El 21 de agosto, en el periódico La Nación, se publicó una nota del Dr. Pablo Guzmán, Rector de la Universidad de Ciencias Médicas (UCIMED), titulada “Investigación en universidades privadas”, la cual invita a hacer las siguientes consideraciones.
Se debe reconocer el esfuerzo que hace la UCIMED al incorporar actividades de investigación a su quehacer académico, rompiendo el concepto que visualiza a las universidades únicamente como enseñaderos y fábricas de cartones.
Sin embargo, se refiere únicamente a la investigación que ha realizado la UCIMED, sin mencionar los logros de ninguna otra universidad privada en nuestro país en el tema de la investigación, las cuales también aportan su grano de arena en este tema.
Del “Ranking Iberoamericano SIR 2010” entre 607 instituciones de Iberoamérica, usado como referencia por el Dr. Guzmán, se observan las siguientes posiciones para las instituciones nacionales (el primer número corresponde a su posición en Iberoamérica, el segundo a Latinoamérica y el tercero a la cantidad total de publicaciones): Universidad de Costa Rica (UCR) 117, 64 y 1,029; Universidad Nacional (UNA) 216, 144 y 262; Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza 263, 182 y 153; Instituto Tecnológico de Costa Rica 328, 240 y 80; y UCIMED 396, 299 y 33. En términos comparativos, la producción científica de la UCIMED equivale al 3.2% de la UCR en el período de estudio.
Dentro del área de salud, el “Ranking Iberoamericano SIR 2010 – Ciencias de la Salud” entre 519 instituciones de Iberoamérica arroja los siguientes resultados (usando el mismo orden de cifras que el párrafo anterior): UCR 110, 67 y 186; UNA 194, 135 y 64; y UCIMED 269, 199 y 26. En esta área y período específicos, la cifra de UCIMED se eleva al equivalente del 14% de la UCR.
Lo que no se menciona es que en el “SCImago Institutions Rankings (SIR): 2009 World Report” la única institución costarricense que figura entre las primeras 2,124 del mundo es la UCR en la posición 1,528.
A manera de comparación, el informe “El rol de las Universidades en el Desarrollo Científico y Tecnológico” publicado por el Centro Universitario de Desarrollo, utilizando cifras recopiladas entre el año 2000 y noviembre del 2009 en la base de datos ISI Web of Knowledge, contiene las cifras que colocan a la UCR como líder en la producción científica del país y la región centroamericana con 1,655 publicaciones, mientras que la UCIMED se coloca en el décimo lugar nacional con 28 publicaciones.
Sin lugar a dudas, el Dr. Guzmán tiene razón cuando se refiere a la importancia de las alianzas con otras instituciones para desarrollar investigaciones de alta calidad científica. Según los datos disponibles en ISI Web of Knowledge, tres de las publicaciones de la UCIMED son en coautoría con investigadores de la UCR y una con la UNA.
La cita de James W. Wagner, en su artículo “Choices for Higher Education in the United States: Private Universities”, merece ser puesta en contexto: él se refería a las universidades públicas estadounidenses que no gozan de la autonomía universitaria que tienen las nacionales para determinar sus líneas de investigación según sus recursos, áreas de interés e impacto esperado.
Además, el interés primordial de la investigación de las universidades privadas, sobre todo norteamericanas, radica en desarrollar aplicaciones comerciales que le den sostenibilidad financiera a la institución. En nuestro país, la autonomía universitaria ha permitido a las personas investigadoras desarrollar proyectos de gran impacto para nuestra sociedad que tienen poco o ningún valor comercial (justamente la razón por la cual ninguna empresa privada había considerado satisfacer dicha necesidad), sin dejar de lado los proyectos con impacto económico.
La anterior falta de enfoque social es lo que ha hecho renacer en los países desarrollados una “nueva” ola de investigación y desarrollo que conduzca hacia la “innovación social”. Este tema ha tenido tal acogida que en los Estados Unidos se impulsa políticamente desde la Oficina de Innovación Social y Participación Cívica, creada a finales del año pasado por la Administración Obama.
Cualquier persona conocedora del impacto de la investigación desarrollada en Costa Rica por nuestras universidades públicas, sabrá que hemos disfrutado de los beneficios de la innovación social durante décadas y continuaremos disfrutándola, siempre y cuando, nuestros investigadores cuenten con los recursos adecuados.
