La Sede de Guanacaste de la Universidad de Costa Rica (UCR) tiene motivos para sentirse orgullosa: un proyecto de asesorías en Turismo Ecológico, que realiza en México desde el 2007, recibió una extensión de cinco años por parte de las autoridades mexicanas. La encargada de ejecutar el proyecto es la carrera de Turismo Ecológico de esa sede regional.
Estas capacitaciones se dan en el marco de un convenio de cooperación entre las cancillerías de ambos países, en este caso representadas por las Secretarías de Turismo y de Sustentabilidad Ambiental y Ordenamiento Territorial del Estado de Puebla, y por la UCR.
Para el coordinador de la carrera, Giovanni Arrieta, esto valoriza y da a conocer a nivel internacional la labor que se realiza en esa sede regional. “Nos sentimos muy bien de que ellos soliciten nuestros servicios, porque es decir que estamos haciendo bien las cosas”, dijo Arrieta a UNIVERSIDAD.
El programa de asesorías está pensado no para copiar modelos de turismo ecológico de un país a otro: más bien se trata de aprovechar los atractivos turísticos del Estado de Puebla, y aplicar estrategias y métodos que se han desarrollado aquí en la carrera de Turismo Ecológico.
“No solo trabajamos el activo turístico natural, sino que con este activo conviven comunidades. Dentro de los objetivos del proyecto y del convenio internacional está el mejoramiento de la calidad de vida de las personas”, explicó Arrieta.
Mediante las asesorías y capacitaciones, los participantes del proyecto valoran, evalúan y planifican cómo las comunidades y asociaciones de Puebla pueden aplicar técnicas para desarrollar el turismo de la zona, de manera que se conviertan en dueños y principales beneficiarios del activo turístico.
La zona de Puebla depende además de la agricultura, característica que ha sido tomada en cuenta por el equipo costarricense para el desarrollo del proyecto. Por esa razón, se propone el desarrollo turístico como un apoyo adicional a la economía de la población.
Otros factores que se consideraron a la hora de plantear las asesorías fueron las diferencias económicas, sociales, legislativas y ecológicas entre los dos países.
“No se trata de copiar un modelo, sino que con estas asesorías y el conocimiento que hemos desarrollado durante la carrera, adecuarlo y aplicarlo a las necesidades que ellos tienen”, reiteró Arrieta.
PARTICIPACIÓN ESTUDIANTIL
Este convenio de cooperación ha permitido la participación de estudiantes costarricenses en el desarrollo de las capacitaciones en Puebla. La extensión del proyecto vino acompañada de una ayuda económica para los estudiantes que viajen a México en el futuro.
Según Arrieta, “la mayoría de estudiantes estudian con beca, y ellos ponen el pasaje. Reciben ayudas del Instituto Costarricense de Turismo, de la Federación de Estudiantes, de la Vicerrectoría de Vida Estudiantil, pero son pocas. Ellos casi que cargan con todo. Allá, se les da alimentación, hospedaje y equipo. Pero siempre para ellos es muy caro”.
El conocimiento generado por estas experiencias vivenciales es también aprovechado por los estudiantes de Turismo Ecológico al regresar al país, pues lo incorporan en sus tesinas de bachillerato y sus trabajos finales de graduación.
“Realmente es un proyecto exitoso. Nos interesa que se sepa que lo hacemos: nos estamos proyectando internacionalmente y el trabajo nuestro, de la Universidad, académico y práctico, se esta reconociendo”, valoró Arrieta.