Día del sismo se evacuó al personal y estudiantes en la Sede Rodrigo Facio y realizaron inspecciones a cargo de la Oficina de Servicios Generales y la Oficina Ejecutora del Plan de Inversiones.
Tras el terremoto que afectó los alrededores del Volcán Poás en Alajuela y que fue sentido en todo el país, ninguno de los edificios del campus o de las sedes de la Universidad de Costa Rica (UCR) experimentó daños severos.
De acuerdo con Héctor González, vicerrector de Administración, todas las estructuras de la Sede Rodrigo Facio están en buen estado y el único producto visible del sismo fueron algunas grietas en ciertos edificios que no presentan peligro.
Tampoco en la Estación Experimental en Fraijanes ni en el recinto de Tacares, que fueron las sedes universitarias más cercanas al epicentro del terremoto, hubo heridos y ninguna estructura presentó daños estructurales.
UNIVERSIDAD PUESTA EN ALERTA ROJA
El pasado jueves 8 de enero, a alrededor de la 1:20 de la tarde un terremoto de 6.2 grados en la escala de Richter sacudió una gran parte del territorio nacional, aunque el epicentro estuvo localizado a 10 Km. al este del Volcán Poás, y que afectó severamente a las comunidades de Cinchona, Vara Blanca, Fraijanes, Poasito, Los Cartagos, San Miguel de Sarapiquí y otras.
Debido a esto, las autoridades universitarias atendieron el llamado de la Comisión Nacional de Emergencias de alerta roja para el Área Metropolitana y ordenaron la evacuación de las personas presentes en la Sede Rodrigo Facio.
Tras el terremoto, la Oficina de Servicios Generales (OSG), junto con la Oficina Ejecutora de Plan de Inversiones (OEPI) y la Vicerrectoría de Administración organizaron cuadrillas para inspeccionar los edificios de esta sede, en los cuáles únicamente se encontraban los jefes administrativos o sus responsables.
González indicó que tras la revisión de los edificios, todas las estructuras presentaban buen estado; únicamente hubo daños leves como algunas piezas de cerámica que se aflojaron en los pisos, grietas antiguas que se volvieron abrir o algunas caídas de repellos, indicó.
EDIFICIOS SE MANTIENEN EN PIE
Fernando Aronne, arquitecto director de la OEPI, detalló que se tienen protocolos de acción definidos, por lo que tras el sismo se dividieron en cuatro cuadrillas conformadas por ingenieros y profesionales de la OSG y la OEPI.
Los edificios con prioridad de inspección fueron los más antiguos y aquellos que por su altura o configuración podían resultar peligrosos tras el evento. Algunos de estos edificios fueron las bibliotecas (Carlos Monge Alfaro y Luis Demetrio Tinoco), las Facultades de Ciencias Sociales, Ciencias Económicas y Derecho, la escuela de Física-Matemática, los edificios administrativos y las residencias.
Aronne indicó, nuevamente, que ciertas estructuras mostraron grietas, pero cuya complicación era mínima, y no se encontraron muestras de daños severos que pudieran resultar peligrosos para las personas.
Johnny Badilla, jefe de la Oficina de Servicios Generales, no pudo ser localizado para solicitarle declaraciones al respecto de las inspecciones en la Universidad.
Al momento del cierre de esta edición (lunes 12), la Cruz Roja reportaba 18 muertos, pero la lista de desaparecidos ronda entre las 65 y 80 personas. Los sobrevivientes de las comunidades afectadas están ubicados en albergues improvisados de Alajuela y Heredia y requieren de comida, ropa y agua.
Inspección y prevención
El arquitecto Fernando Aronne, director de la Oficina Ejecutora de Plan de Inversiones (OEPI) de la UCR, explicó que en un proceso de inspección de una estructura después de un evento como el terremoto que sacudió al país el pasado jueves 8 de enero, es necesario revisar primero las estructuras primarias, como son las vigas y columnas. Después se hace una revisión de la estructura secundaria, es decir las paredes de mampostería, y por último se pueden analizar lámparas, cielos o paredes livianas.
El arquitecto mencionó que en el caso de que aconteciera otro sismo, es necesario mantener la calma ante nada; si se está dentro de un edificio, se requiere buscar zonas de seguridad sísmica, como por ejemplo las columnas. Apenas pasa el temblor, se debe buscar una ruta segura para evacuar el edificio y salir a espacios abiertos. En la Universidad, es posible dirigirse hacia plazas y jardines, los cuales son seguros, enfatizó.