Herediano, campeón nacional, derrotó categóricamente 4-1 a la UCR, pero no la sacó del cuarto lugar del campeonato. (Foto: archivo https://www. facebook.com/clubdefutbolucr)
“Ese gol nos rompió todo el planteamiento”.
Esto lo dijo José Giácone, director técnico de la Universidad de Costa Rica, refiriéndose al mortero que David Myrie −del Herediano− envió apenas en el minuto 4 del partido del sábado anterior y que sorprendió frío y quizá desubicado al portero celeste Carlos Méndez.
Para un equipo tan ordenado tácticamente como la UCR y que gusta de sostener atrás marcadores cerrados contra los equipos más fuertes del campeonato, no en vano los primeros siete empates consecutivos en el arranque del torneo −precisamente contra cuadros como Cartaginés, Saprissa y el propio Herediano−, recibir una anotación en la madrugada del evento desquicia su sistema de juego, varía toda la historia del partido, se cae el guión escrito por el entrenador, de manera que 15 minutos después el campeón les metía el 2-0 y terminó el juego con estrepitosa goleada en favor del “Team” florense 4-1.
En comentarios anteriores en estas mismas páginas y sobre el mismo tema, adelantamos que para la Academia resultaría bien complicado sostener el cuarto lugar del campeonato, que clasifica a las semifinales, por aspectos de calendario.
Los estudiantes tenían que viajar a Puntarenas, visitar a Herediano y Alajuelense y cerrar con Santos. Había dos derrotas presupuestadas, con el campeón y con la Liga. Llegó la primera, pero antes la U despachó al Puerto en la olla mágica y esto lo sostuvo en puesto de vanguardia.
Lo interesante vino al día siguiente de que perdiera con Herediano, porque todos los equipos escoltas que podían aprovecharse de ese traspié celeste, jugaron y ninguno ganó, lo que mantuvo a la UCR en el cuarto puesto.
Carmelita y Puntarenas empataron, Belén y Cartaginés empataron, y Pérez Zeledón cayó con Santos: “mesa gallega” para los celestes. Si brumosos y carmelitas hubieran triunfado, la Universidad pierde ese cuarto lugar, que, desde luego, todavía pende de un hilo.
Por ahora, sufrida la aparatosa derrota contra el monarca, la Academia sobrevivió al fuerte impacto y siguió intacta. Sigue ahora un cierre de infarto.
UN PARTIDO CLAVE
El juego entre Pérez Zeledón y Cartaginés, del miércoles 13 de noviembre −día de publicación de este Semanario−, podía aclarar muchas cosas. Desde luego que a los estudiantes les conviene (o convenía) un empate, porque se estacionarían los brumosos con 26 puntos, uno menos que la U con los mismos partidos y los guerreros del sur sumarían 24 unidades, tres abajo que el Alma Máter, con un juego menos. Un empate en el estadio del valle de El General sería más que beneficioso para las huestes de Giácone, no así, la victoria de uno de los rivales, sobre todo del cuadro de la Vieja Metrópoli.
Si Cartaginés triunfara en Pérez Zeledón, la UCR pierde el cuarto puesto y con juego el fin de semana frente al Alajuelense −que viene de despedazar al Saprissa en el clásico−, el panorama no es gratificante.
El calendario del campeonato marca un detalle que podría favorecer los intereses universitarios, si estos llegan a la última fecha (22) con posibilidades de clasificarse.
El tema pasa porque Cartaginés tiene una complicada visita al Saprissa; Carmelita recibe al campeón Herediano y Pérez Zeledón será anfitrión del Alajuelense. En el papel, son partidos que supuestamente deben perder brumosos, carmelos y guerreros, todos rivales directos de la Universidad por el cuarto lugar. En la última fecha la Universidad espera al Santos, un rival que ni fu ni fa, sin aspiraciones de clasificación y sin peligro de descender. En este sentido, si la U le saca algo a la Liga, entraría con cierta ventaja a la última jornada.
CLÁSICO ROJINEGRO
Respecto al “clásico” nacional, Liga Deportiva Alajuelense borró del Estadio Nacional al Saprissa, lo goleó 3-0 y lo despojó del segundo lugar del campeonato.
Estos dos equipos −junto con el líder del torneo, el Herediano− ya están clasificados para las semifinales del campeonato. Es más, si el certamen hubiese terminado el pasado fin de semana, las rondas semifinales serían entre Herediano y la Universidad y Alajuelense con Saprissa, pero todavía falta un corto trecho por recorrer.
El camino está despejado para que el Team termine en el primer lugar; los monarcas reciben a Limón y deben viajar a Pérez Zeledón y son visita con Carmelita, calendario demasiado favorable. Con una nómina sobrada y arrolladora, las huestes de Marvin Solano −ahora además con Víctor Núñez como goleador histórico de los campeonatos nacionales−, están más que listos y preparados para conquistar el bicampeonato.
La disputa del segundo lugar se presenta dramática entre una Liga que recibe a la UCR y cierra en Pérez Zeledón, contra un Saprissa que viaja a Belén y recibe al Cartaginés. Los manudos aventajan a los morados por un solo punto y pareciera que el calendario le es más favorable.
Todo apunta a que una de las dos semifinales del campeonato la jugarán los actores del clásico, mientras que Herediano espera para conocer a su adversario.
En zona de descenso se mantiene la diferencia de cinco puntos entre Uruguay, penúltimo (18 unidades) y Belén, último con 13 puntos.
Hay que recordar que el descenso no se define en el Torneo de Invierno, sino que baja de categoría el equipo que ocupe el último lugar al final de los dos torneos, de manera que hablando específicamente de los belemitas que hoy son últimos, tienen todavía los 22 partidos del Torneo de Verano para mejorar su posición.
