupación y nadie podrá alegar derecho alguno sobre esta área. Estará dedicada al uso público y en especial al libre tránsito de las personas. Las entidades y autoridades deberán dictar y hacer cumplir las disposiciones necesarias para garantizar el libre y seguro tránsito de las personas y el uso público de esta zona».
La zona restringida está constituida por la franja de 150 metros restantes, donde las municipalidades podrán otorgar concesiones según dicha ley, salvo las excepciones que establece.
El pasado 17 de enero se dio un incidente cuando un grupo de personas llegó a Playa Blanca, ubicada frente al Hotel Four Seasons, que se inauguraba ese mismo día. Allí, la policía llamada por las autoridades del hotel no las dejaron acampar y les prohibieron instalar toldos para hacerse sombra durante el día.
Tanto el gerente general de Ecodesarrollo Papagayo S.A., Manuel Ardón, como el Ministro de Turismo y presidente ejecutivo del ICT, Rodrigo Castro, alegan que es prohibido acampar si no existe una zona destinada para eso.
Sobre este punto, el reglamento de la ley citada anteriormente dice que «quienes ubiquen en esta área instalaciones temporales como tiendas de campaña o trailers, deberán hacerlo en las zonas destinadas para tales fines, cuando las hubiera. En todo caso están obligados a observar las normas dictadas por las autoridades de salud quedando sujetos a las sanciones de la Ley General de Salud».
Las personas debieron pasar la noche a la intemperie.
Representantes de la Federación Costarricense para la Conservación del Ambiente (FECON) y del grupo Confraternidad Guanacasteca organizaron esa visita al Four Seasons y lideran la lucha por el libre acceso y uso de las playas de Papagayo. Ellos afirman que acampar en una playa es parte del patrimonio cultural y recreativo del pueblo y que en realidad la policía estuvo ese fin de semana en Playa Blanca para defender los intereses de Ecodesarrollo Papagayo.
«Evidentemente la presencia de un grupo de personas acampando en la playa o haciéndose sombra no rima con el modelo de turismo de jet set de Four Seasons», señalan.
Pero la posición del Ministro Castro es que una concesión construida en los restantes 150 metros tiene carácter privativo porque, aunque las tierras sean del Estado, hay que garantizar al concesionario que podrá hacer un desarrollo y manejarlo de acuerdo con sus necesidades (La Nación, 24 enero 2004). Así defiende el modelo impulsado por sus antecesores.
CON AIRE ACONDICIONADO
El otro problema tiene que ver con el acceso a las playas Blanca, Virador y Nacascolo.
La carretera que da acceso al proyecto Papagayo desde la ruta nacional fue construida por los responsables de este proyecto. Según explicó Manuel Ardón a UNIVERSIDAD, cuando el gobierno adquirió estas tierras no había ningún camino público hacia las playas. Como esta zona es de mesetas bastante altas, con caídas abruptas hacia las playas, los caminos no tienen un recorrido fácil.
«Aquí tenemos una concesión de 96 años, y aunque la tierra sigue siendo del Estado, cualquier camino ha requerido inversión privada de los desarrolladores», dijo Ardón. De esta forma, como ellos los financian, son ellos -en conjunto con el ICT- quienes definen cómo será el acceso a las playas.
El año pasado Gadi Amit, quien lidera la Confraternidad Guanacasteca, presentó un recurso de amparo contra el ICT, pues las agujas y los guardas del proyecto impedían que las personas llegaran a estas playas.
En setiembre la Sala Constitucional dictó una resolución en la que ordenaba a Ecodesarrollo Papagayo S.A. «que de inmediato proceda a la apertura y libre tránsito de los caminos que llevan a las playas del proyecto Papagayo», según consta en el texto.
Ahora, si bien Amit reconoce que Playa Nacascolo tiene un camino público con adoquines por donde puede entrar la gente, «el sendero que lleva a playas Blanca y Virador es larguísimo y empinado». Estas dos son las playas que se encuentran frente al hotel Four Seasons y dichos senderos fueron construidos por el ICT.
Ardón afirma que cualquier persona puede entrar a las playas, lo que pasa es que los responsables del proyecto han tenido que apegarse a un plan maestro del ICT.
«A la entrada existe un gran parqueo que nosotros proveemos. Tenemos un sistema de buses pequeños con aire acondicionado que lleva a la gente desde este parqueo hasta las playas y funcionan de 8 a.m. a 6 p.m. A la gente le gusta el sistema, porque tienen seguridad para su vehículo, las playas están limpias, y no hay venta de bebidas alcohólicas».
De esta forma los buses, según Ardón, llevan a la gente hasta donde empiezan los senderos que conducen a las playas. «Conforme vayamos terminando el proyecto se va a dar el acceso a otras playas, es una obligación que tenemos», promete.